La nueva era de los robots en la industria
El grupo suizo ABB quiere dise?ar plantas m¨¢s flexibles tras la adquisici¨®n de ASTI. El objetivo es que las m¨¢quinas cambien el paradigma de las f¨¢bricas para adaptarlas a las fluctuaciones de la demanda
Los robots llegaron a la industria en los a?os sesenta. Desde entonces aumentaron su presencia de forma paulatina, hasta que en los a?os 2000 ese crecimiento se estanc¨®. En aquella d¨¦cada se vend¨ªan en torno a 100.000 unidades anuales. Pero algo sucedi¨® en 2009 para que las ventas se cuadriplicaran a partir de entonces: China se sum¨® a la lista de clientes y la creciente electr¨®nica de consumo entr¨® de lleno en la pugna por los robots, cuya tecnolog¨ªa parec¨ªa hasta entonces un reducto al servicio de la automoci¨®n. El ¨²ltimo salto ha sido el de la log¨ªstica, con m¨¢quinas arrastrando palets y leyendo c¨®digos para seleccionar la caja del producto que ten¨ªa que ser entregado. Ese tipo de maquinaria industrial podr¨ªa alcanzar este a?o los 120.000 millones de euros y duplicarse en 2028, seg¨²n las estimaciones de The Business Research Company, despu¨¦s de la contracci¨®n que se produjo durante la pandemia y en los a?os posteriores.
¡°En los pr¨®ximos a?os la demanda se va a amplificar, porque los robots aseguran calidad y productividad¡±, dice convencido Marc Segura, presidente de la divisi¨®n de rob¨®tica del grupo suizo ABB, uno de los principales jugadores del sector, con unas ventas de 3.400 millones de euros (3.640 millones de d¨®lares) en 2023. Consciente de que su afirmaci¨®n queda cuestionada por los ¨²ltimos datos ¡ªlos pedidos cayeron un 26% el pasado ejercicio¡ª, Segura avala el futuro del sector porque lo ve como una palanca para superar uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta la industria en los pr¨®ximos a?os: la incertidumbre y una necesaria flexibilidad, que se unen a la falta de mano de obra cualificada en muchos ¨¢mbitos. ¡°Nosotros nos lo tenemos que tomar como algo positivo, porque una forma de mitigar el riesgo de incertidumbre es que tu f¨¢brica o almac¨¦n sea muy capaz de adaptarse a las nuevas condiciones¡±, se?ala.
De hecho, ABB intenta volver esa desnortada nueva situaci¨®n como un viento que juegue a su favor y, en parte, est¨¢ construyendo parte de ese futuro a partir de la adquisici¨®n en 2021 de una empresa burgalesa, ASTI, especializada en robots m¨®viles aut¨®nomos. ¡°Se trata de una apuesta para crear una nueva arquitectura de f¨¢brica: rompemos las largas l¨ªneas de producci¨®n en trozos m¨¢s peque?os y los conectamos con robots m¨®viles¡±, intenta simplificar Segura. Uno de los problemas actuales de cualquier l¨ªnea de ensamblaje es que un proceso lleva a otro, con muy limitadas opciones de cambiar la fabricaci¨®n, pero el problema llega cuando esa incertidumbre que mencionaba Segura es necesaria llevarla a la f¨¢brica y ajustarla r¨¢pidamente. Por ejemplo, las marcas de coches que en una misma l¨ªnea ensamblan coches el¨¦ctricos, h¨ªbridos o de combusti¨®n en funci¨®n de la demanda de mercado. O del color que piden los clientes. ¡°Queremos que nuestra flexibilidad permita, si hay que a?adir una nueva variante a la producci¨®n, a?adir una nueva celda de producci¨®n y hacer que ese robot m¨®vil permita trasladar las unidades de producci¨®n a otras celdas de trabajo sin tener que cambiar toda la f¨¢brica, como sucede ahora. Es un cambio de paradigma de la arquitectura de las f¨¢bricas¡±.
Segura explica que ese cambio de modelo es importante para las marcas de coches o de tel¨¦fonos m¨®viles, pero incluso todav¨ªa m¨¢s para sus proveedores, cuya producci¨®n est¨¢ estrechamente vinculada a las ventas que detectan los fabricantes pero cuya informaci¨®n llega m¨¢s tarde y con visos de urgencia. ¡°Adaptarte con tanta incertidumbre es un reto y esta realidad no la vamos a cambiar, pero s¨ª podemos cambiar la forma de producir, porque ser¨¢ un elemento de resiliencia¡±, dice Segura, que habla de los robots m¨®viles como un recurso m¨¢s, como el que ofrecer¨¢ la inteligencia artificial, en la que ABB trabaja desde 2015, con centros en Santa Clara (California) y Barcelona.
¡°Hasta hace nada los robots eran muy tontos¡±, dice sobre lo que considera que est¨¢ cambiando. Esas antiguas m¨¢quinas estaban poco desarrolladas porque se mov¨ªan en entornos preparados para ellas, en los que no se conceb¨ªan cambios no programados. Con la inteligencia artificial anal¨ªtica se les introdujeron c¨¢maras y sensores y empezaron a hacer un proceso de aprendizaje que les ha permitido avanzar en algunas tareas, pero la industria tiene fe en que esa inteligencia artificial evolucione hasta la generativa, que permita incluso una interacci¨®n con lenguaje natural, sin las l¨ªneas de c¨®digo habituales que env¨ªan las ¨®rdenes hoy a los robots. ¡°Aunque para eso vamos a necesitar todav¨ªa unos a?os¡±, asume el directivo, que considera que donde hay m¨¢s campo para recorrer es en la distribuci¨®n y la log¨ªstica, con miles de variables que cambian continuamente, aunque acabar¨¢n siendo fundamentales en tareas de mantenimiento, e servicios de hospitales¡ ¡°donde el entorno es absolutamente impredecible¡±.
El reto de China
El otro gran reto que tiene la rob¨®tica se encuentra en China, despu¨¦s de que el Gobierno local lo introdujera en su plan quinquenal a finales de 2021. El gigante asi¨¢tico ha demostrado tanto en la fabricaci¨®n de veh¨ªculos el¨¦ctricos como de energ¨ªas renovables, que introducir un vector econ¨®mico en su planificaci¨®n temporal acaba convirti¨¦ndose en un riesgo para los grandes fabricantes, que en este caso se reparten entre Jap¨®n y Europa. ¡°Van a emerger muchas empresas en el sector, pero sobre todo van a destacar una o dos que van a ser muy fuertes y que, despu¨¦s de controlar el mercado chino, van a salir a exportar¡±, asume Segura, que como otros fabricantes europeos no critica la competencia china bajo el argumento de las ayudas estatales. China representa actualmente la mitad del mercado global de los robots y ABB est¨¢ convencido de que tiene que jugar fuerte all¨ª con una pol¨ªtica comercial de. ¡°China para China¡±, como han hecho otros fabricantes europeos como Grupo Volkswagen. Hace un a?o el grupo suizo abri¨® una f¨¢brica en Shangh¨¢i tras una inversi¨®n de 140 millones de euros y tiene all¨ª basado un equipo de I+D, pensando en productos espec¨ªficos para el mercado local.
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