C¨®mo un inversor de Carabanchel con varios r¨¦cord Guinness de nataci¨®n peg¨® un pelotazo de 100 millones de euros con Clicars
Pablo Fern¨¢ndez iba para diplom¨¢tico y ahora es uno de los promotores de ¡®start-ups¡¯ m¨¢s exitosos de Espa?a
Pablo Fern¨¢ndez es, seg¨²n el libro Guinness de los r¨¦cords, la persona que ha tardado menos en nadar cinco kil¨®metros en mar abierto con unos grilletes en los pies. Y esto no es lo m¨¢s relevante de su biograf¨ªa. Nacido en Carabanchel (Madrid) hace 42 a?os, este nadador y, adem¨¢s, empresario ¡ªorden por el que ¨¦l se define¡ª recibe a Negocios, todav¨ªa con la marca de las gafas de nadar en la cara, en la sede de Clicars en Madrid. Fund¨® esta empresa de venta de coches online en 2016 y la vendi¨® el a?o pasado por m¨¢s de 100 millones de euros. Ahora, Fern¨¢ndez es socio y cofundador de Clikalia, una plataforma inmobiliaria tambi¨¦n online, y es uno de los inversores en start-ups, o business angel, m¨¢s reconocidos de Espa?a.
¡°Yo me siento nadador. Las empresas y los negocios van y vienen, pero lo que para m¨ª es constante es nadar¡±, cuenta despu¨¦s de sus 15 kil¨®metros a nado diarios en la peque?a piscina de corriente que se hizo instalar en el taller de repuestos de Clicars, y donde bati¨® uno de sus cuatro r¨¦cords Guinness. A falta de trasladar la piscina a un garaje cerca de su casa, vuelve todas las ma?anas a su antigua empresa para nadar 15 kil¨®metros a contracorriente. En las pausas de su entrenamiento, toma notas en el m¨®vil con las ideas que se le ocurren. Antes mandaba mensajes a sus empleados, pero se dio cuenta de que no daba buena imagen que se despertasen a las ocho de la ma?ana con 15 mensajes de su disciplinado jefe. Todos sus d¨ªas comienzan a las 5.15 con un caf¨¦ expreso.
Al o¨ªrle hablar de empresas, con los anglicismos propios del mundo en el que se mueve, y enfundado en su sudadera de Harvard, sorprende saber que Fern¨¢ndez estuvo a punto de ser funcionario. Despu¨¦s de un corto paso por la Facultad de Arquitectura de Alicante, decidi¨® estudiar Relaciones Internacionales para ser diplom¨¢tico. Como sus padres no se pod¨ªan permitir un preparador, un profesor le consigui¨® uno gratis. Con una condici¨®n: que hiciese unas pr¨¢cticas en la Asociaci¨®n de J¨®venes Empresarios de Madrid. ¡°Las pr¨¢cticas me cambiaron el chip¡±, cuenta. Con los 1.400 euros que cobr¨® aquel verano, mont¨® su primera empresa, un buscador de becas.
Hitos de precocidad
A partir de ah¨ª, su carrera profesional es un c¨²mulo de hitos de precocidad. Fue el primer graduado en la rama de Ciencias Pol¨ªticas en ser contratado por la consultora Boston Consulting Group (BCG). Para un diplomado en Relaciones Internacionales, el salto a la consultor¨ªa fue grande: ¡°En la entrevista, el socio me pregunt¨® cu¨¢l era el ebitda [resultado bruto de explotaci¨®n] de mi empresa, y yo no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ era eso¡±, admite entre risas. Despu¨¦s de un paso por la Escuela de Negocios de Harvard, le fich¨® el Banco Santander para su divisi¨®n estadounidense, donde lleg¨® a ser el vicepresidente ejecutivo m¨¢s joven de la historia de la entidad.
En Estados Unidos conoci¨® a otros emprendedores, como Juan de Antonio (Cabify), Pau Sabria (Olapic) o a su cofundador en Clicars, Carlos Rivera. Sumando los conocimientos de Rivera en el sector automovil¨ªstico a su experiencia financiera, y tras varios cambios de ideas, lanzaron la empresa: ¡°Fue un salto arriesgado. Mi abuela me dec¨ªa: ¡®Tanto estudiar y trabajar y ahora te vas a vender coches¡±. Su primera venta fue un Volkswagen Polo autom¨¢tico, el d¨ªa de A?o Nuevo: ¡°Dej¨¦ la comida familiar para gestionarlo. Hice un contrato que pon¨ªa ¡®cami¨®n¡±. La idea funcion¨®. Desde su fundaci¨®n, Clicars ha facturado m¨¢s de 500 millones de euros y es rentable desde su segundo a?o.
La imagen de Fern¨¢ndez nadando junto a tiburones, de la que presume en su tel¨¦fono m¨®vil, pone a tiro el s¨ªmil. ?l, sin embargo, reh¨²ye de ese apelativo. En uno de sus retos de nado en mar abierto se encontr¨® con un tibur¨®n. Despu¨¦s de la experiencia ¡°traum¨¢tica¡±, decidi¨® aprender sobre estos animales: ¡°Era m¨¢s un tema de enfrentar los miedos, no tanto el ser un tibur¨®n de los negocios, que es un s¨ªmil f¨¢cil¡±. ¡°Me define m¨¢s el so?ar con algo y trabajar muy duro. Fueron los valores que me ense?aron mis padres¡±. Su padre, exfutbolista y mec¨¢nico de aviones, y su madre, enfermera, dejaron sus trabajos para ayudar a los desfavorecidos como misioneros de la Iglesia. Esto, cuenta, tambi¨¦n le ha inspirado para participar en iniciativas sociales. Acaba de llegar de la India de visitar su proyecto social de retirada de pl¨¢stico, Oceans.club.
El factor suerte
Si hay una idea ¡ªadem¨¢s del trabajo duro¡ª a la que vuelve continuamente el empresario cuando habla de emprendimiento es la suerte. Por ejemplo, la pandemia fue una gran oportunidad para Clicars, un negocio online, que triplic¨® su facturaci¨®n mientras la venta de coches en Espa?a se hund¨ªa. ¡°Es importante ser consciente de que muchas de las cosas que consigues no dependen de ti. Pero tienes que hacer todo por el porcentaje que s¨ª¡±, recalca. ¡°Muchos ¨¦xitos de la vida dependen de la suerte¡±.
Fern¨¢ndez ha invertido en m¨¢s de una veintena de empresas ¡ª?como We Are Knitters, una exitosa start-up de productos de tejer¡ª y es el director en Europa del fondo de inversiones en start-ups de antiguos alumnos de Harvard. Es un inversor exigente: ¡°Yo invierto en la persona. Lo primero que busco es excelencia acad¨¦mica o profesional¡±. Despu¨¦s, que se la juegue por su idea ¡ª¡±Si no has puesto tus ahorros, no me pidas a m¨ª mi dinero¡±¡ª, pero que sea capaz de escuchar y pivotar sobre ella. Su estrategia de inversi¨®n ha cambiado con el tiempo. Ahora invierte por porcentajes m¨¢s grandes y pide un puesto en el consejo. Quiere que le escuchen.
Aunque reh¨²ye de la imagen del tibur¨®n de los negocios, Fern¨¢ndez est¨¢ lejos de ser el ¨²ltimo pez de la cadena alimentaria. Reconoce que el capitalismo es una jungla y rechaza que en Espa?a no exista la meritocracia. ¡°Hemos criado una generaci¨®n m¨¢s d¨¦bil¡±, defiende. ¡°Cuando yo empec¨¦, no ten¨ªa vacaciones y no lo ve¨ªa como algo malo. Eso se lo dices a un chaval ahora y no coge el puesto¡±. Es un nadador que ha trasladado a la empresa su ¨¦tica de trabajo: ¡°Yo s¨¦ que las tres horas que he nadado hoy ser¨¢n parte del pr¨®ximo r¨¦cord que bata¡±. Y concluye: ¡°La vida te ha dado unas cartas, deja de quejarte de la loter¨ªa y juega la puta partida¡±.
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