Luces que apagan el esp¨ªritu navide?o

La Navidad es sin¨®nimo de reuniones familiares, cenas de empresa, festejos, regalos o villancicos. Aunque si hay algo que representa completamente estas fechas tan se?aladas es la decoraci¨®n tem¨¢tica tradicional de luces y adornos que, desde mediados de noviembre hasta enero, recorren cada rinc¨®n de las ciudades espa?olas. La iluminaci¨®n en las zonas m¨¢s transitadas se ha convertido en el principal atractivo tur¨ªstico para los comercios. La decoraci¨®n navide?a atrae clientes como abejas a la miel y eso genera un incentivo para usarla con m¨¢s frecuencia. Pero cuidado con convertir las calles en una feria navide?a, ya que desencadena algunos problemas legales.

Es normal que en estas fechas se quiera adornar las calles y los establecimientos con cortinas de luces, guirnaldas o ¨¢rboles de Navidad. El problema viene cuando esta decoraci¨®n se coloca cerca de las comunidades de vecinos que viven en zonas especialmente tur¨ªsticas, como la plaza Mayor en Madrid. Cuando se instala un alumbrado navide?o, lo normal es que vaya acompa?ado de m¨²sica, villancicos y alguna que otra atracci¨®n tem¨¢tica. La concentraci¨®n masiva de gente y el ruido que genera provocan mucho malestar al vecindario y los residentes de la zona se cuestionan si hay medidas legales para ponerle coto.

Esta pr¨¢ctica es, a priori, completamente legal. La normativa espa?ola, en concreto el real decreto de eficiencia energ¨¦tica en instalaciones de alumbrado exterior, que entr¨® en vigor en 2008, especifica el tipo de alumbrado que debe utilizarse. Sin embargo, no deja claro el n¨²mero total de luces que pueden colocarse en la v¨ªa p¨²blica. Es decir, que es posible que las calles est¨¦n repletas de luz siempre y cuando cumplan con la norma de instalar bombillas de bajo consumo y alta eficiencia energ¨¦tica. Aunque sea l¨ªcito convertir las calles en un festival de luces, lo cierto es que hay matices. Los comercios y los ayuntamientos no tienen manga ancha para decorar al libre albedr¨ªo si entra en juego el bienestar de los vecinos. De hecho, en pleno diciembre, la pol¨¦mica est¨¢ servida.

Los vecinos de las localidades de Toledo o Vigo han protestado recientemente por la feria de luces, m¨²sica y atracciones de sus calles del centro. En el caso de Toledo, los residentes de la plaza de Zocodover, una de las zonas m¨¢s transitadas de la localidad manchega, manifestaron su descontento por una bola gigante de luces con m¨²sica que perturba su tranquilidad: ¡°No se puede soportar¡± o ¡°es un sufrimiento¡± son algunas de las quejas p¨²blicas que subieron los vecinos a las redes sociales. En Vigo, algunos habitantes se quejaron despu¨¦s de que el ayuntamiento gallego decidiera levantar, como cada a?o, una noria enorme con luces que ocupa buena parte de uno de sus parques: ¡°Es insufrible¡±, ¡°tenemos derecho a descansar¡±, denunciaron.

Quejarse en los tribunales

?C¨®mo atajar el problema entonces? Si los residentes consideran que la decoraci¨®n es molesta para su d¨ªa a d¨ªa, pueden trasladar sus quejas a los tribunales de justicia y demostrar los da?os que causa el espacio navide?o. Ignacio de la Riva, socio de De la Riva & Pastor Abogados, explica que, si las luces molestan a los vecinos colindantes al recinto, puede afectar al derecho real de propiedad. ¡°Si los efectos de las luces son de tal intensidad que no se pueda destinar tu domicilio para descansar es evidente que afecta al derecho de propiedad y al derecho del goce pac¨ªfico de una vivienda¡±, expone.

Jos¨¦ Mar¨ªa Monedero, socio del ¨¢rea de derecho p¨²blico y regulatorio de Dikei Abogados, tambi¨¦n cree que los vecinos pueden demandar por estos motivos, pero reconoce que no es nada f¨¢cil ganar el pleito: ¡°Si el alumbrado cumple con las normas t¨¦cnicas sobre la cuesti¨®n, ser¨¢ muy complicado forzar una retirada de la iluminaci¨®n instalada por una mera molestia a los vecinos m¨¢s afectados¡±.

Los residentes tambi¨¦n pueden reclamar si, aparte de una iluminaci¨®n excesiva, hay un ruido insoportable. Si la m¨²sica navide?a se cuela en el domicilio durante todo el d¨ªa e impide descansar, puede llegar a afectar a la salud y vulnerar la intimidad personal y familiar.

Los municipios suelen fijar un horario en el que el ruido est¨¢ permitido, habitualmente desde las 8 hasta las 21 o 22 horas. Sin embargo, en fechas se?aladas, como Nochebuena o Nochevieja algunas ciudades, como Sevilla, levantan la mano hasta las cuatro de la madrugada. Si el vecino est¨¢ molesto, no vale solo con quejarse. Los afectados tienen un amplio abanico de posibilidades para reclamar, tanto por v¨ªa administrativa como judicial (v¨ªa civil, penal, ambiental...). Tal y como comenta Antonio Garc¨ªa, director del despacho Abogado del Ruido, ¡°hay que acreditar los ¨ªndices de ruido y demostrar si hay una afecci¨®n de la salud, esto permitir¨¢ corregir los niveles de sonido con el derecho a ser indemnizado por da?os en cada caso¡±.

Para contentar a unos y otros, lo mejor es buscar una soluci¨®n intermedia. Si el alumbrado y el ruido afectan a la vida diaria lo recomendable ser¨ªa, plantea Tom¨¢s Felipe de Pedraza, abogado de Leg¨¢litas, ¡°solicitar a la Administraci¨®n que busque soluciones que concilien la celebraci¨®n de una tradici¨®n con el disfrute del domicilio¡±. Una medida salom¨®nica, propone Antonio Garc¨ªa, ser¨ªa trasladar los recintos navide?os a un lugar m¨¢s apartado de las viviendas ubicadas en el centro urbano. De esta forma, se beneficia, por un lado, el consumo y, por otro, se garantiza el derecho al descanso.

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