El gigante franc¨¦s Engie enfr¨ªa el optimismo: ¡°La crisis energ¨¦tica a¨²n no ha terminado¡±
Catherine MacGregor, consejera delegada de la segunda mayor el¨¦ctrica y gasista francesa, recuerda que cualquier contratiempo puede disparar de nuevo los precios
La consejera delegada de la segunda mayor el¨¦ctrica y gasista francesa, Catherine MacGregor (Sal¨¦, Marruecos, 50 a?os), llega antes de tiempo a la ¨²nica entrevista que conceder¨¢ en su visita a Madrid. Acaba de pronunciar una conferencia en el lujoso hotel Ritz y responde una docena de preguntas de Negocios en impecable ingl¨¦s barnizado con un inconfundible acento galo. Poco despu¨¦s se marchar¨¢ a visitar una nueva planta renovable, ep¨ªtome de su apuesta por Espa?a, uno de los pa¨ªses marcados en rojo en la agenda de expansi¨®n del gigante energ¨¦tico Engie, que dirige desde hace dos a?os.
Tras un 2022 marcado casi de principio a fin por dos palabras que hoy se conjugan pr¨¢cticamente en autom¨¢tico -crisis energ¨¦tica-, en las ¨²ltimas semanas se ha virado del pesimismo radical a un optimismo igualmente exacerbado. ?Ha terminado la crisis energ¨¦tica? Esa era una de las preguntas m¨¢s repetidas, entre bambalinas, en el reciente Foro de Davos, la reuni¨®n de la plana mayor de la econom¨ªa y las finanzas de todo el mundo. MacGregor llama a la prudencia: ¡°No, a¨²n no ha terminado. Si todos los agentes siguen trabajando para garantizar la seguridad de suministro, Europa podr¨¢ salir del paso el pr¨®ximo invierno. Pero no est¨¢ garantizado¡±.
La suya no es una voz cualquiera. Hablar de Engie es hablar de un transatl¨¢ntico energ¨¦tico: es la segunda el¨¦ctrica francesa, solo por detr¨¢s de la otrora todopoderosa EdF, y tambi¨¦n un operador relevante en el mercado gasista europeo. Su valor en Bolsa, m¨¢s 31.000 millones de euros, supera el de cualquier el¨¦ctrica espa?ola, salvo Iberdrola. Es, en fin, un coloso en plena fase de descarbonizaci¨®n, con el crecimiento org¨¢nico fuera de su mercado origen como prioridad y con el vast¨ªsimo potencial renovable espa?ol en el punto de mira.
En la actual coyuntura, su petici¨®n a Gobiernos, empresas y ciudadan¨ªa en general no podr¨ªa ser m¨¢s clara: ¡°no debemos aflojar esfuerzos, ni en el lado de la demanda ni en el de la oferta¡±, desliza la ejecutiva francesa, formada como ingeniera en la ?cole Centrale de Paris. ¡°No podemos olvidarlo: la situaci¨®n de este invierno [m¨¢s favorable de lo anticipado] es resultado de mucho trabajo: en infraestructura [regasificaci¨®n], en almacenamiento, en diversificaci¨®n de las importaciones... Sin eso, no estar¨ªamos donde estamos hoy; tenemos que continuar en esa misma l¨ªnea¡±.
Europa, dice, no tiene margen de error en 2023. ¡°No hay colch¨®n: si se rompe una terminal [de regasificaci¨®n], hay un problema en un compresor¡ El sistema es sensible a cualquier fallo¡±, desgrana la jefa de Engie. Solo hay que recordar, dice, lo que ocurri¨® en junio del a?o pasado, cuando la explosi¨®n en Freeport, una planta clave en EE UU -por mucho, el mayor productor de gas del planeta-, abri¨® a¨²n m¨¢s la caja de los truenos en el mercado mundial. ¡°Cualquier problema tendr¨ªa un efecto domin¨®¡±, recuerda.
Hay tres elementos m¨¢s de preocupaci¨®n a ojos de MacGregor. Primero, el rebote de la demanda asi¨¢tica, sobre todo tras la reapertura de la econom¨ªa china, que supondr¨¢ el regreso a escena del mayor competidor por el gas natural licuado (GNL, el gas que se transporta por barco y no por tubo): ¡°El atractivo europeo para los metaneros podr¨ªa disminuir, y eso se traducir¨ªa en menos gas llegando a Europa¡±. Segundo, lo que pueda ocurrir con la demanda a medida que la crisis energ¨¦tica va desapareciendo poco a poco de los titulares y se dispersa el factor miedo que ha imperado en los ¨²ltimos meses: ¡°Si la gente deja de prestar atenci¨®n, habr¨¢ problemas¡±. Y tercero, el reciente tope sobre el precio del gas en el mercado mayorista europeo: ¡°Tenemos que ser cuidadosos con las consecuencias no intencionadas de este tipo de medidas. Espero se est¨¦ analizando bien ahora, antes de que entre en vigor [el 15 de febrero] para mitigar cualquier riesgo¡±.
Presencia estatal
El Estado franc¨¦s es, de largo, el mayor accionista individual de Engie, con casi la cuarta parte del capital y m¨¢s de un tercio de los derechos de voto. Eso no impide, sin embargo, que MacGregor, tenga un discurso propio al hablar de la nuclear, la gran bandera energ¨¦tica de Emmanuel Macron y de todos sus predecesores en la V Rep¨²blica: ¡°Por s¨ª sola, no permitir¨¢ a Francia descarbonizarse¡±, sentencia. ¡°Vamos a necesitar renovables en el mix: no es un tema de decidir entre una y otra tecnolog¨ªa, necesitamos ambas y hay que a?adir tantos gigavatios libres de carbono como se pueda¡±.
La segunda econom¨ªa europea acumula importantes retrasos en el despliegue de la e¨®lica y de la solar fotovoltaica, y MacGregor lo reconoce. ¡°Vamos tarde respecto a nuestro objetivo de renovables. Y vemos c¨®mo otros pa¨ªses est¨¢n haciendo mucho m¨¢s, particularmente en e¨®lica marina¡±, desliza al tiempo que se declara ¡°admiradora¡± del Reino Unido en ese ¨¢mbito. ¡°Espero que Francia siga su ejemplo. Vamos tarde en renovables¡±, reitera sin abandonar en ning¨²n momento su tono pausado.
Engie no tiene ning¨²n papel en la operaci¨®n del enorme parque at¨®mico franc¨¦s, ¨ªntegramente en manos de EdF. Pero s¨ª gestiona, a trav¨¦s de su filial Electrabel, de los dos reactores cuya vida ¨²til acaba de prolongar una d¨¦cada el Gobierno belga. ?Puede ser un ejemplo a seguir por otros pa¨ªses europeos que, como Espa?a, tienen previsto cerrar sus centrales en los ¨²ltimos a?os o pesan m¨¢s los recientes problemas t¨¦cnicos en Francia? ¡°Es una decisi¨®n que les corresponde a ellos. Para Engie, la nuclear no es una prioridad estrat¨¦gica. Acompa?aremos a B¨¦lgica, porque somos un actor responsable e hist¨®rico all¨ª, pero la nuclear ya no est¨¢ en nuestro foco. Ya no. Nuestra prioridad es acelerar la transici¨®n energ¨¦tica y el desarrollo de las renovables: electricidad, gas¡¡±.
Esa fecha de caducidad de decenas de reactores at¨®micos en Europa en los pr¨®ximos a?os, sin embargo, coadyuva a una ¡°tensi¨®n de oferta¡± en los mercados el¨¦ctricos continentales que, dice, va para largo. ¡°Hay mucha potencia de carb¨®n en retirada y varios pa¨ªses han tomado la decisi¨®n de dejar atr¨¢s la nuclear¡ Son muchos los gigavatios que est¨¢n saliendo del sistema, y eso me lleva a pensar que la situaci¨®n en Europa seguir¨¢ siendo tensa durante a?os¡±.
?La soluci¨®n? ¡°Todo depende de nuestra capacidad de ejecutar el desarrollo masivo de renovables, de tecnolog¨ªas flexibles y de bater¨ªas que puedan complementarlas. Tambi¨¦n de nuestra habilidad colectiva para introducir mol¨¦culas verdes: no solo hay que electrificar, tambi¨¦n hay que desarrollar los gases verdes. Si no, chocaremos contra un muro¡±.
A la espera de que la Comisi¨®n Europea desvele su propuesta de reforma de los mercados el¨¦ctricos del Viejo Continente, MacGregor se apresura a pedir que sea ¡°una evoluci¨®n y no una revoluci¨®n: hay que ser cuidadosos y no sobrerregular¡±. Aunque generalizado, esa advertencia resuena especialmente en las que capitales que, como Madrid, m¨¢s se han movido para frenar la crecida de los precios y para devolver a la sociedad parte de los beneficios extraordinarios obtenidos por las energ¨¦ticas. Sus planes para Espa?a -duplicar sus 1,6 gigavatios de renovables actuales de aqu¨ª a 2026- siguen intactos, con un inter¨¦s especial en la hibridaci¨®n (e¨®lica y solar) y en la repotenciaci¨®n de parques. ¡°Por ahora no [cambia nada], pero seguimos atentos, sobre todo, a la estabilidad de los marcos de inversi¨®n a largo plazo. Es algo que miraremos con mucho detenimiento¡±.
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