El gas sacude las cuentas de Vidrala
Los amplios m¨¢rgenes de beneficio de la vidriera se estrechan debido a los altos costes de la energ¨ªa. Su plan para afrontar la inflaci¨®n incluye subidas de precios y el uso de fueloil
Si hay algo que detestan en cualquier industria pesada es que el mundo se vuelva imprevisible. En la empresa alavesa Vidrala, que produce 8.000 millones de envases al a?o, no est¨¢n acostumbrados a manejar situaciones tan vol¨¢tiles como la actual. El grupo vidriero, que b¨¢sicamente hace botellas de vino y cerveza, tarros para alimentaci¨®n o envases de aceite, tiene ocho f¨¢bricas en Espa?a, Portugal, el Reino Unido e Italia, y en todas se est¨¢ encontrando con el mismo problema: su proceso continuo de trabajo a temperaturas de unos 1.600 grados que hasta ahora alimentaba con gas natural ha desbaratado sus confortables m¨¢rgenes de beneficio. Y eso, a su vez, ha hecho caer la cotizaci¨®n este a?o un 12%. Vidrala vale en Bolsa 2.200 millones de euros.
El director financiero, Ra¨²l G¨®mez, explica que su fuente de energ¨ªa hoy no es otra que un combustible f¨®sil. ¡°No hay alternativas inmediatamente electrificables como tienen otras industrias. Tampoco podemos parar la producci¨®n. Tenemos un reto, que es la electrificaci¨®n del proceso productivo, pero no es f¨¢cil avanzar ahora lo que no se ha avanzado en 100 a?os por las temperaturas de fusi¨®n que necesitamos¡±. De modo que sus costes de energ¨ªa, que hist¨®ricamente representaban el 15% del total a un precio medio del megavatio de entre 15 y 20 euros en la ¨²ltima d¨¦cada, se han disparado (a veces con una oscilaci¨®n diaria de 100 euros), y eso son muchos millones cuando consumes el equivalente a cuatro teravatios (TW) anuales. En comparaci¨®n, la energ¨ªa que necesitan para sus botellas representa el 1% de todo el gas que se utiliza en Espa?a, en hogares y empresas. ¡°Los precios han empezado a relajarse, pero todav¨ªa estamos muy por encima de la media hist¨®rica. A los niveles actuales y excluyendo medidas de protecci¨®n, el gas ha pasado a pesar casi un 50% de nuestros costes¡±, explica G¨®mez.
Con 3.500 empleados en plantilla, producir cada botella les cuesta el doble, dicen, y solo han conseguido trasladar un tercio del incremento a los precios de venta, y eso que la demanda se est¨¢ comportando bien, por encima de los niveles prepandemia. Entre enero y septiembre sus ventas crecieron un 24%, superando por poco los 1.000 millones, pero el resultado de explotaci¨®n descendi¨® un 30%, a 159 millones. De su base de m¨¢s de 2.000 clientes, un 10% son responsables del 30% de las compras. En ese top est¨¢n grandes compa?¨ªas multinacionales del sector de la cerveza, refrescos, espirituosos y bodegas.
Esta crisis les impacta en un momento relativamente bueno: sus m¨¢rgenes de beneficio antes de impuestos estaban el a?o pasado por encima del 25% (han descendido al 15%), con una deuda relativamente moderada (de 165 millones, 0,8 veces el ebitda), y con f¨¢bricas relativamente j¨®venes. ¡°Hay que analizar esos m¨¢rgenes en proporci¨®n con la intensidad de capital del sector. Tenemos que hacer recurrentemente fuertes inversiones de mantenimiento, adaptaci¨®n a la transici¨®n energ¨¦tica, I+D... como m¨ªnimo son del 10% de nuestras ventas. En la industria vidriera los m¨¢rgenes tienen que estar por encima del 20%, si no esta industria no ser¨ªa rentable¡±, explica el director financiero. Cerca de un 40% de la energ¨ªa que consumen est¨¢ protegida en precios por derivados financieros, pero son instrumentos que no se toman a m¨¢s de un a?o vista, ¡°con lo cual, tarde o temprano te vas a precios de mercado¡±.
Los precios del vidrio en 2023 seguir¨¢n subiendo, advierten, mientras tratan de renegociar con suministradores de energ¨ªa precios fijos menores. Est¨¢n convencidos de que los costes de aprovisionamiento de gas de grandes compa?¨ªas de energ¨ªa son inferiores a lo que marca el mercado, de modo que estar¨ªan aprovech¨¢ndose de la situaci¨®n. ¡°Aqu¨ª tenemos una agria queja, ellos tienen m¨¢rgenes crecientes y nosotros decrecientes, y eso no es sano¡±. Las ayudas del Estado, como la excepci¨®n ib¨¦rica, les parecen interesantes, pero les benefician solo parcialmente, porque limitan los precios del gas para la producci¨®n el¨¦ctrica. Para presionar a las compa?¨ªas y abaratar su factura han optado por una medida extempor¨¢nea y nada ecol¨®gica: quemar fueloil para calentar sus hornos. Admiten que es una decisi¨®n ineficiente y log¨ªsticamente compleja, porque necesitan hacer llegar a sus f¨¢bricas di¨¦sel l¨ªquido en contenedores. ¡°El aumento de emisiones ha sido muy reducido, todo lo hemos hecho explic¨¢ndoles a las autoridades que lo hacemos por causas de fuerza mayor, no por deseo¡±. Una medida a la desesperada que se mantendr¨¢ durante el tiempo en que el gas natural se mantenga caro. Mientras esperan que act¨²e el Estado: ¡°Ojal¨¢ pronto el Gobierno nos ayude interviniendo los mercados del gas, como ha hecho el Reino Unido, y las utilities nos ofrezcan precios con descuento¡±.
Hornos, s¨ªlice y dividendos
La transición energética tiene su parte buena para Vidrala: el plástico cede paso al vidrio. Además, los hogares reducen el número de miembros y demandan más recipientes que sean más pequeños. Los fabricantes, por su parte, piden botellas igual de resistentes pero más ligeras, de modo que el transporte se abarata. Y el reciclaje también tiene mucho que mejorar. Ahora el 48% de sus botellas proceden de otras recicladas, que usan menos energía porque su temperatura de fusión es menor. Para el resto utilizan harina de sílice que se transforma en hornos con una vida útil de entre 14 y 15 años y que cuestan unos 30 millones cada uno. Sus fábricas, globalmente, no son ni muy jóvenes ni ancianas: están en una media de 7,5 años. Por todo ello casi ponen la mano en el fuego para garantizar a los accionistas que seguirán dando dividendos.
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