Idiotas norteamericanos
El episodio del cierre del Gobierno anticipa el liderazgo disfuncional que le espera a EE UU y al mundo
Se ha evitado por poco la amenaza de un cierre del Gobierno en Navidad provocado por los principales fantasmas de Scrooge [evocaci¨®n a la pel¨ªcula Cuento de Navidad] en Estados Unidos: Elon Musk, Donald Trump y J. D. Vance. No obstante, vale la pena repasar lo sucedido, porque el episodio preanuncia a la perfecci¨®n la gobernanza disfuncional que le espera al pa¨ªs (y al mundo) cuando Trump asuma el cargo en enero.
En v¨ªsperas de la fecha l¨ªmite del 20 de diciembre para sancionar un proyecto de ley que mantuviese la financiaci¨®n del gobierno federal, los l¨ªderes de la C¨¢mara de Representantes y del Senado llegaron a un acuerdo que les permitir¨ªa disponer de otros tres meses de plazo. Ninguno de los dos partidos estaba satisfecho con el trato, pero todos pod¨ªan aceptarlo. Ten¨ªan los votos necesarios para aprobarlo y el equipo del presidente Joe Biden estaba dispuesto a present¨¢rselo para que lo firmaran. Pero entonces Musk se desquici¨®, alimentando una ¡°reacci¨®n violenta¡± contra el proyecto de ley provisional con ¡°afirmaciones falsas y enga?osas¡±, en palabras de Politico, y provocando ¡°el frenes¨ª de los republicanos con m¨¢s de 100 mensajes en X¡±. Una de sus inexactitudes era que el proyecto de ley financiar¨ªa el desarrollo de armas biol¨®gicas cuando, en realidad, lo que financiar¨ªa eran laboratorios donde se podr¨ªa contener y estudiar cualquier plaga futura ¡ªla covid-19 no fue ni de lejos tan infecciosa o mortal como, por ejemplo, el ¨¦bola; y, por tanto, no podemos confiar en tener tanta suerte la pr¨®xima vez¡ª.
Musk tambi¨¦n afirm¨® err¨®neamente que cada miembro del Congreso recibir¨ªa un aumento salarial del 40% cuando, en verdad, est¨¢ previsto que reciban un alza del 3,8% por el aumento del coste de la vida. Seg¨²n Musk, el proyecto de ley conten¨ªa una subvenci¨®n de 3.000 millones de d¨®lares para un nuevo estadio de los Washington Commanders ¡ªequipo de f¨²tbol americano de la NFL¡ª cuando, en realidad, transferir¨ªa el emplazamiento del estadio RFK ¡ªdonde no juega ni tiene previsto jugar ning¨²n equipo de la NFL¡ª al gobierno del Distrito de Columbia. Estas son solo algunas de las muchas falsedades de Musk. Estaban m¨¢s claras que el agua y, sin embargo, el hombre m¨¢s rico del mundo logr¨® intimidar a los republicanos con su promesa de que ¡°cualquier miembro de la C¨¢mara de Representantes o del Senado que vote a favor de este escandaloso proyecto de ley de gastos merece ser expulsado dentro de dos a?os¡±. En lugar de decir que Musk no tiene ni idea de lo que dice, los republicanos se alinearon con sus tesis.
Seg¨²n lo que dec¨ªan los representantes del Partido Republicano en la ma?ana del 18 de diciembre, el propio Trump no ten¨ªa ninguna objeci¨®n al proyecto de ley. Sin embargo, por la tarde, ¨¦l y Vance hab¨ªan pasado a la ofensiva, llamando a los republicanos del Congreso ¡°tontos e ineptos¡± por ¡°permitir que nuestro pa¨ªs alcance el techo de deuda en 2025¡±. Ahora, deben sancionar un ¡°proyecto de ley de financiaci¨®n temporal sin regalos dem¨®cratas combinado con un aumento del techo de deuda. Cualquier otra cosa es una traici¨®n a nuestro pa¨ªs¡±.
En todo caso, a partir del 19 de diciembre, los dirigentes dem¨®cratas de la C¨¢mara ya no sab¨ªan qui¨¦n mandaba y con qui¨¦n se supon¨ªa que estaban negociando. ?Es Mike Johnson realmente el presidente de la C¨¢mara, preguntaba Jamie Raskin, o es Donald Trump? ?O es Elon Musk? ?O es otra persona?¡±. De hecho, el senador Rand Paul dej¨® flotar la idea de instalar a Musk como presidente de la C¨¢mara.
Al final, Johnson y el l¨ªder de la minor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, Hakeem Jeffries, improvisaron un acuerdo de ¨²ltima hora que incluye importantes concesiones pol¨ªticas a los dem¨®cratas y ning¨²n aumento del l¨ªmite de deuda, un desenlace que supuso una derrota pol¨ªtica para Trump, Musk y Vance. Pero a ellos no les importar¨¢, porque la pol¨ªtica no les concierne. Trump y las nuevas mayor¨ªas republicanas en el Congreso saben que cuentan con el ferviente apoyo de los votantes predominantemente poco informados ¡ªo francamente desinformados¡ª. Y a esos votantes no les importar¨¢ ¡ªo ni siquiera sabr¨¢n¡ª que fueron m¨¢s dem¨®cratas que republicanos los que votaron a favor del proyecto de ley de Johnson en la C¨¢mara de Representantes ¡ªlo que llev¨® a Musk a preguntar: ¡°Entonces, ?es un proyecto de ley republicano o dem¨®crata?¡±¡ª.
Tal es el estado de la pol¨ªtica y la gobernanza estadounidenses en la actualidad, que ahora se impone el estilo m¨¢s propio de la lucha libre profesional. El proceso elemental de toma de decisiones democr¨¢tico ¡ªen el que los votantes eligen a funcionarios p¨²blicos que dise?an pol¨ªticas cuyos efectos tendr¨¢n un impacto en las siguientes elecciones¡ª hoy est¨¢ totalmente averiado.
Pero habr¨¢ consecuencias, y no est¨¢ del todo claro que Trump, Musk y Vance las hayan tenido en cuenta en sus c¨¢lculos. Como se?ala Paul Krugman, ¡°desde las elecciones, los mercados financieros han apostado claramente a que Trump har¨¢ muy poco de lo que prometi¨® durante la campa?a¡ descontando las desastrosas consecuencias que se derivar¨ªan¡± de guerras comerciales, deportaciones masivas, etc¨¦tera. Pero el mercado parece equivocarse cada vez m¨¢s. Un ¡°cierre del Gobierno innecesario y evitable en respuesta a afirmaciones completamente falsas sobre lo que hay en una medida inocua de financiaci¨®n a corto plazo sugiere que los vendedores ambulantes de desinformaci¨®n est¨¢n drogados con su propia mercanc¨ªa¡±.
?Podr¨¢n los legisladores republicanos recuperar la capacidad de comunicarse con su propia base pol¨ªtica? ?Podr¨ªan los dem¨®cratas obtener mayor¨ªas legislativas duraderas y sustanciales en las elecciones de mitad de mandato de 2026? Todo es posible, pero no me arriesgo a apostar. Hay muchas razones para esperar que el Gobierno de Estados Unidos, en gran parte averiado, le haga un da?o inmenso al pa¨ªs, y que Trump ni siquiera ha asumido todav¨ªa.
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