Redada en las oficinas de las ¡®Big Four¡¯: ?impulso de la fallida desconexi¨®n digital?

El pasado 15 de noviembre, la Inspecci¨®n de Trabajo lanz¨® una actuaci¨®n simult¨¢nea en las oficinas de Madrid de Deloitte, PwC, EY y KPMG, las cuatro grandes consultoras tambi¨¦n conocidas como Big Four, seg¨²n adelant¨® este lunes El Confidencial. El departamento de Yolanda D¨ªaz buscaba comprobar si se respetan las jornadas laborales de los empleados y si se les pagan o compensan las horas extraordinarias. La redada sorprendi¨® a las firmas y ha generado revuelo en el sector de los servicios profesionales, incluidos los grandes despachos de abogados.

Es ¡°vox populi¡±, se?ala Adri¨¢n Todol¨ª, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Valencia, que ¡°estas grandes marcas no tienen en cuenta los l¨ªmites legales sobre jornada m¨¢xima¡±. Los sindicatos lo han denunciado p¨²blicamente. Seg¨²n cuenta Ra¨²l de la Torre, responsable del sector de consultor¨ªa y TIC de CCOO, los afiliados se quejan de jornadas maratonianas sistem¨¢ticas de 12, 14 y ¡°hasta 20 horas¡±. ¡°Desde 2008, las condiciones no han hecho sino que empeorar en el sector y tambi¨¦n en estas empresas¡±, afirma. ¡°Con el caramelo de que puede suponer un salto en su carrera, algunos parten de 16.000 euros anuales¡±.

Una consecuencia colateral de la actividad de la inspecci¨®n es el impulso del derecho a la desconexi¨®n digital, opina Javier Mourelo, director de personas de RSM Spain, una firma de auditor¨ªa y asesor¨ªa de empresas. La ley que proh¨ªbe molestar a los trabajadores con llamadas o emails fuera de su jornada es de hace m¨¢s de cuatro a?os, pero, seg¨²n una encuesta de Adecco de junio de 2022, el 45% de los empleados se lleva trabajo a casa una media de tres d¨ªas a la semana. ¡°Tenemos una norma de desconexi¨®n digital que pr¨¢cticamente no se cumple¡±, afirma Todol¨ª. Sobre el papel, una infracci¨®n que afecte al descanso puede suponer una multa de hasta 7.500 euros. Adem¨¢s, la inspecci¨®n requerir¨¢ o sancionar¨¢ por las horas de m¨¢s no pagadas.

La Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de Datos y el Estatuto de los Trabajadores (ET) consagran el derecho a no tener que conectarse fuera del horario laboral para blindar el descanso y la intimidad del empleado. ¡°Si se le obliga a contestar un email o una llamada, eso es una hora extra que tiene que compensarse o pagarse, y que cotiza a la Seguridad Social¡±, agrega Ana Ercoreca, presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y de Seguridad Social. Cuando el empleado sigue trabajando en casa a la vuelta de la oficina, puntualiza la inspectora, ¡°es una prolongaci¨®n de jornada¡±. Para demostrarlo, apunta, se puede comprobar la conexi¨®n VPN a la red de la compa?¨ªa o los correos electr¨®nicos y mensajes por WhatsApp.

Los tribunales van poco a poco dibujando el contenido y los l¨ªmites de este derecho a la vez que cada vez m¨¢s convenios colectivos incluyen protocolos para garantizarlo. Por ejemplo, promoviendo la configuraci¨®n de env¨ªo retardado de los correos electr¨®nicos. Entre la casu¨ªstica analizada, la justicia madrile?a ha puntualizado que hacer un curso de formaci¨®n online fuera del horario normal no vulnera la desconexi¨®n si es parte del tiempo de trabajo. Ahora bien, las horas laborales tienen un tope.

El Estatuto de los Trabajadores limita las horas extraordinarias a 80 al a?o (descontando las compensadas con descanso). Adem¨¢s, hay que respetar los reposos m¨ªnimos, que entre jornadas es de 12 horas. El incumplimiento continuado de la normativa sobre jornada laboral no solo puede afectar a la salud de los empleados, sino que tiene una derivada econ¨®mica. Como expone Ercoreca, con las comprobaciones del registro horario ¡°se han podido aflorar horas extra no remuneradas ni cotizadas¡±. Un agujero en el bolsillo del asalariado y de la Seguridad Social. Adem¨¢s, apostilla Todol¨ª, lo suyo es que, si la carga de trabajo rebasa, se contrate a m¨¢s personal y se cotice por ¨¦l.

M¨¢s all¨¢ del temor a las posibles multas por incumplir la legalidad vigente, el sector de los servicios profesionales se enfrenta al reto de adaptarse a las condiciones que reclaman los trabajadores para conseguir atraer y retener al mejor talento. La lucha en este terreno, reconoce Javier Mourelo, ¡°es cada vez mayor¡±. Desde hace dos o tres a?os hay ¡°m¨¢s ofertas de empleo cualificado que demandantes con el perfil de competencias y conocimientos necesarios¡±.

Conciliar

Las compa?¨ªas deben asimilar que las nuevas generaciones de trabajadores no est¨¢n dispuestas a vender su alma por un sueldo m¨¢s o menos elevado. Quieren poder conciliar. Como se?ala Marta del Coto, responsable de la oficina de Barcelona de Iterlegis, una firma especializada en el reclutamiento de abogados para despachos y empresas, ¡°las largas jornadas repelen en gran parte al talento joven, mucho menos alineado con esta tradici¨®n ancestral de lo que lo est¨¢n las secciones m¨¢s altas de la pir¨¢mide, que ya son rehenes de sus altas remuneraciones, y la promesa de un cada vez m¨¢s complicado acceso al partnership¡±.

Las firmas que no se adapten a este cambio estructural, opina Mourelo, ¡°tendr¨¢n enormes dificultades¡±. Para posicionarse, se?ala, deben ser atractivas y ofrecer flexibilidad ¡°de verdad¡± y premiar a sus mejores profesionales. El director de personas en RSM tambi¨¦n advierte de que hay que ¡°vigilar muy de cerca los niveles de rotaci¨®n¡±. Con este horizonte, Mourelo augura que la desconexi¨®n digital real llegar¨¢ al sector antes de cinco a?os. Del Coto, en cambio, se muestra ¡°moderadamente esc¨¦ptica¡± sobre un cambio dr¨¢stico, pues ¡°lo que subyace bajo esta cultura es una rentabilidad por profesional inigualable¡±.