No lo olviden: Trump fue una pesadilla
?Debemos sentir nostalgia de 2020? EE UU estuvo dirigido por alguien que en una crisis mortal respondi¨® con negacionismo
Uno de los asombrosos logros pol¨ªticos de los republicanos en este ciclo electoral ha sido su capacidad, al menos hasta ahora, para enviar al agujero de la memoria el ¨²ltimo a?o de Donald Trump en la presidencia. Se supone que los votantes deben recordar la buena econom¨ªa de enero de 2020, con su combinaci¨®n de bajo desempleo y baja inflaci¨®n, y olvidar el a?o de la peste que le sigui¨®.
Sin embargo, desde el triunfo de Trump en las primarias del Supermartes, el expresidente y sus vicarios intentan llevar a cabo un ejercicio de revisionismo a¨²n m¨¢s incre¨ªble: presentar toda su presidencia ¡ªincluso 2020, ese horrible primer a?o de pandemia¡ª como puro esplendor. El pasado mi¨¦rcoles, la diputada Elise Stefanik, presidenta de la Conferencia Republicana de la C¨¢mara de Representantes, intent¨® emular a Ronald Reagan: ¡°?Est¨¢is mejor hoy que hace cuatro a?os?¡±. Y el propio Trump, en su discurso de victoria del martes por la noche, reflexionaba con nostalgia sobre su tiempo en el cargo como una ¨¦poca en la que ¡°nuestro pa¨ªs empezaba a converger¡±.
As¨ª que vamos a dejar las cosas claras: 2020 ¡ªel cuarto trimestre, si quieren, de la presidencia de Trump¡ª fue una pesadilla. Y parte de lo que lo convirti¨® en una pesadilla fue el hecho de que Estados Unidos estuviera dirigido por un hombre que respondi¨® a una crisis mortal con negacionismo, pensamiento m¨¢gico y, sobre todo, ego¨ªsmo total, centrado en todo momento no en las necesidades de la naci¨®n, sino en lo que cre¨ªa que dar¨ªa una buena imagen de ¨¦l.
Antes de llegar ah¨ª, un comentario r¨¢pido para Stefanik: cuando Reagan pronunci¨® su famosa frase, Estados Unidos sufr¨ªa una fastidiosa mezcla de alto desempleo y alta inflaci¨®n. Marzo de 2024 pinta muy diferente. Aunque Estados Unidos, al igual que otras grandes econom¨ªas, experiment¨® un brote de inflaci¨®n durante la recuperaci¨®n posterior a la pandemia, la mayor¨ªa de los trabajadores han recibido aumentos salariales considerablemente superiores al incremento de los precios. Y el presidente Joe Biden dirige actualmente un extraordinario periodo de ¡°desinflaci¨®n inmaculada¡±: una inflaci¨®n en r¨¢pido descenso con un desempleo cercano a su nivel m¨¢s bajo en 50 a?os.
Y aunque centrarse en los primeros meses de 2020 no cuenta la historia que los republicanos creen que cuenta, lo que realmente deber¨ªamos estar debatiendo es qu¨¦ le ocurri¨® a Estados Unidos cuando lleg¨® el coronavirus. Una vez que supimos que un virus mortal andaba suelto ¡ªahora sabemos que varios funcionarios advirtieron a Trump de la amenaza en enero de 2020¡ª, la respuesta pol¨ªtica adecuada estaba clara: hacer todo lo posible para frenar el ritmo de propagaci¨®n del virus.
A pesar de que un gran n¨²mero de estadounidenses inevitablemente se contagiar¨ªan de covid en alg¨²n momento, ¡°aplanar la curva¡± ten¨ªa dos enormes ventajas. En primer lugar, ayudar¨ªa a evitar la posibilidad muy real de que un tsunami de contagios desbordara nuestro sistema sanitario. En segundo lugar, se ganaba tiempo para el desarrollo de vacunas eficaces: dado que las vacunas pod¨ªan reducir en gran medida la mortalidad por covid-19, las muertes demoradas gracias a las medidas de salud p¨²blica ser¨ªan, en muchos casos, muertes evitadas.
?Qu¨¦ tipo de medidas p¨²blicas eran necesarias? En las primeras fases de la pandemia, cuando los cient¨ªficos se afanaban en averiguar de qu¨¦ manera exactamente se propagaba el virus, era necesario adoptar medidas contundentes: imponer el distanciamiento social, para evitar en la medida de lo posible las interacciones de alto riesgo. Estas medidas salieron caras: en abril de 2020, el desempleo se dispar¨® hasta el 14,8%. Pero Estados Unidos es un pa¨ªs rico que pod¨ªa mitigar el sufrimiento econ¨®mico con ayudas financieras a los trabajadores y empresas m¨¢s afectados, y as¨ª lo hizo en su mayor parte. Y una vez que los investigadores y los responsables m¨¦dicos cayeron en la cuenta de que el virus se transmit¨ªa por el aire, fue posible limitar los contagios obligando a la gente a utilizar mascarillas, lo cual resultaba molesto, pero en ning¨²n caso supon¨ªa un padecimiento enorme.
Y la l¨®gica de aplanar la curva dec¨ªa que la velocidad era esencial. Cada d¨ªa que pas¨¢bamos dudando sobre si deb¨ªan tomarse medidas en¨¦rgicas para proteger la salud p¨²blica significaba que m¨¢s estadounidenses mor¨ªan innecesariamente. Por desgracia, en aquel momento, el hombre al mando se dedic¨® a negar, titubear y posponer pr¨¢cticamente en cada paso del camino.
Merece la pena leer una cronolog¨ªa de las declaraciones de Trump en plena expansi¨®n de la pandemia, que seg¨²n algunos c¨¢lculos ya hab¨ªa provocado alrededor de medio mill¨®n de muertes de m¨¢s cuando dej¨® el cargo.El 22 de enero, Trump afirmaba: ¡°Lo tenemos totalmente bajo control. Es una persona que viene de China¡±. El 27 de febrero, aseguraba: ¡°Va a desaparecer. Un d¨ªa ¡ªes como un milagro¡ª desaparecer¨¢¡±.
El 3 de abril, se?alaba: ¡°Lo de las mascarillas va a ser algo totalmente voluntario. Se puede hacer. No es obligatorio. Yo he decidido no hacerlo¡±. En ese momento, el principal objetivo de las mascarillas no era proteger al que la llevaba puesta, sino a quienes le rodeaban; ?por qu¨¦ exponer a otros al riesgo de contraer una enfermedad mortal iba a ser una elecci¨®n voluntaria? ?Y por qu¨¦ no iba a predicar con el ejemplo el presidente, poni¨¦ndose una mascarilla?
El 21 de mayo respondi¨® a esa pregunta, admitiendo que se hab¨ªa puesto una mascarilla mientras visitaba una planta de Ford, pero que se la quit¨® al salir porque ¡°no quer¨ªa dar a la prensa el placer de verla¡±. Y hay mucho, mucho m¨¢s. No cabe duda de que miles de estadounidenses murieron innecesariamente por la dejaci¨®n de funciones de Trump ante la covid-19. Respondi¨® a la ¨²nica crisis importante de su presidencia con desvar¨ªos ego¨ªstas que denotaban una indiferencia total hacia las vidas de otros estadounidenses en un intento de mejorar su imagen. ?De verdad se supone que debemos sentir nostalgia por 2020?
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa
? The New York Times, 2024
Traducci¨®n de News Clips
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