Como siempre, las personas
Aprender un nuevo concepto de bienestar basado en las relaciones, el desarrollo humano y la naturaleza no es camino f¨¢cil. Quiz¨¢s habr¨ªa que dedicar a esto m¨¢s empe?o
No se puede predecir el futuro, pero se puede moldear en base a las acciones del presente. Bajo esta convicci¨®n, el EU Policy Lab ha publicado hace unos d¨ªas el estudio Hacia una Europa justa y sostenible en 2050: opciones sociales y econ¨®micas para la transici¨®n. El prop¨®sito fundamental del trabajo es aportar evidencias emp¨ªricas que faciliten el proceso de elaboraci¨®n de las pol¨ªticas europeas requeridas para alcanzar los objetivos fijados para 2050. Dos de los aspectos se?alados como clave en el estudio son la urgencia de reescribir el contrato social y de hacer cambios, tanto en el modelo econ¨®mico como en las personas.
Los europeos creemos que vivimos tiempos de mayor desigualdad, si bien el ¨ªndice Gini en Europa, medida utilizada para cuantificar la desigualdad de riqueza de una poblaci¨®n, se ha mantenido estable o decrecido ligeramente desde 2011. Si a esto le sumamos que la inequidad intergeneracional y el desapego pol¨ªtico se han incrementado desde el cambio de siglo, que la cohesi¨®n social ha disminuido al hacerse los grupos sociales m¨¢s peque?os y que la sostenibilidad pasa por aceptar la p¨¦rdida de est¨¢ndares de vida tal como los hemos conocido en los ¨²ltimos 50 a?os, hay elementos suficientes para impulsar un nuevo contrato social. Conviene citar un dato publicado por The Economist Group: s¨®lo el 6,4% de la poblaci¨®n mundial vivimos en democracia total.
M¨¢s all¨¢ de los recursos requeridos para preservar, en la medida de lo posible, el Estado de bienestar europeo y reescribir el contrato social, la sostenibilidad en su dimensi¨®n ambiental requiere de inversiones: I+D, digitalizaci¨®n y reconfiguraci¨®n de las cadenas de suministro, por se?alar algunas ¨¢reas. Por otra parte, la digitalizaci¨®n y los posibles impactos en el empleo y la gradual evoluci¨®n a un modelo de menor consumo requerir¨¢ de un desplazamiento de la carga fiscal a otros conceptos para asegurar los ingresos p¨²blicos requeridos. Todo ello manteniendo el dif¨ªcil equilibrio entre una carga impositiva que no llegue a ser confiscatoria para las personas y que sea atractiva para las empresas. Recordemos que la recaudaci¨®n del IRPF y el IVA suponen en Espa?a el 75% de la recaudaci¨®n tributaria.
Las empresas saben que el cambio que supone m¨¢s retos y que determina el ¨¦xito de cualquier transformaci¨®n es el cultural. Las personas. M¨¢s all¨¢ del impacto ambiental y el optimismo de que la ciencia y la tecnolog¨ªa nos deparen nuevas fuentes de energ¨ªa, nos dirigimos sin pausa a una escasez de recursos. Aprender un nuevo concepto de bienestar basado en las relaciones, el desarrollo humano y la naturaleza no es camino f¨¢cil. Quiz¨¢s habr¨ªa que dedicar a esto m¨¢s empe?o.
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