Egipto mete sus debilidades debajo de la alfombra
La tasa de crecimiento del pa¨ªs norteafricano se mantiene alta pese a la fragilidad de su moneda, la alta deuda y la necesidad de financiaci¨®n externa
A pesar de las fuertes turbulencias que est¨¢ atravesando la econom¨ªa global, los libros de cuentas oficiales de Egipto muestran algunos datos sorprendentes, y uno de los que m¨¢s asombro genera es el del crecimiento de su econom¨ªa. Seg¨²n las cifras preliminares del Gobierno, la econom¨ªa se expandi¨® un 4,4% en el primer trimestre del a?o fiscal en curso, que arranc¨® en julio, y su previsi¨®n es alcanzar el 5% cuando termine. Aunque ligeramente menos optimistas, organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) barajan tambi¨¦n unos n¨²meros parecidos.
Fuera de estos c¨ªrculos oficiales, sin embargo, se impone la precauci¨®n, los matices y las dudas. Tradicionalmente, el crecimiento econ¨®mico de Egipto lo han impulsado sectores como las inversiones p¨²blicas, en gran medida sustentadas sobre la deuda p¨²blica; la industria extractiva, las exportaciones, el turismo y el consumo interno, apoyado por las remesas. Pero el impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania sobre los mercados financieros, las cadenas de suministro y los precios de alimentos y energ¨ªa han puesto a Egipto contra las cuerdas y plantean inc¨®gnitas sobre qu¨¦ impulsa ahora ese crecimiento.
En 2022, Egipto ha sufrido una fuga de capitales de su mercado de deuda pr¨®xima a los 23.000 millones de d¨®lares. La presi¨®n sobre su moneda ha obligado al Banco Central a devaluarla dos veces, ¨¦sta ha perdido un 57% de su valor frente al d¨®lar desde marzo, y no se descarta otra crisis cambiaria. La inflaci¨®n en noviembre alcanz¨® el 18,7%, la m¨¢s alta en casi cinco a?os. Y seg¨²n el ¨ªndice de gestores de compras (PMI) de S&P Global, el sector privado lleva contray¨¦ndose desde hace dos a?os, empujado en parte los ¨²ltimos meses por unas severas restricciones a las importaciones adoptadas para proteger las limitadas reservas de divisa extranjera del pa¨ªs.
Explicar el crecimiento econ¨®mico egipcio en este contexto parece requerir, al menos, ciertos malabares contables. Ramona Moubarak, jefa de riesgos de los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo y el norte de ?frica en Fitch Solutions, se?ala que la proyecci¨®n del 5% para este a?o se producir¨ªa despu¨¦s de una expansi¨®n del 6,6% el curso anterior. Adem¨¢s, Moubarak indica que sus pron¨®sticos de crecimiento se basan en el consumo privado, el p¨²blico, la inversi¨®n y las exportaciones netas; de modo que solo encuentra una posibilidad para explicar el 4,4% registrado en el ¨²ltimo trimestre: comprimir de forma dr¨¢stica las importaciones. ¡°Las exportaciones netas son [el resultado de] las exportaciones menos las importaciones. Si las importaciones se contraen [hasta el punto en el que] restas de las exportaciones un n¨²mero negativo de importaciones, te dar¨¢ una contribuci¨®n positiva al crecimiento. Son tecnicismos, pero es la ¨²nica explicaci¨®n¡±, dice.
Callee Davis, economista de Oxford Economics Africa especializada en Egipto, apunta que las previsiones de crecimiento de El Cairo y de las instituciones multilaterales son mucho m¨¢s optimistas que las suyas, que contemplan una ralentizaci¨®n hasta el 0,5% este a?o fiscal. En esta l¨ªnea, considera que el contexto econ¨®mico mundial adverso, un frenazo del consumo por los altos niveles de inflaci¨®n y de tipos de inter¨¦s y los efectos de la guerra en Ucrania sobre el turismo hacen ¡°poco realistas¡± las proyecciones oficiales.
Adem¨¢s, Davis expresa cierto escepticismo ¡ªuna sensaci¨®n que parece cada vez m¨¢s extendida entre observadores y expertos¡ª acerca de las cifras oficiales. ¡°Los datos de crecimiento del PIB real y las cifras del PMI han sido divergentes desde hace bastante, con un crecimiento del PIB real repetidamente superior a las cifras del PMI. Esto nos ha llevado a cuestionar la exactitud de las cifras de crecimiento del PIB real. El Ministerio de Planificaci¨®n tambi¨¦n revis¨® recientemente sus estimaciones de crecimiento del PIB real para eliminar una recesi¨®n estimada anteriormente, en el primer semestre de 2022, lo que plantea algunas dudas sobre la fiabilidad de los datos¡±, desliza.
A todas estas discrepancias se suma el hecho de que el crecimiento econ¨®mico de Egipto ha sido tradicionalmente desigual. La ¨²ltima tasa de pobreza que se ha hecho p¨²blica, por ejemplo, era del 29,7% hace tres a?os, aunque tambi¨¦n aqu¨ª hay cierto truco: el umbral en Egipto est¨¢ fijado en 10.300 libras al a?o (unos 400 euros al cambio actual), muy por debajo del umbral de pobreza extrema del Banco Mundial, fijado en unos 744 euros. La tasa de desempleo, por otro lado, se situ¨® en el 7,4% en el tercer trimestre de 2022. Pero la tasa de poblaci¨®n activa es solo del 42,7%, y el desempleo se concentra entre mujeres y j¨®venes.
¡°[El Cairo] siempre ha hablado de la cantidad del crecimiento, pero se ha debatido muy poco sobre su calidad, su sostenibilidad y sus fuentes¡±, explica el analista pol¨ªtico Maged Mandour. ¡°Aunque la econom¨ªa ha crecido, la pobreza tambi¨¦n ha aumentado de forma dr¨¢stica. As¨ª que no es un crecimiento sano y sostenible¡±, agrega.
Cambio de rumbo
La prueba m¨¢s clara de la crisis que atraviesa Egipto sea cual sea su crecimiento econ¨®mico es el cambio de rumbo que el Gobierno se ha visto forzado a realizar, as¨ª como las ayudas ¡ªcon regusto a rescate¡ª que ha tenido que pedir. De esta forma, el Ejecutivo ha venido a reconocer que su modelo sustentado en la deuda p¨²blica no era sostenible y ha anunciado que su nueva hoja de ruta se basar¨¢ en tres pilares: privatizaciones, inversiones extranjeras y exportaciones.
Mientras tanto, Egipto ha conseguido que Arabia Saud¨ª, Qatar y Emiratos ?rabes Unidos le hayan prometido 22.000 millones de d¨®lares en dep¨®sitos en el Banco Central y, sobre todo, en inversiones. El Cairo se ha asegurado asimismo un pr¨¦stamo de 3.000 millones con el FMI (el cuarto desde 2016, con un valor total de casi 23.000 millones). Y este ¨²ltimo deber¨ªa permitirle acceder a 5.000 millones adicionales de otras instituciones crediticias, as¨ª como a 1.000 millones m¨¢s de otra l¨ªnea de cr¨¦dito del FMI.
Pese a la lluvia de millones, Arabia Saud¨ª, Emiratos y el FMI, que han sido los principales aliados econ¨®micos de las autoridades egipcias desde 2013, est¨¢n dejando entrever un creciente malestar con la gesti¨®n de El Cairo. Ahora su dinero ha dejado de llegar, como anta?o, en forma de cheques en blanco para hacerlo con condiciones m¨¢s estrictas, mayor escrutinio, y concesiones delicadas, como la venta de activos estrat¨¦gicos. Un cambio de guion que deja a Egipto en una situaci¨®n de gran fragilidad. ¡°Pueden hablar todo lo que quieran de crecimiento¡±, sentencia Mandour. ¡°Pero ahora no creo que enga?en a nadie¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.