Europa se rompe

Tras la crisis de 2008, nos dijeron que refundar¨ªan el capitalismo. Nunca ocurri¨®: los pobres se hicieron m¨¢s pobres y los ricos, m¨¢s ricos. En lo peor de la pandemia de la covid-19, nos prometieron salir juntos y mejores. Tampoco fue as¨ª: de nuevo hubo ganadores, perdedores y una nueva normalidad que fue de todo menos normal. Ahora, con la guerra en Ucrania, afirman que la Uni¨®n Europea por fin est¨¢ unida en un frente com¨²n, m¨¢s motivados que nunca como miembros de la OTAN.

Pero un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) dice todo lo contrario. Se titula Paz contra Justicia: la pr¨®xima divisi¨®n europea. En ¨¦l se explica que existe un primer grupo de personas, ¡°Paz¡±, que opina que la pol¨ªtica europea debe estar orientada a terminar la guerra cuanto antes, pese a que Ucrania tenga que hacer concesiones. El segundo grupo, ¡°Justicia¡±, considera que la guerra debe aumentar su duraci¨®n e intensidad tanto como sea necesario con el objetivo de castigar a Rusia, ¡°incluso si ello conduce a m¨¢s sufrimiento humano¡±. El ECFR les ha llamado ¡°Justicia¡±, aunque suene m¨¢s bien a venganza. Y no se crean que el grupo ¡°Paz¡± no condena el ataque ruso, que simpatiza con Vlad¨ªmir Putin o que es contrario a enviar ayuda humanitaria a Ucrania y acoger a sus refugiados. La encuesta dice todo lo contrario. El grupo ¡°Paz¡± no es prorruso (pese a que ¡°Justicia¡± le acuse de ello), sino que teme por los ucranios, que ser¨¢n, a sus ojos, los que m¨¢s sufran la guerra. El grupo ¡°Justicia¡± cree (?o desea?) que Rusia sufrir¨¢ m¨¢s. Pero tanto ¡°Justicia¡± como, sobre todo, ¡°Paz¡± est¨¢n convencidos de que el verdadero perdedor internacional ser¨¢ la Uni¨®n Europea, en provecho de Estados Unidos y China. Estamos, diga lo que diga Josep Borrell, ante el gran momento euroesc¨¦ptico.

Seg¨²n expone el trabajo, el grupo ¡°Paz¡± muestra la opini¨®n mayoritaria entre la gente de toda Europa, aunque el grupo ¡°Justicia¡± le pise los talones. El resto de la poblaci¨®n se divide entre indecisos y poco informados, en cuyas manos est¨¢ darle la victoria a ¡°Paz¡± o a ¡°Justicia¡±. Pero lo verdaderamente rese?able de todo esto es la ruptura entre la opini¨®n de la mayor¨ªa (¡°Paz¡±) y la posici¨®n de nuestros gobiernos (¡°Justicia¡±). En Espa?a, apenas hemos escuchado voces pol¨ªticas de ¡°Paz¡± a trav¨¦s del regionalista Miguel ?ngel Revilla, alg¨²n independentista y un par de diputados comunistas. Por lo dem¨¢s, la opini¨®n m¨¢s popular es perseguida y difamada por todo el arco pol¨ªtico y el resto de poderes, del econ¨®mico al medi¨¢tico. La gente lo nota: la mayor parte de europeos manifiesta en esta investigaci¨®n que las ¨¦lites le dedican mucho m¨¢s tiempo a la guerra que a los problemas de sus propios ciudadanos, como la pobreza energ¨¦tica o la escalada de precios b¨¢sicos.

Pero la ruptura no es solo entre gobernados y gobernantes, sino en el seno de la Uni¨®n Europea, que vuelve a estar dividida entre dos bloques de pa¨ªses. Antes eran los pa¨ªses austeros del Norte contra los pa¨ªses derrochadores del Sur. Ahora, tanto alemanes como italianos prefieren ¡°Paz¡±. Contrarios a ella, un bloque liderado por Polonia y el Reino Unido (los dos ¨²nicos pa¨ªses donde ¡°Justicia¡± es la opini¨®n mayoritaria), que pretenden arrastrar a Europa (a¨²n m¨¢s) hacia esa ¡°Justicia¡±. Es decir, hacia la ruina y la tercera guerra mundial nuclear.