Un futuro incierto para los colegios que segregan por sexo

La ley Cela¨¢ ha cambiado radicalmente la situaci¨®n de los centros que segregan a los ni?os por sexo. La nueva norma, que ya ha sido aprobada por el Congreso y est¨¢ en tr¨¢mite en el Senado, establece que los llamados centros diferenciados no podr¨¢n recibir financiaci¨®n p¨²blica. La ley a¨²n en vigor, elaborada por el PP, contempla lo contrario: que el hecho de separar por sexos no puede entra?ar en s¨ª mismo una p¨¦rdida del concierto. El asunto acabar¨¢, seg¨²n ha anunciado la oposici¨®n, en el Constitucional.

Hace dos a?os el tribunal dictamin¨® que la segregaci¨®n por sexo no es inconstitucional (en respuesta a un recurso de los socialistas), pero la sentencia fue m¨¢s lejos y apunt¨® que dicha separaci¨®n tampoco podr¨ªa justificar la exclusi¨®n del concierto. Los expertos consideran que si se mantiene tal doctrina es posible que el veto previsto en la ley Cela¨¢ se declare inconstitucional, pero a?aden que el pron¨®stico no es seguro. Y que la decisi¨®n se ver¨¢ influida por la composici¨®n que en el momento de abordar los recursos tenga el tribunal (pendiente de una renovaci¨®n parcial), que en 2018 se mostr¨® dividido en este aspecto. Y de c¨®mo justifique el Gobierno que los colegios que segregan por sexo resultan menos eficaces que los mixtos a la hora de promover la igualdad entre hombres y mujeres.

Los centros concertados diferenciados, en torno a 80, la mayor¨ªa vinculados a la Iglesia cat¨®lica, siguen el proceso con preocupaci¨®n. El cambio desplegar¨¢ sus efectos a medida que venzan los conciertos que ahora est¨¢n en vigor ¡ªsu duraci¨®n la determinan las autonom¨ªas partiendo de un m¨ªnimo de seis a?os en primaria y cuatro en el resto de etapas¡ª. Pero como el Constitucional tarda unos dos o tres a?os en resolver los recursos, incluso si el tribunal decide que deben recibir la subvenci¨®n, parte de ellos se ver¨¢n temporalmente privados del concierto, ya que la ley no puede ser suspendida de forma cautelar. Y Alfonso Aguil¨®, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Centros de Ense?anza (CECE), la patronal a la que est¨¢n afiliados varios de estos centros, cree que quedarse sin la financiaci¨®n p¨²blica puede causarles un ¡°da?o irreparable¡±.

¡°La sentencia de 2018 del Tribunal Constitucional fue militante en la defensa de la segregaci¨®n y cont¨® con varios votos particulares. Construy¨® una especie de derecho al concierto que es an¨®malo respecto a la jurisprudencia constitucional previa¡±, afirma Alba Nogueira, catedr¨¢tica de Derecho Administrativo de la Universidad de Santiago. ¡°Con base a esa nueva jurisprudencia es posible que se declare inconstitucional la regulaci¨®n de los centros segregados. Pero influir¨¢ la composici¨®n que tenga en ese momento el Constitucional¡±.

El fallo de 2018 aval¨® por ocho votos contra cuatro que la separaci¨®n de los ni?os era constitucional. Pero en la parte m¨¢s pol¨¦mica ¡ªla que a?adi¨® que estos colegios ¡°podr¨¢n acceder al sistema de financiaci¨®n p¨²blica en condiciones de igualdad con el resto de los centros educativos¡±, ¡°sin que el car¨¢cter del centro como centro de educaci¨®n diferenciada pueda alzarse en obst¨¢culo para dicho acceso¡±¡ª, tal mayor¨ªa perdi¨® un voto. La vicepresidenta Encarnaci¨®n Roca emiti¨® un voto particular para desmarcarse del planteamiento, y el tribunal se dividi¨® al respecto en siete magistrados frente a cinco.

Lo m¨¢s probable, cree Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez, que fue letrado del Constitucional y es profesor de Derecho Administrativo en la Complutense, es que pese a ello el veto sea declarado inconstitucional. ¡°Pero no puedo estar seguro al 100% porque s¨¦ c¨®mo funcionan las cosas en el tribunal. Esto no son matem¨¢ticas. Y porque no es lo mismo decir que no es inconstitucional financiar los colegios de ense?anza separada que decir que no financiarlos es inconstitucional¡±.

Evidencias cient¨ªficas

Una de las claves ser¨¢, seg¨²n los expertos, c¨®mo justifiquen la ley y el Gobierno el trato diferente a estos centros en materia de financiaci¨®n. ¡°Y no expresando una opini¨®n pol¨ªtica, sino dando razones con evidencia cient¨ªfica de que la educaci¨®n mixta pone unos medios en favor de la educaci¨®n en igualdad a priori m¨¢s adecuados que la diferenciada. Ahora mismo esa explicaci¨®n no est¨¢ en la ley, y por eso creo que las posibilidades de que sea declarado inconstitucional est¨¢n al 50%¡±, a?ade Benito Al¨¢ez, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo.

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?Existen argumentos en tal sentido? ¡°La educaci¨®n segregada env¨ªa a las ni?as y ni?os el mensaje de que existen unas diferencias naturales entre hombres y mujeres que no son modificables, cuando no est¨¢ acreditado cient¨ªficamente que tengan diferentes cerebros, diferentes intereses o maneras de comportarse, sino que dentro de un grupo de ni?as hay una gran diversidad y dentro de un grupo de ni?os, tambi¨¦n. Se les dice que est¨¢n juntos porque se parecen y est¨¢n separados porque son diferentes. Y as¨ª los estereotipos sobre qu¨¦ es un hombre, qu¨¦ es una mujer y c¨®mo deben comportarse, no se reducen, se afianzan, lo cual es lo contrario a promover una mayor igualdad, y abunda en el machismo y el sexismo existente¡±, responde Amparo Moreno, profesora del departamento de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Aut¨®noma de Madrid.

Tampoco tiene respaldo cient¨ªfico, a?ade Moreno, que la segregaci¨®n mejore el rendimiento, que es uno de los argumentos pedag¨®gicos de estos centros. Un metaan¨¢lisis revis¨® 184 estudios con m¨¢s de un mill¨®n y medio de alumnos en 2014 y no encontr¨® diferencias significativas en sus resultados acad¨¦micos respecto a los de colegios mixtos.

¡°Las consecuencias de tratar a los ni?os y ni?as como seres neutros desde el punto de vista de la feminidad y la masculinidad est¨¢n a la vista. Los estereotipos se han radicalizado, las chicas siguen sin ir a carreras t¨¦cnicas y hay una grieta sexual brutal¡±, sostiene, en cambio, Mar¨ªa Calvo, presidenta de la Asociaci¨®n Europea de Centros de Educaci¨®n Diferenciada. ¡°Los chicos fracasan much¨ªsimo m¨¢s y no estamos logrando el respeto entre los sexos tampoco¡±.