Separados por sexos en el siglo XXI
El respaldo del Supremo a que los centros de educaci¨®n segregada reciban subvenciones reaviva un debate en el que la ideolog¨ªa y las creencias priman sobre la ciencia
En el tabl¨®n de anuncios de la garita de acceso al colegio Altair de Sevilla cuelga un escrito con el encabezado de ¡°Noticia de ¨²ltima hora¡±. ¡°Gracias a Dios puedo daros la buena noticia de que el Tribunal Supremo ha dictado sentencia dando la raz¨®n a Altair. De esta manera, recuperamos los conciertos¡±. Son las palabras de agradecimiento que el director del centro educativo, Javier Delgado, dirige a los padres y al personal por su ¡°apoyo¡± durante estos meses de ¡°intranquilidad¡± a la espera de la decisi¨®n del alto tribunal.
El Supremo notific¨® el pasado mi¨¦rcoles una sentencia en la que reconoce el derecho de este y otros ocho centros andaluces que imparten educaci¨®n diferenciada (que solo admiten a alumnos de un mismo sexo) a ser sufragados con dinero p¨²blico. Esta sentencia reaviva un debate que parec¨ªa superado pero que resurge cada cierto tiempo, casi siempre a golpe de resoluci¨®n judicial: si los centros que imparten ense?anza diferenciada por sexos tienen derecho a ser sufragados con dinero p¨²blico. El debate lo cerrar¨¢ el Tribunal Constitucional cuando dictamine sobre los recursos presentados por el PSOE, y los Gobiernos de Andaluc¨ªa, Canarias y Asturias sobre el art¨ªculo 84.3 de la LOMCE, la ley educativa impulsada por Jos¨¦ Ignacio Wert (PP), que establece que la educaci¨®n segregada no puede implicar ¡°en ning¨²n caso¡± una desventaja ¡°a la hora de suscribir conciertos¡±.
Los socialistas y las comunidades que impugnaron la ley apelan a la Constituci¨®n, que consagra la no discriminaci¨®n ¡°por raz¨®n de nacimiento, raza, sexo, religi¨®n, opini¨®n o cualquier otra condici¨®n¡±. Pero los defensores de la educaci¨®n diferenciada tambi¨¦n se aferran a la norma fundamental, que recoge el derecho de los padres a que sus hijos ¡°reciban la formaci¨®n religiosa y moral que est¨¦ de acuerdo con sus propias convicciones¡±. Aunque, los defensores de este modelo aluden a supuestas evidencias cient¨ªficas, el debate es, sobre todo, ideol¨®gico y de valores y la mayor¨ªa de los centros espa?oles que separan por sexos est¨¢n vinculados al ala m¨¢s conservadora de la iglesia Cat¨®lica.
Un modelo que sobrevive en minor¨ªa
Seg¨²n el registro del Ministerio de Educaci¨®n, en Espa?a hay 33.670 centros docentes no universitarios. A los sindicatos, las asociaciones y la Administraci¨®n les cuesta dar un dato exacto de cu¨¢ntos imparten educaci¨®n diferenciada, pero coinciden en que rondan los 170, de los que alrededor de medio centenar son subvencionados. Todos est¨¢n vinculados a organizaciones cat¨®licas, en especial el Opus Dei y Fomento Centros de Ense?anza, organizaci¨®n muy cercana a dicha prelatura, que cuenta con 34 centros.
Tambi¨¦n es ¡°ideol¨®gica¡± la decisi¨®n del Supremo, seg¨²n Jos¨¦ Luis Pazos, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), que representa a la escuela p¨²blica. ¡°Estamos en contra de separar a los chicos de las chicas porque no es la sociedad en la que viven. Para nosotros el debate ya no es tanto el concierto sino la propia constitucionalidad de la existencia de un centro que separa, discrimina y atenta, a nuestro juicio, contra el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n. Seguiremos luchando para que este tipo de educaci¨®n desaparezca¡±, se?ala.
El subdirector de Altair, Juan Jos¨¦ de Paiz, reconoce que la suspensi¨®n del concierto hubiese supuesto su privatizaci¨®n o cierre, ya que en ning¨²n momento la direcci¨®n se plante¨® la posibilidad de hacerlo mixto como han hecho otros colegios andaluces para no perder la ayuda p¨²blica. Los responsables del centro, que pertenece al Opus Dei, hacen ver que este se aleja de la imagen de colegio elitista con que a menudo se asocia la educaci¨®n diferenciada. ¡°Es un colegio de barrio, su privatizaci¨®n har¨ªa imposible que la mayor¨ªa de los padres pudieran costearlo¡±, apunta el subdirector.
Sustentado desde sus inicios con fondos p¨²blicos, Altair, con 1.200 alumnos de Infantil a Bachillerato y Formaci¨®n Profesional, est¨¢ ubicado en el Parque Amate, un barrio obrero donde en las ¨²ltimas elecciones generales el PSOE obtuvo el 43,06% de los votos, Podemos el 26,4% y el PP, el 16,06%. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica lo sit¨²a como el barrio con la renta media por hogar m¨¢s baja de Espa?a (12.614 euros), empatado con sus vecinos de Los Pajaritos. ?Por qu¨¦ no hacerlo mixto como el resto de colegios del barrio? ¡°Llevamos 50 a?os con un modelo de educaci¨®n diferenciada que funciona, que las familias demandan... ?Por qu¨¦ cambiarlo? Pese a la incertidumbre de los ¨²ltimos meses, en marzo registramos m¨¢s solicitudes que plazas¡±, admite el gerente, Esteban Guerrero.
La Junta de Andaluc¨ªa, sin embargo, reiter¨® esta semana su desacuerdo con que ¡°se sostenga con fondos p¨²blicos una educaci¨®n que discrimine a ni?os y ni?as en pleno siglo XXI¡±. Similar es la opini¨®n del secretario general de la Ense?anza de CC OO, Francisco Garc¨ªa. ¡°Esas escuelas no educan, instruir¨¢n pero no educan, porque la educaci¨®n tiene que ver tambi¨¦n con valores, con actitudes, y los valores y actitudes que se aprenden en un colegio que segrega por sexo est¨¢n fuera de una sociedad del siglo XXI¡±, afirma.
Estereotipos
En el otro extremo de opini¨®n se encuentra Mar¨ªa Calvo, presidenta en Espa?a de la asociaci¨®n europea de educaci¨®n diferenciada (EASSE) y profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid. ¡°Este modelo es m¨¢s necesario que nunca porque ahora no hay ning¨²n problema de relaci¨®n entre los sexos. Todos se relacionan con todos, pero es bueno darles un ¨¢mbito en el que construir su identidad sexual¡±, asegura Calvo, que cita informes que apuntan que el fracaso escolar masculino se reduce en estas aulas o que el acceso de mujeres a carreras t¨¦cnicas se triplica entre las j¨®venes que vienen de colegios femeninos. ¡°La escuela mixta radicaliza estereotipos. Hay asignaturas que se le dan mejor a las ni?as y otras a los ni?os y eso les marca¡±.
Sin embargo, excepto estudios que se?alan algunas diferencias de aprendizaje entre hombres y mujeres, no hay evidencias cient¨ªficas que avalen estas teor¨ªas, contrarrestadas en un art¨ªculo publicado en la revista Science (La seudociencia de la escolarizaci¨®n por sexos). Seg¨²n esta publicaci¨®n, los datos de mejoras acad¨¦micas en la educaci¨®n diferenciada no son s¨®lidos, las diferencias cerebrales entre sexos no justifican una educaci¨®n dual y este modelo aumenta el sexismo y los estereotipos.
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