David Card, premio Nobel de Econom¨ªa: ¡°La subida del salario m¨ªnimo no crea ni destruye valor, solo lo redistribuye¡±
El economista cree que se ha exagerado con la ¡®Gran Renuncia¡¯ y afirma que la inmigraci¨®n no tiene un efecto notable para los trabajadores nativos con una cualificaci¨®n similar a los reci¨¦n llegados
Corr¨ªa el a?o 1992 cuando el Estado de Nueva Jersey decidi¨® subir el salario m¨ªnimo, mientras que el vecino Pensilvania opt¨® por no tocarlo. Los economistas David Card y Alan Krueger compararon el impacto de la medida en los restaurantes de comida r¨¢pida de ambos territorios y llegaron a la conclusi¨®n ¡ªen contra de la tesis dominante hasta entonces¡ª de que un incremento de la retribuci¨®n m¨ªnima no destruye empleo. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de la publicaci¨®n del estudio, que se convirti¨® en una referencia e hizo c¨¦lebres a sus autores, Card recibi¨® el Premio Nobel de Econom¨ªa por sus investigaciones en los campos del trabajo, la inmigraci¨®n y las desigualdades.
Nacido en 1956 en una granja de la provincia canadiense de Ontario, Card es desde hace un cuarto de siglo catedr¨¢tico de la Universidad de California-Berkeley, a la que sigue yendo cada d¨ªa en bicicleta para esquivar el espeso tr¨¢fico de la bah¨ªa de San Francisco. Recientemente visit¨® Bilbao para participar en un encuentro (WorkInLan Summit) sobre el futuro del empleo organizado por el Gobierno vasco y la Fundaci¨®n Iseak y convers¨® con Negocios por videoconferencia.
Pregunta.?Su visita a Espa?a coincide con una subida del 8% en el salario m¨ªnimo. ?Qu¨¦ le parece?
Respuesta.?S¨¦ que el salario m¨ªnimo ha subido significativamente, pero no tengo una opini¨®n al respecto. Lo que s¨ª me sorprende es que sea tan bajo a pesar de las subidas. Para una persona que trabaje a tiempo completo apenas supone ocho euros a la hora.
P.??Subir el salario m¨ªnimo es perjudicial para el empleo?
R.?Desde que Krueger y yo publicamos nuestro estudio, hace 30 a?os, la mayor¨ªa de los an¨¢lisis rigurosos que se han hecho sobre el tema, con la misma metodolog¨ªa y m¨¢s fuentes de datos que el nuestro, muestran que no tiene efectos ni negativos ni positivos. Un experimento interesante fue la introducci¨®n del salario m¨ªnimo en Alemania en 2016. Algunos cr¨ªticos predijeron que tendr¨ªa un efecto significativo en los niveles de empleo, pero por lo que tengo entendido no ha sido as¨ª.
P.??Por qu¨¦ las empresas son tan reticentes a subirlo?
R.?Porque anticipan que van a tener que pagar salarios m¨¢s altos y que si no recortan empleo tendr¨¢n menos beneficios. Los datos del sector de la restauraci¨®n en EE UU indican que las subidas del salario m¨ªnimo se trasladan casi por completo a los clientes. Pasa algo parecido en otros sectores. El due?o de una tienda en un centro comercial, por ejemplo, intentar¨¢ negociar una reducci¨®n del alquiler con el propietario del local, y en la agricultura puede hacer bajar el precio de los terrenos. La subida del salario m¨ªnimo no crea ni destruye valor, solo lo redistribuye. La gente que sale perdiendo se queja, y quienes salen ganando est¨¢n a favor. Tiene todo el sentido.
P.??Qu¨¦ efectos positivos y negativos en la econom¨ªa tiene una subida del salario m¨ªnimo?
R.?En el lado negativo, aunque no se destruyan puestos de trabajo a corto plazo, cabe la posibilidad de que reste incentivos a la inversi¨®n, de modo que a la larga pueden empeorar las perspectivas de empleo. Algunas empresas podr¨ªan dejar de crear puestos de trabajo que de otro modo s¨ª crear¨ªan. En el lado positivo, las grandes empresas han adquirido mucho poder de mercado en los ¨²ltimos 25 o 30 a?os y la subida del salario m¨ªnimo puede contrarrestar esa distorsi¨®n en la econom¨ªa.
P.??Tienen los bajos salarios que ver con el de descontento de amplios sectores de la poblaci¨®n y el auge de los populismos?
R. El nivel de vida de un trabajador medio en EE UU es hoy muy parecido al que ten¨ªa en 1980. Ahora tiene algunas cosas que entonces no ten¨ªa, como un tel¨¦fono m¨®vil o conexi¨®n a internet, lo que puede llevarle a pensar que vive mejor, aunque no tenga dinero para cenar en un restaurante. Una visi¨®n m¨¢s realista es que al 75%-80% de la poblaci¨®n con menos renta no le van bien las cosas, al contrario que al 1% o 2% con rentas m¨¢s altas. Pasa en muchos pa¨ªses, pero en EE UU la diferencia es extrema. Parte del populismo tiene que ver con las desigualdades, pero muchas personas de rentas bajas son seguidoras entusiastas de Donald Trump, un multimillonario. El Partido Republicano, que es el partido populista de EE UU, no est¨¢ precisamente a favor de la redistribuci¨®n de la renta. Est¨¢ m¨¢s en temas culturales.
P.?La diferencia de salarios entre los altos ejecutivos y los empleados de una misma empresa no deja de crecer. En EE UU la proporci¨®n hoy es de 400 a 1, mientras que en 1960 era de 20 a 1. ?Qu¨¦ ha ocurrido?
R.?Hay quien piensa que es resultado de las fuerzas del mercado; es decir, que un consejero delegado de gran talento vale hoy mucho m¨¢s que en 1960 porque es capaz de liderar una empresa que crea enorme valor, como Apple. Una visi¨®n alternativa es que el n¨²mero de grandes multinacionales es relativamente peque?o y que la poblaci¨®n mundial es hoy dos o tres veces mayor. China y la India se han incorporado a la econom¨ªa moderna y ello ha hecho crecer el n¨²mero de trabajadores en la parte m¨¢s baja de la escala salarial. Una tercera interpretaci¨®n es que la gente que gestiona las grandes empresas ha organizado las comisiones de retribuciones de tal modo que se garantizan a s¨ª mismos grandes salarios.
P.?Desde el estallido de la pandemia se habla mucho de la gran dimisi¨®n o gran renuncia: gente que abandona su puesto de trabajo y se marcha a casa. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando?
R.?Los niveles de abandono laboral ¡ªla posibilidad de que alguien deje voluntariamente su trabajo¡ª llevaban muchos a?os a la baja y est¨¢bamos en n¨²meros hist¨®ricamente bajos antes de la covid. Con la pandemia han vuelto a aumentar, pero nada parecido a lo que ten¨ªamos en los a?os sesenta o setenta. La mayor¨ªa de la gente que ha renunciado a su trabajo en estos ¨²ltimos tiempos lo ha hecho para irse a empleos mejores, especialmente en los servicios. Creo que se ha exagerado mucho lo de la gran renuncia.
P.?Algunas empresas se quejan de que no encuentran trabajadores¡
R.?Los economistas siempre decimos que si faltan trabajadores es que hay que subir los sueldos. Parece poco consecuente protestar por la subida del salario m¨ªnimo y al mismo tiempo quejarte de que no tienes gente para trabajar. Quiz¨¢s lo que est¨¢ pasando es que, simult¨¢neamente, las empresas tienen puestos vacantes y no quieren subir los salarios.
P.?Usted tambi¨¦n ha estudiado el impacto de la inmigraci¨®n en los sueldos. ?A qu¨¦ conclusiones ha llegado?
R.?Llevo m¨¢s de 10 a?os sin estudiar el tema, pero mis trabajos anteriores y otros m¨¢s recientes que conozco es que los movimientos migratorios no tienen un efecto notable en el empleo o en los salarios de los trabajadores nativos con cualificaciones similares a los reci¨¦n llegados.
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