A Senegal le salen caros los disturbios
Las violentas protestas, que incluyen destrozos a supermercados, oficinas bancarias y autobuses, frenan la actividad econ¨®mica
Supermercados y gasolineras saqueados, oficinas bancarias y de la Administraci¨®n destrozadas, transporte p¨²blico interrumpido y el peque?o comercio informal al ralent¨ª. Las consecuencias econ¨®micas de los violentos disturbios que vive Senegal, fruto de la inestabilidad pol¨ªtica, le est¨¢n costando caro al pa¨ªs: unos 30 millones de euros cada d¨ªa de altercados, seg¨²n dijeron fuentes del Gobierno a Reuters, as¨ª como la destrucci¨®n de importante infraestructura p¨²blica. Las agencias de calificaci¨®n mantienen, de momento, su confianza en la econom¨ªa senegalesa, sobre todo gracias al est¨ªmulo que supondr¨¢ este mismo a?o el comienzo de la exportaci¨®n de gas, pero los nubarrones pol¨ªticos amenazan con aguar la fiesta.
¡°Son fuerzas ocultas bajo influencia exterior que tienen una voluntad manifiesta de afectar a nuestra actividad econ¨®mica¡±, aseguraba hace unas semanas el ministro del Interior, Antoine F¨¦lix Diome, en una comparecencia con gesto serio ante los periodistas extranjeros. Adem¨¢s de comercios y transportes, el responsable de la seguridad nacional est¨¢ muy preocupado por el ataque a una planta de distribuci¨®n de agua. Un grupo de piratas inform¨¢ticos ha logrado tambi¨¦n tumbar varias p¨¢ginas web de la Administraci¨®n, incluida la Presidencia. El Gobierno responde limitando el uso de internet. ¡°Sea cual sea el tipo de ataques, aseguro a la poblaci¨®n que vamos a enfrentarnos a ello¡±, a?ade Diome con determinaci¨®n. En el origen de los disturbios est¨¢ la intenci¨®n del presidente Macky Sall de presentarse a un tercer mandato prohibido en la Constituci¨®n y la condena judicial al l¨ªder opositor Ousmane Sonko, que podr¨ªa dejarle fuera de la carrera presidencial y que, para miles de senegaleses, no es m¨¢s que un montaje orquestado desde el poder.
Mountaga Sarr vende tabaco en un puesto callejero del barrio de Ouakam. ¡°He tenido que cerrar durante varios d¨ªas. Los j¨®venes estaban quemando todo. Me asust¨¦ mucho¡±, asegura. Kin¨¦ trabaja como empleada dom¨¦stica y se traslada cada d¨ªa desde las afueras hacia el centro de la ciudad. ¡°Tienes que estar pendiente de si hay o no protestas, porque los autobuses dejan de funcionar. Nos est¨¢ perjudicando a todas¡±, comenta. Nada menos que el 96% del empleo en Senegal es informal, sobre todo entre mujeres y j¨®venes, seg¨²n las cifras de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo. Es el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de la cadena. Aunque su importancia es relativa, el turismo y la hosteler¨ªa tambi¨¦n se resienten.
Apoyo de las agencias
Pese a todos los da?os, las agencias de calificaci¨®n crediticia mantienen su confianza en Senegal. En un informe que vio la luz a principios de junio, Standard and Poor¡¯s Global Ratings prev¨¦ un crecimiento econ¨®mico de al menos el 9% para el periodo 2023-2024, que se sustenta, sobre todo, en el comienzo de la explotaci¨®n del yacimiento de gas off shore Gran Tortuga Ahmeyim en el cuarto trimestre de este a?o y en la aceleraci¨®n de sectores como las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, la inform¨¢tica, la construcci¨®n, la energ¨ªa y la extracci¨®n de oro y fosfatos.
De momento, aunque recurrentes y prolongados en el tiempo desde que en marzo de 2021 fuera detenido por primera vez el l¨ªder opositor, los disturbios m¨¢s graves han tenido un car¨¢cter espor¨¢dico, m¨¢s parecidos a estallidos de c¨®lera que a una estrategia pol¨ªtica estructurada. ¡°El paro galopante, sobre todo entre los j¨®venes, y la subida de los precios han abocado a mucha gente a la pobreza. Estas manifestaciones tambi¨¦n tienen que ver con una cierta desesperaci¨®n¡±, describe Ndiaga Faye, un joven economista senegal¨¦s.
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