?Sobrevivir¨¢n las criptomonedas?
FTX es el mayor esc¨¢ndalo hasta el momento, pero, lamentablemente, no parece que vaya a ser el ¨²ltimo
El espectacular derrumbe de FTX, el criptoimperio de 32.000 millones de d¨®lares del ni?o prodigio Sam Bankman-Fried, parece encaminado a convertirse en una de las grandes debacles financieras de la historia. Con una trama llena de famosos, pol¨ªticos, sexo y drogas, los productores de pel¨ªculas y documentales tienen futuro asegurado. Pero parafraseando a Mark Twain, si hablamos de las criptomonedas en s¨ª, los rumores acerca de su muerte son muy exagerados.
Es verdad que la p¨¦rdida de confianza en las plataformas de intercambio, como FTX ¡ªque en esencia son intermediarios financieros para las cripto¡ª, augura una firme depreciaci¨®n de los activos subyacentes. La inmensa mayor¨ªa de las transacciones con bitcoins se hacen fuera de cadena en esas plataformas, no en la cadena de bloques de la tecnolog¨ªa bitcoin en s¨ª. Las plataformas act¨²an como intermediarios financieros, que son mucho m¨¢s convenientes, est¨¢n al alcance de usuarios sin grandes conocimientos t¨¦cnicos y no consumen tanta energ¨ªa.
El surgimiento de las plataformas de intercambio fue un importante factor en la revalorizaci¨®n de las criptomonedas, mientras que las medidas de regulaci¨®n estrictas que se est¨¢n estudiando provocar¨¢n p¨¦rdida de valor de los tokens subyacentes. No extra?a entonces que los precios del bitcoin y del ethereum se hayan derrumbado.
Pero un mero ajuste de precios no es el fin del mundo. La pregunta pertinente es si el lobby cripto podr¨¢ contener el da?o. Y hasta ahora, el uso que han hecho del dinero es elocuente: en Estados Unidos, Bankman-Fried don¨® 40 millones de d¨®lares al Partido Dem¨®crata y Ryan Salame (tambi¨¦n de FTX) dio 23 millones a los republicanos. Tanta generosidad ayud¨® sin duda a convencer a los reguladores en todo el mundo de adoptar una actitud de ¡°esperar y ver¡± antes de regular las criptomonedas ¡ªpara que no se los viera como obst¨¢culos a la innovaci¨®n¡ª. Pues bien, ya han esperado; tras el derrumbe de FTX, s¨®lo resta pedir que hayan visto.
Pero ?qu¨¦ decisi¨®n tomar¨¢n? Lo m¨¢s probable es que introduzcan mejoras en la regulaci¨®n de las plataformas de intercambio centralizadas ¡ªempresas que ayudan a la gente a conservar y comerciar criptomonedas ¡°fuera de cadena¡±¡ª. Sin importar lo que uno piense sobre el futuro de las cripto, resulta asombroso que intermediarios financieros cuyo valor asciende a varios miles de millones de d¨®lares est¨¦n exentos de los requisitos de contabilidad habituales.
Por supuesto que para las empresas habr¨¢ costes de cumplimiento normativo, pero una regulaci¨®n eficaz puede restaurar la confianza, y eso beneficiar¨¢ a las firmas honestas ¡ªque sin duda son la mayor¨ªa, al menos en t¨¦rminos de volumen agregado¡ª. Incluso puede ocurrir que el aumento de la confianza en las plataformas que quedan lleve a una apreciaci¨®n de las criptomonedas, aunque mucho depender¨¢ del efecto que sobre la demanda tengan las exigencias regulatorias, en particular lo referido a la identificaci¨®n de los participantes. No hay que olvidar que hoy las principales transacciones con criptomonedas tal vez sean remesas de pa¨ªses ricos a econom¨ªas en desarrollo y emergentes y fuga de capitales en la otra direcci¨®n. En ambos casos, el deseo de los participantes de evitar controles e impuestos confiere m¨¢s valor al anonimato.
Por otra parte, Vitalik Buterin, cofundador de la cadena de bloques Ethereum y uno de los pensadores m¨¢s influyentes de la industria cripto, ha dicho que la ense?anza real del derrumbe de FTX es que las criptomonedas tienen que volver a sus ra¨ªces descentralizadas. Aunque plataformas centralizadas como FTX facilitan la posesi¨®n y compraventa de criptomonedas, el coste impl¨ªcito es que le abren la puerta a la corrupci¨®n gerencial ¡ªcomo en cualquier firma financiera convencional¡ª. La descentralizaci¨®n puede aumentar la vulnerabilidad a ataques, pero hasta ahora las mayores criptomonedas, como el bitcoin y el ethereum, han mostrado resiliencia.
El problema de s¨®lo tener plataformas de intercambio descentralizadas es su ineficiencia en comparaci¨®n con, por ejemplo, Visa y Mastercard, o con las transacciones bancarias normales en las econom¨ªas avanzadas. Plataformas centralizadas como FTX democratizaron el ¨¢mbito cripto y permitieron a gente com¨²n, sin conocimientos t¨¦cnicos, invertir y hacer transacciones con criptomonedas. No es imposible que con el tiempo se encuentren modos de replicar las ventajas de las plataformas centralizadas en materia de velocidad y coste. Pero como no parece que vaya a suceder en un futuro cercano, cuesta imaginar por qu¨¦ alguien que no se dedique a la evasi¨®n fiscal o regulatoria (por no hablar de actividades delictivas) querr¨ªa usar las cripto, algo en lo que vengo insistiendo hace mucho.
Tal vez los reguladores deber¨ªan tratar de que se llegue a un equilibrio descentralizado, obligando a las plataformas a conocer la identidad de cualquier entidad con la que hagan transacciones, incluso en la cadena de bloques. Puede parecer una medida inofensiva, pero dificultar¨ªa en gran medida hacer transacciones en la cadena de bloques an¨®nima en representaci¨®n de los clientes de las plataformas.
Es verdad que existen alternativas basadas en el an¨¢lisis de cadena que permiten hacer un examen algor¨ªtmico de los ingresos y egresos de una billetera (cuenta) de bitcoins y, en algunos casos, revelar la identidad subyacente. Pero si esto bastara y pudiera eliminarse hasta el ¨²ltimo vestigio de anonimato, cuesta imaginar de qu¨¦ manera las cripto podr¨ªan competir con otras opciones de intermediaci¨®n financiera m¨¢s eficientes.
Finalmente, en vez de prohibir a los intermediarios, puede ocurrir que muchos pa¨ªses apelen a la prohibici¨®n lisa y llana de cualquier transacci¨®n con criptomonedas ¡ªcomo ya han hecho China y un pu?ado de econom¨ªas en desarrollo¡ª. Ilegalizar el bitcoin, el ethereum y otras criptomonedas en general no evitar¨¢ todas las transacciones, pero sin duda pondr¨¢ l¨ªmites al sistema. El mero hecho de que China haya sido uno de los primeros pa¨ªses en hacerlo no implica que sea un error, sobre todo cuando uno sospecha que la mayor parte de las transacciones involucra evasi¨®n impositiva o actividades delictivas ¡ªcomo sucede con los billetes de alta denominaci¨®n como el de 100 d¨®lares¡ª.
Es probable que con el tiempo muchos otros pa¨ªses sigan el ejemplo de China. Pero no es de esperar que el actor m¨¢s importante, Estados Unidos, cuya regulaci¨®n en el ¨¢rea de las criptomonedas es d¨¦bil y fragmentaria, introduzca grandes cambios en un futuro cercano. Tal vez FTX sea el mayor esc¨¢ndalo de las cripto hasta el momento; lamentablemente, no parece que vaya a ser el ¨²ltimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.