La alfombra roja de los Premios Oscar: un desfile de vanidades y marcas registradas

La 95? edici¨®n de los Premios Oscar, el evento anual m¨¢s importante en el mundo del cine, empezar¨¢ este domingo como cada a?o con la esperada alfombra roja, este a?o color champ¨¢n. Un pase¨ªllo lleno de glamur y, tambi¨¦n, de productos comerciales. Y es que los nombres de muchas de las estrellas son, a su vez, marcas protegidas. Will Smith, Leonardo DiCaprio, Nicole Kidman o Pen¨¦lope Cruz son solo algunos ejemplos de identidades cinematogr¨¢ficas convertidas en marcas que generan negocio.

Las estatuillas doradas son un pan debajo del brazo para los artistas. Con el reconocimiento acad¨¦mico de un premio o una nominaci¨®n llega una oleada de popularidad que implica posibles ganancias asociadas a su nombre. Registrarlo como marca canaliza estos ingresos y act¨²a como un escudo contra quien pretenda aprovecharse del tir¨®n. As¨ª, si una casa de moda quiere aliarse con un actor o actriz, debe firmar un contrato ¡°de licenciamiento de uso de la marca, en el que normalmente se establece un porcentaje de los ingresos para el artista¡±, se?ala Bel¨¦n ?lvarez, socia y responsable del departamento de derecho de la cultura de Gabeiras & Asociados.

Es una operaci¨®n que hay que dise?ar con mimo, eligiendo los productos o servicios que se quieren asociar al famoso (en los que tendr¨¢n exclusividad), as¨ª como el territorio en el que se pretende explotar. Adem¨¢s, apunta Rodrigo Gallego, abogado del departamento de entretenimiento y deporte de Montero Aramburu, ¡°es m¨¢s que aconsejable contar con asesoramiento para optimizar la obtenci¨®n de estos rendimientos econ¨®micos dentro de los l¨ªmites legales establecidos¡±.

Will Smith, por ejemplo, tiene registrado su nombre en Estados Unidos a trav¨¦s de la USPTO (United States Patent and Trademark Office, la oficina de patentes y marcas) y tambi¨¦n en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Uni¨®n Europea (EUIPO, por sus siglas en ingl¨¦s). Al igual que otros artistas, apunta ?lvarez, el ganador del ¨²ltimo Oscar a mejor actor ha unido su nombre a servicios de entretenimiento y actividades culturales, eligiendo la clase 41 de la Clasificaci¨®n de Niza (la nomenclatura internacional utilizada). ¡°Tambi¨¦n hay otras clases que, aun siendo ajenas al ¨¢mbito audiovisual, resultan de inter¨¦s de los actores y actrices, tales como la 3, relativa a productos de perfumer¨ªa y cosm¨¦ticos, y la 25, referente a prendas de vestir¡±, agrega la letrada.

Es habitual que los famosos utilicen una empresa propia o licenciataria para gestionar los ingresos provenientes de su marca. As¨ª, por ejemplo, apunta Cristina Gilabert, abogada especializada en propiedad industrial y responsable de grandes clientes en Pons IP, Antonio Banderas tiene registradas m¨¢s de 200 marcas en diversos pa¨ªses y en distintas clases (perfumer¨ªa, moda, joyer¨ªa, marroquiner¨ªa, alimentaci¨®n, etc¨¦tera) ¡°a trav¨¦s de una sociedad que tambi¨¦n lleva su nombre¡±. Otros casos son el del director de cine Pedro Almod¨®var, marca inscrita en la Oficina Espa?ola de Patentes y Marcas (OEPM) a trav¨¦s de su productora El Deseo, o el de Santiago Segura por Amiguetes Enterprises.

Ahora bien, advierte ?lvarez, tanto en Estados Unidos como en Espa?a la sociedad mercantil tendr¨¢ que contar con la autorizaci¨®n del artista. La ley de marcas espa?ola proh¨ªbe registrar sin permiso ¡°el nombre civil o la imagen que identifique a una persona distinta del solicitante de la marca¡±. La USPTO puede denegar la inscripci¨®n, agrega, ¡°si la marca sugiere falsamente una conexi¨®n con la persona cuyo nombre o apellido se pretende inscribir¡±.

Por el contrario, la EUIPO no suele exigir esta autorizaci¨®n para solicitar una marca europea. Eso s¨ª, el afectado siempre podr¨ªa pedir su nulidad bas¨¢ndose en el derecho al nombre. Como explica Gilabert, es un uso comercial que el famoso puede impedir ¡°tanto en el mundo f¨ªsico como en el virtual¡±.

Cuesti¨®n distinta es que no haya una coincidencia completa, como el caso de Tarantino, nombre inscrito por la empresa Garc¨ªa Carri¨®n como marca de bebidas alcoh¨®licas en Espa?a, y en Italia para vestimenta y perfumes por una persona con este apellido.

Dominios en internet

Una fuente importante de problemas para las celebridades es el registro de dominios de internet con su nombre. Al no existir un control previo, son numerosos los artistas que se han visto perjudicados y han tenido que acudir al Centro de Arbitraje y Mediaci¨®n de la Oficina Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) para pedir la cancelaci¨®n de estas p¨¢ginas. Este fue el caso del protagonista de la nominada Top Gun: Maverick, Tom Cruise. El actor recuper¨® en 2006 el dominio tomcruise.com tras demostrar la mala fe de su due?o, que llevaba 10 a?os aprovech¨¢ndose de la fama del int¨¦rprete para hacer publicidad de terceros.

La marca tiene, por lo general, un periodo de validez de 10 a?os prorrogable por d¨¦cadas y puede mantenerse despu¨¦s de la muerte del artista. Si esta fue solicitada a su nombre, formar¨¢ parte de su herencia. Como ha sucedido con Marilyn Monroe y Elvis Presley, presentes en la gala de esta noche a trav¨¦s de las interpretaciones de Ana de Armas y Austin Butler, nominados como mejor actriz y actor. The Estate of Marilyn Monroe LLC puede explotar el nombre de la actriz, conocida como la ¡°ambici¨®n rubia¡±, en cosm¨¦tica, almohadas o, incluso, loter¨ªa.

Las productoras de estos biopic, se?ala Cristina Gilabert, ¡°tienen firmados con mucha anticipaci¨®n contratos con los herederos o las entidades que gestionan los derechos de los personajes fallecidos, donde se incluye la autorizaci¨®n para el uso de los nombres que tengan registrados como marcas¡±. En Espa?a, resume Rodrigo Gallego, ¡°son los designados testamentariamente y allegados quienes pueden disponer de los derechos asociados a estas marcas personales¡±.

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