Progresismo y prosperidad van de la mano

Es dif¨ªcil exagerar lo buenas que han sido las cifras econ¨®micas recientes. El viernes pasado supimos que el crecimiento del empleo sigue siendo s¨®lido y que el paro se mantiene en niveles hist¨®ricamente bajos. Creo que es seguro decir que la predicci¨®n de Donald Trump para 2020 de que una presidencia de Joe Biden significar¨ªa una ¡°depresi¨®n¡± no se ha hecho realidad.

Una semana antes nos enteramos de que la inflaci¨®n ha seguido bajando y ahora est¨¢ m¨¢s o menos en el objetivo del 2% de la Reserva Federal. Este ¨¦xito ha desafiado la opini¨®n que sosten¨ªan muchos economistas hace solo un par de a?os de que la desinflaci¨®n requerir¨ªa a?os de desempleo elevado.

Entonces, ?reivindican estas buenas noticias la bideneconom¨ªa? Yo dir¨ªa que s¨ª, pero no exactamente de la manera en que ustedes se imaginan. Antes de llegar a eso, unas palabras sobre los inevitables intentos de Trump de negar la realidad de las buenas noticias. Algunos, como el senador republicano Marco Rubio, se limitan a afirmar que las cifras son ¡°falsas¡±. Esas afirmaciones pasan por alto el hecho de que los c¨¢lculos independientes y privados tambi¨¦n muestran un fuerte crecimiento del empleo y una inflaci¨®n baja.

Sin embargo, la principal reacci¨®n del mundo del Haz que Estados Unidos Vuelva a Ser Grande (MAGA, por sus siglas en ingl¨¦s) parece consistir en insistir, como hizo Trump en una entrevista reciente en el canal Fox Business, en que ¡°los inmigrantes que entran ilegalmente en el pa¨ªs son los que consiguen los trabajos¡±. Afirmaciones como esta obtienen ciertos visos de verdad del hecho de que el empleo entre los estadounidenses nacidos en el pa¨ªs se ha mantenido estable o ha disminuido en los ¨²ltimos a?os. Pero esto no ocurre porque los estadounidenses nacidos aqu¨ª no puedan encontrar trabajo; la tasa de desempleo de los nativos es de solo el 3,8%. Ocurre porque los que nacieron durante la explosi¨®n de natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial se est¨¢n haciendo mayores y cada vez son m¨¢s los que alcanzan la edad de jubilaci¨®n y abandonan la poblaci¨®n activa. Esto es, por cierto, algo sobre lo que muchos economistas, entre los que me incluyo, llevan escribiendo mucho tiempo.

Si compensamos el envejecimiento de la poblaci¨®n teniendo en cuenta solo a los adultos en los mejores a?os de su vida activa, la tasa de empleo entre los adultos nacidos en Estados Unidos es m¨¢s alta ahora que en cualquier momento durante el Gobierno de Trump. Resumiendo, las buenas noticias econ¨®micas son reales, digan lo que digan Trump y sus secuaces. Pero ?debemos atribuir el m¨¦rito al Gobierno de Biden?

El est¨ªmulo fiscal que proporcion¨® la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, promulgada a principios de 2021, ciertamente ayud¨® a la econom¨ªa estadounidense a recuperarse r¨¢pidamente de la recesi¨®n provocada por la pandemia. Pero resulta dif¨ªcil sostener que, en oto?o de 2024, siga impulsando el crecimiento del empleo.

En cuanto a la ca¨ªda de la inflaci¨®n, aunque el Gobierno de Biden firm¨® en 2022 una ley llamada Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n, esta b¨¢sicamente no ten¨ªa nada que ver con la inflaci¨®n, sino que era principalmente una ley para luchar con el cambio clim¨¢tico. Los propios economistas del Gobierno atribuyen el descenso de la inflaci¨®n desde 2022 principalmente a la descongesti¨®n de las cadenas de suministro que se hab¨ªan visto alteradas por la pandemia. Es posible que la pol¨ªtica gubernamental haya contribuido un poco a este desbloqueo, pero sobre todo se trata de que nuestra econom¨ªa ha demostrado, una vez m¨¢s, su extraordinaria capacidad para adaptarse a las crisis.

Pero si las pol¨ªticas de Biden no han sido la causa principal del bajo desempleo y la baja inflaci¨®n, ?por qu¨¦ digo que se han visto reivindicadas? Porque nuestro ¨¦xito a la hora de llegar al buen lugar en el que estamos ahora demuestra que las pol¨ªticas econ¨®micas progresistas son, de hecho, viables.

Si leen aquellas advertencias descaminadas de hace unos a?os seg¨²n las cuales nuestra econom¨ªa estaba condenada a experimentar una inflaci¨®n y una recesi¨®n persistentes, algunas representaban preocupaciones sinceras de que el repunte de la inflaci¨®n en 2021-22 ¡ªque, por cierto, era mundial, se estaba produciendo en muchos pa¨ªses¡ª se afianzara. Pero muchas de ellas ten¨ªan un inconfundible tono de satisfacci¨®n, y ven¨ªan a decir impl¨ªcita o expl¨ªcitamente: ¡°Ves, esto es lo que pasa cuando gastas dinero en cosas que quieren los liberales¡±. En efecto, el Gobierno de Biden ha impulsado importantes ayudas a las familias con hijos, grandes subvenciones a las energ¨ªas limpias, inversiones considerables en tecnolog¨ªa y mucho m¨¢s. De hecho, muchos agoreros de la estanflaci¨®n consideraban que lo que imaginaban como una perspectiva econ¨®mica sombr¨ªa era un castigo por este ambicioso programa.

En otras palabras, muchas de esas funestas predicciones sobre la econom¨ªa deben considerarse ideol¨®gicas, o simplemente afirmaciones c¨ªnicas de que si intentamos proteger el medio ambiente y ayudar a las familias y a las industrias importantes ¡ªen lugar de, por ejemplo, rebajar los impuestos a los ricos¡ª arruinaremos la econom¨ªa. Algunos, como Elon Musk, siguen diciendo b¨¢sicamente lo mismo. Excepto que el castigo nunca lleg¨®. En cambio, Estados Unidos ha experimentado un crecimiento s¨®lido combinado con un descenso de la inflaci¨®n.

Teniendo en cuenta lo bien que nos ha ido, ?se replantear¨¢n sus puntos de vista los que insist¨ªan en que las pol¨ªticas progresistas son desastrosas para la econom¨ªa? Esperen sentados. Sin embargo, para el resto de nosotros, las buenas noticias econ¨®micas confirman que nos puede ir bien haciendo el bien, que Estados Unidos puede prosperar en el presente mientras se prepara para el futuro ayudando a los ni?os, construyendo infraestructuras, promoviendo la transici¨®n energ¨¦tica y mucho m¨¢s. Y eso, en esencia, es lo que pretend¨ªa la bideneconom¨ªa: hacer valer la afirmaci¨®n de que las pol¨ªticas progresistas y la prosperidad pueden ir de la mano.