El alma econ¨®mica de Borrell se impone en la Uni¨®n Europea

Josep Borrell pas¨® el martes por Madrid para dar la XVII Lecci¨®n Conmemorativa en la Fundaci¨®n Carlos de Amberes bajo el t¨ªtulo C¨®mo la guerra de Ucrania ha cambiado Europa. Le present¨® Enrico Letta, l¨ªder del Partido Dem¨®crata italiano y ex primer ministro de su pa¨ªs, quien refiri¨® con precisi¨®n la perseverancia del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad: ¡°Putin ha subestimado a los europeos y ha subestimado a Borrell¡±. En efecto, el pol¨ªtico espa?ol no ceja, en un marat¨®n inacabable que le est¨¢ llevando a dar vueltas por el planeta, de defender la unidad europea frente al l¨ªder ruso y poner los medios para hacer frente a las amenazas que la hacen peligrar. ¡°No sabemos hasta cu¨¢nto tiempo puede durar la unidad¡±, subray¨® a modo de advertencia el pol¨ªtico catal¨¢n.

Borrell elabor¨® un discurso ameno, ilustrado, con alguna que otra broma (¡°saludo a los amigos rusos que me estar¨¢n escuchando¡±), citas a Kant y Hobbes y referencias al primigenio Pacto de Roma de construcci¨®n europea y el despertar geopol¨ªtico de Europa actual. Le escuchaban varios exministros y ex altos cargos, pol¨ªticos, abogados, economistas, profesores, periodistas..., a los que llam¨® la atenci¨®n que no hiciera ninguna menci¨®n a Pedro S¨¢nchez pese a estar presente en la presidencia del acto Jos¨¦ Manuel Albares, ministro de Exteriores.

No obstante, este pudo llevar al presidente las ideas desgranadas por su antecesor en el cargo, en realidad nada desconocidas (el propio Borrell reconoci¨® que no puede estar cambiando el contenido en cada una de sus frecuentes intervenciones). Bajo esa premisa, insisti¨® en reclamar unidad, como se reflej¨® en la pandemia, para hacer frente a la crisis energ¨¦tica. ¡°Hemos de afrontar un problema com¨²n y buscar soluciones; si cada uno va por su cuenta se pone en riesgo el mercado ¨²nico¡±, se?al¨®, al tiempo que suger¨ªa la necesidad de un ej¨¦rcito ¨²nico al igual que ocurri¨® con la moneda ¨²nica.

Pero Borrell, hombre de formaci¨®n ingeniera y alma econ¨®mica, record¨® que ¡°una parte importante de la prosperidad [de la UE] se ha construido en torno a la energ¨ªa barata de Rusia y el comercio con China mientras la seguridad ven¨ªa de Estados Unidos¡±. ¡°El error estrat¨¦gico fue poner la energ¨ªa en manos de un proveedor tan poco fiable como Putin¡±, dijo el alto representante europeo, que respald¨® la necesaria b¨²squeda de otras fuentes como paso imprescindible para asegurar la independencia y la libertad de Ucrania, ¡°que tambi¨¦n la de la UE¡±. A su juicio, Putin no ha logrado dividir la UE; ¡°pero, cuidado, hay un l¨ªder europeo que llama a un refer¨¦ndum para proponer que no se renueven las sanciones a Rusia¡±, afirm¨® refiri¨¦ndose al h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n.

Aunque, a su entender, hay grietas, destac¨® que gracias a esa unidad la UE ha podido pasar de un 40% del gas importado de Rusia a un 10% en tres meses, adem¨¢s de reducir a cero el carb¨®n y el petr¨®leo. Precisamente por eso no quiso Borrell dejar pasar el momento sin lamentar la postura de la OPEP, que ha aprobado el recorte de la producci¨®n de crudo en dos millones de barriles diarios a partir de noviembre en plena crisis. Esta decisi¨®n, bajo el argumento de que se ha tomado para bajar los precios ante una desaceleraci¨®n de la demanda y la liberaci¨®n de reservas por parte de EE UU, lo ¨²nico que ha hecho es exacerbar la crisis y generar confusi¨®n y cabreo de EE UU, que hab¨ªa hecho una petici¨®n expresa a Arabia Saud¨ª de que no recortara la producci¨®n. No se descartan represalias por lo que se entiende una ayuda a Rusia.

Tambi¨¦n resalt¨® el poder¨ªo econ¨®mico de China, con especial menci¨®n a su creciente presencia en Latinoam¨¦rica, donde ha desplazado a las inversiones europeas (sobre todo, espa?olas) y la necesidad de repensar las relaciones con dicho pa¨ªs ¡°con lo que implica ser a la vez socios, rivales y competidores¡±. La llamada de atenci¨®n de Borrell se produce en un contexto nacional en el que el Consejo de ministros acaba de aprobar el plan de ahorro energ¨¦tico. Este supone un impulso para lograr los objetivos de asegurar la seguridad energ¨¦tica y bajar los precios, sobre todo a grupos de consumidores necesitados. Las medidas se enfocan en las tres vertientes que pide Europa: ahorro, eficiencia y fomento de las energ¨ªas renovables. Su cumplimiento ayudar¨¢ sin duda a la lucha contra la crisis. Existe el convencimiento de que son necesarias, aunque eso suponga algunas decisiones dr¨¢sticas contra las empresas del sector, a las que, por otra parte, se les pide que hagan esfuerzos de colaboraci¨®n p¨²blico-privada.