El neurocient¨ªfico Francisco Mora: ¡°El maestro es insustituible, en la pantalla solo ves un sesgo de cara¡±
Catedr¨¢tico de Universidad y escritor, el especialista advierte de que el confinamiento tendr¨¢ consecuencias negativas en los h¨¢bitos de los menores
Francisco Mora, doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y catedr¨¢tico em¨¦rito de Fisiolog¨ªa Humana en la Complutense, cree que hay mucho ¡°charlat¨¢n¡± hablando de neuroeducaci¨®n. Y eso ¡°desbarata la credibilidad de lo mucho que se puede decir¡± sobre c¨®mo el cerebro act¨²a durante el aprendizaje, protesta. Mora (Granada, 1945) atrajo el inter¨¦s de muchos lectores hace nueve a?os con su ensayo Neuroeducaci¨®n: solo se puede aprender aquello que se ama, y ahora repite la f¨®rmula con...
Francisco Mora, doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y catedr¨¢tico em¨¦rito de Fisiolog¨ªa Humana en la Complutense, cree que hay mucho ¡°charlat¨¢n¡± hablando de neuroeducaci¨®n. Y eso ¡°desbarata la credibilidad de lo mucho que se puede decir¡± sobre c¨®mo el cerebro act¨²a durante el aprendizaje, protesta. Mora (Granada, 1945) atrajo el inter¨¦s de muchos lectores hace nueve a?os con su ensayo Neuroeducaci¨®n: solo se puede aprender aquello que se ama, y ahora repite la f¨®rmula con Neuroeducaci¨®n y lectura: de la emoci¨®n a la comprensi¨®n de las palabras (Alianza), libro en el que se muestra muy cr¨ªtico con la escuela espa?ola.
Pregunta. Si el cerebro no est¨¢ preparado hasta los seis o siete a?os para aprender a leer, ?por qu¨¦ muchas escuelas espa?olas ense?an en infantil?
Respuesta. Por la pretenciosidad que tenemos en este pa¨ªs de lo listo que es mi ni?o. En Finlandia se han dado cuenta de que a los siete a?os se ense?a a leer experimentando desde la alegr¨ªa, hay una recompensa: el placer de leer. Las ¨¢reas del cerebro y las redes neuronales que codifican para leer no est¨¢n maduras para todos los ni?os a la misma edad, s¨ª [lo est¨¢n para todos] a los seis o siete a?os. Transpira ignorancia no adoptar la metodolog¨ªa cient¨ªfica de la educaci¨®n. Ya est¨¢ bien de tanta opini¨®n.
P. ?La educaci¨®n online se puede mantener en el tiempo?
R. El maestro es insustituible. T¨² no puedes educar a un ni?o con una pantalla. Es imposible. La humanidad del maestro tiene que estar con todos sus matices emocionales. En la pantalla lo que ves es un sesgo de cara y lo que significa la expresi¨®n oral y su voz, pero poco m¨¢s.
P. ?Tan mala es la pantalla?
¡°No todos los chicos est¨¢n preparados para aprender a leer antes de los 7 a?os¡±
R. No se puede estar atento m¨¢s de 20 minutos a una pantalla. Porque, de alguna manera, todo lo que es aprender y memorizar significa una imagen polisensorial. Menos el tacto, se necesita todo lo dem¨¢s, y la pantalla no proporciona ninguna emoci¨®n. Cuando t¨² hablas al ordenador, te das cuenta de que no est¨¢s hablando a humanos, en el sentido de las caras, de sus sonrisas... S¨ª se puede utilizar lo telem¨¢tico para cosas concretas, para un seminario, para aspectos complementarios¡
P. Pero tampoco cree que la atenci¨®n dure mucho m¨¢s en una clase presencial.
R. El foco atencional no es que t¨² prestes atenci¨®n 10 minutos mientras lees. Son destellos que se encienden y se apagan y eso tiene que ver con la fluidez de la lectura de cada uno. Cada destello viene a durar entre 60 y 200 mil¨¦simas de segundo, eso se repite constantemente y a los 20-30 minutos empieza a romperse. En clase, cada 10 minutos, hay que romper el discurso estrictamente acad¨¦mico con una an¨¦cdota que no dure m¨¢s de minuto y medio o un chiste no barato¡ Est¨¢ registrado que entonces vuelve a subir la atenci¨®n. Yo sigo teniendo en la Complutense una asignatura optativa sobre c¨®mo funciona el cerebro y lo veo. A los 30 minutos el boli del alumno se cae si no haces nada.
P. ?El confinamiento puede pasar factura escolar?
R. S¨ª, pero no patol¨®gica, sino en forma de deficiencias en la educaci¨®n, es decir, en los valores, las normas y los h¨¢bitos. Los h¨¢bitos ¨¦ticos solo se pueden crear en los primeros a?os de vida porque, si los aprendes luego, de una manera inconsciente en el autob¨²s te sientas en el sitio reservado a los mayores y solo te levantas si entra alguien mayor.
P. Pero estos valores y h¨¢bitos se pueden aprender en casa.
R. Hay un fallo en la educaci¨®n de valores, normas y h¨¢bitos ¨¦ticos porque la relaci¨®n de las familias con los colegios es esquizofr¨¦nica. No se pueden ense?ar valores A en el colegio y B en la familia. En el futuro se tendr¨¢ que institucionalizar los encuentros con el maestro para hablar de qu¨¦ se le ense?a en ¨¦tica en familia y en el colegio a edades muy j¨®venes. La contradicci¨®n jam¨¢s afianzar¨¢ en el cerebro de un ni?o un h¨¢bito ¨¦tico.
P. Un estudio de Acci¨®n Magistral y las universidades de Granada y M¨¢laga revela que al 76% de docentes y padres les preocupa la falta de motivaci¨®n de los alumnos el pr¨®ximo septiembre.
R. Los ni?os que han tenido dispersi¨®n durante la pandemia, de alguna manera, inicialmente van a tener problemas. Eso est¨¢ claro. Pero va a depender mucho del profesor que esos problemas iniciales tengan influencia a largo plazo.
P. ?Es m¨¢s importante tener menos alumnos en clase o un docente inspirador?
R. El maestro es vital. La atenci¨®n ejecutiva la forman redes neuronales de la corteza cerebral, pero tambi¨¦n del tronco enc¨¦falo, porque tiene que ver con la recompensa: el placer de escuchar a una persona. Es fundamental c¨®mo dice el maestro las cosas y qu¨¦ tonos emocionales emplea para que sea atractivo.
P. ?Volver a centrar a los alumnos va a llevar meses?
¡°La relaci¨®n de las familias con los colegios es esquizofr¨¦nica¡±
R. Estar cuatro meses encerrados destruye los h¨¢bitos y, en buena medida, en ni?os tan pl¨¢sticos quiz¨¢ a¨²n m¨¢s. Somos gente con una estructura del d¨ªa a d¨ªa muy repetida: me levanto, desayuno, voy a clase, tengo mis amigos¡ Eso, en el confinamiento, sobre todo cuando hay un fuerte componente emocional ¡ªcomo es el caso de los ni?os¡ª es destructivo. Y en esa dimensi¨®n puede que tenga un impacto negativo. ?Durante cu¨¢nto tiempo? Es dif¨ªcil de evaluar, pero que est¨¢ ah¨ª como problema es m¨¢s que evidente.
P. ?De modo que los escolares son el segmento m¨¢s afectado cognitivamente?
R. No, los mayores. Su mundo entero est¨¢ alimentado por la emoci¨®n y, si las relaciones emotivas con los hijos o los amigos se cercenan, el deterioro mental se acelera de una manera escandalosa. Eso no lo han sabido ver en esta pandemia. Los h¨¢bitos se han roto y la plasticidad cerebral a esas edades cuesta.
P. ?Si el estado de ¨¢nimo o f¨ªsico determina lo que extraemos de una lectura, tambi¨¦n que se lea en una pantalla y no en un libro f¨ªsico?
R. Hasta donde empezamos a saber la lectura de Internet en los j¨®venes, que es constante, rompe el foco atencional ejecutivo que se necesita para estudiar que es relativamente pausado. Mientras que en Internet se salta de una tem¨¢tica a otra y eso va en deterioro de la progresi¨®n de estudio del joven.
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