La educaci¨®n infantil reabre en medio de la incertidumbre
Los m¨¢s peque?os vuelven al colegio sin mascarilla ni distancia. Los maestros advierten del tama?o de los grupos y la dificultad para distinguir la covid de otras enfermedades
A pocos d¨ªas del inicio de las clases ¡ªcuya fecha var¨ªa seg¨²n autonom¨ªas y niveles¡ª la inquietud se extiende por todo el sistema educativo, pero es m¨¢s intensa en infantil. Los ni?os m¨¢s peque?os del colegio ¡ªde tres a cinco a?os en la mayor parte de Espa?a¡ª no llevar¨¢n mascarilla, porque a esa edad los expertos no la recomiendan. Y nadie ve factible tampoco que mantengan la distancia de un metro y medio entre s¨ª ni con los docentes. La f¨®rmula que se ha acordado para ellos es la de los grupos de convivencia estable o burbuja, cuyos alumnos y maestros no se mezclar¨¢n con los de otras clases. Una soluci¨®n que se ha ensayado con relativo ¨¦xito en otros pa¨ªses, pero que genera dudas por su tama?o (hasta 25 alumnos, en teor¨ªa) y por el riesgo de contaminaci¨®n del grupo fuera de la escuela, a trav¨¦s del contacto con otros chavales y familiares.
¡°Quien conoce infantil sabe que en septiembre puedes encontrarte con ni?os que durante cinco horas est¨¢n llorando a pleno pulm¨®n, vomitando incluso de los nervios por separarse de los padres. Nosotras normalmente invitamos a las familias a quedarse los primeros d¨ªas en clase para reducir su ansiedad y que lleguen a confiar en las docentes, pero ahora no podremos hacerlo. Tendremos un periodo de resignaci¨®n en el que en 50 metros cuadrados habr¨¢ 25 alumnos, o alguno m¨¢s en centros masificados como los de la Costa del Sol, muchos de ellos llorando¡±, dice Graciela Romero, maestra de infantil y directora del colegio p¨²blico Pinolivo de Marbella, al que asisten 228 alumnos, todos de infantil.
Pese a ello, Romero, como el resto de maestras entrevistadas para este art¨ªculo, considera imprescindible reabrir las escuelas y asegura que no va a dejar de coger a los ni?os en brazos. ¡°Uno de los pilares de esta etapa son las emociones. Vamos a implementar todas las medidas de higiene y seguridad, pero es imposible mantener la distancia con los alumnos, porque tendr¨ªan unas carencias muy grandes. Si tuvi¨¦ramos m¨¢s espacio y m¨¢s maestras el riesgo ser¨ªa menor, pero eso cuesta dinero¡±, lamenta la directora. A 10 d¨ªas del comienzo de las clases, la Junta de Andaluc¨ªa no ha destinado ning¨²n refuerzo a su colegio, asegura.
?Covid o catarro?
Los centros cuentan con un protocolo de actuaci¨®n ante la sospecha de un caso de covid. La detecci¨®n en infantil ser¨¢, sin embargo, compleja. ¡°En estas clases hay una continua circulaci¨®n de virus, y va a ser dif¨ªcil diferenciar la covid de un catarro. Hay ni?os que tienen bronquiolitis de repetici¨®n, otros tosen porque tienen laringitis... Veremos c¨®mo lo gestionan, porque siendo tan peque?os no s¨¦ si les van a hacer pruebas de covid por unas d¨¦cimas¡±, dice Sara Quiroga, maestra en un centro de Madrid. A Quiroga, de 45 a?os, le preocupa su madre, que est¨¢ inmunodeprimida. ¡°Voy a estar mucho tiempo sin poder ir a visitarla por temor a estar enferma de forma asintom¨¢tica. No trabajo en una oficina donde pueda tener precauci¨®n, sino con ni?os peque?os que tienen otras relaciones al salir de la escuela¡±.
La ciencia ha ido reuniendo evidencias relativamente tranquilizadoras sobre la capacidad de contagio de los ni?os. Pero Mar¨ªa Jos¨¦ Mellado, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, pide cautela. ¡°Lo que sabemos hasta ahora es que su capacidad de transmisi¨®n es m¨¢s baja, sobre todo en menores de 10 a?os. Pero los estudios se han hecho en situaciones determinadas, como campamentos al aire libre, y aunque el riesgo de transmisi¨®n sea peque?o, existe y hay que evitar romper los grupos estancos fuera del colegio. Dicho lo cual, pensamos que los ni?os deben ir al colegio porque lo necesitan¡±.
Motivo econ¨®mico
¡°La escuela en infantil no es tan importante por lo que se ense?a de cara al curr¨ªculum, como porque se le atribuye, en primer lugar, una funci¨®n econ¨®mica. Los padres necesitan ir a trabajar y que alguien se ocupe de sus hijos¡±, se?ala Dino Salinas, profesor de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar en la Universidad de Valencia. ¡°Y la escuela es un lugar id¨®neo porque constituye normalmente un espacio seguro a nivel afectivo, donde los ni?os son atendidos, establecen rutinas, se encuentran con amigos a los que les pasan cosas parecidas y tienen una garant¨ªa de buena alimentaci¨®n, lo que resulta fundamental para una parte de la poblaci¨®n¡±, a?ade.
La mascarilla no es obligatoria entre los tres y los seis a?os porque es dif¨ªcil que la lleven bien puesta y los docentes tendr¨ªan que estar todo el tiempo vigil¨¢ndolo, afirma la presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa. Un n¨²mero creciente de comunidades s¨ª la est¨¢n haciendo obligatoria para el profesorado. ¡°El problema es que a esas edades, para la dicci¨®n y la comprensi¨®n los ni?os no solo necesitan la audici¨®n, sino tambi¨¦n la gestualidad, y no podr¨¢n vernos¡±, dice Olga Catas¨²s, maestra en Murcia.
En una etapa en la que los alumnos aprenden sobre todo a trav¨¦s del contacto y la experiencia f¨ªsica, los docentes tienen que evitar los materiales dif¨ªciles de limpiar, como la plastilina. Lograr que se laven las manos al menos cinco veces al d¨ªa. Tratar de aumentar las distancias. Y hacer las clases menos colaborativas y basadas en la interacci¨®n. ¡°Hay que replantear el trabajo¡±, resume Mariaje Rubio, maestra de apoyo en Le¨®n. Las familias, entre tanto, esperan el inicio del curso con un ¨¢nimo parecido. ¡°S¨¦ que necesita volver a estar con ni?os, y a la vez no s¨¦ c¨®mo van a gestionarlo, ni qu¨¦ haremos si hay un positivo en su clase y tiene que cumplir cuarentena¡±, dice Luc¨ªa Durb¨¢n, m¨¦dica en Valencia y madre de un chico de tres.
Dar de comer con gafas y mascarilla
Cuando la directora de la escuela infantil Las Nubes2 de Madrid present¨® a sus educadoras el protocolo para su reapertura en julio ellas dijeron: ¡°?Nos vamos a pasar el d¨ªa limpiando!¡±. Y esa ha sido una de las claves para permanecer estos dos meses con 20 ni?os en sus aulas sin ning¨²n contagio en Carabanchel, uno de los distritos m¨¢s afectados por la covid de Madrid, explica Victoria Otero.
Todo se lava diariamente, incluidos los babis de los ni?os y todos los juguetes. Cuando dan de comer a los ni?os, lo hacen usando, adem¨¢s de la mascarilla, gafas de protecci¨®n. En los cambios de pa?al usan guantes. Solo el personal y los ni?os pueden entrar a la escuela. Y aunque ya no se escuchan besos en las aulas, los achuchones son imperativos para los ni?os que lo necesitan. / BEATRIZ LUCAS
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