¡°Si quitan los apoyos educativos, estos chavales se van a quedar atr¨¢s¡±: estudiar en pandemia en los barrios m¨¢s desfavorecidos
Los docentes creen que las medidas extraordinarias con motivo de la covid han salvado el ¡°desastre¡±, y advierten contra una retirada r¨¢pida
La directora del instituto Virgen del Remedio, Mar Sierra, mira a sus alumnos cruzar la puerta del instituto, se ajusta la mascarilla y comenta: ¡°Los chavales han vivido situaciones muy duras en el ¨²ltimo a?o. Tenemos familias muy desestructuradas, casos de malos tratos que se agravaron en el confinamiento, y muchos alumnos que han vivido de cerca la enfermedad. Al vivir hasta 10 en un piso, aqu¨ª ha habido m¨¢s casos que en otros barrios de Alicante. Hemos visto un aumento de las conductas de ansiedad y de la tendencia a autolesionarse¡±.
El instituto Virgen del Remedio est¨¢ situado al norte de Alicante, en el rinc¨®n de la ciudad m¨¢s alejado del mar. El barrio, del mismo nombre, est¨¢ formado por edificios de ladrillo visto levantados en los a?os sesenta para alojar a los miles de obreros llegados de Andaluc¨ªa y Castilla-La Mancha. Fue cuna del movimiento vecinal alicantino, el tr¨¢fico de drogas lo transform¨® en los ochenta en una zona conflictiva y con el tiempo parte de sus moradores fueron relevados por otros, venidos sobre todo del norte de ?frica. Si todo el sistema ha sufrido el impacto del virus, el Virgen del Remedio y otros institutos de las barriadas espa?olas m¨¢s desfavorecidas lo han acusado el doble.
¡°En t¨¦rminos de aprendizaje¡±, afirma Jos¨¦ Manuel Franco, director del IES La Cartuja, enclavado en la zona m¨¢s deprimida de Granada, ¡°el confinamiento del a?o pasado, durante el que no fue posible mantener una conexi¨®n por internet con muchos alumnos, sumado a que este curso tampoco est¨¢ siendo normal, est¨¢ pasando una factura importante. Los chicos tienen una p¨¦rdida del ritmo de trabajo y de conocimientos¡±.
Ning¨²n director quiere una retirada r¨¢pida de las medidas extraordinarias adoptadas para prevenir los contagios en las aulas y mitigar las consecuencias del cierre escolar del a?o pasado ¡ªcomo parece dispuesta a hacer Madrid, si bien un portavoz de la Comunidad asegura que no se ha tomado una decisi¨®n definitiva¡ª. Pero a los responsables de los institutos donde estudian los chavales m¨¢s pobres les preocupa especialmente, porque en ellos las consecuencias de la pandemia no son solo sanitarias y acad¨¦micas, sino cada vez m¨¢s sociales.
¡°Hay familias con los padres en paro¡±, prosigue Franco, ¡°que depend¨ªan de la pensi¨®n de la abuela o el abuelo que viv¨ªa con ellos, y al morir por covid su situaci¨®n se ha complicado much¨ªsimo. Faltan ingresos para comer, y no son casos aislados. Por aqu¨ª se ven cortes de luz continuamente¡±.
Las comunidades recibieron del Gobierno el a?o pasado 1.600 millones para reforzar los colegios e institutos frente a la pandemia, a los que hay que sumar 60 millones transferidos por el Ejecutivo para actuaciones de compensaci¨®n educativa, 266 millones para modernizar la FP y 190 millones para la compra de equipos digitales.
Con esos fondos, los que aumentaron algunas comunidades y reorganizando internamente las horas, institutos como el Virgen del Remedio y La Cartuja han conseguido que sus alumnos puedan ir a clase todos los d¨ªas (mientras en la mayor¨ªa de institutos espa?oles lo hacen en jornadas alternas desde segundo o tercero de la ESO), han reducido los estudiantes por aula, han puesto en marcha clases de refuerzo por las tardes, han implantado la codocencia (dos profesores a la vez) en algunas asignaturas y han prestado tabletas a los adolescentes.
En el instituto de Alicante, que tiene 775 alumnos, el 20% de ellos extranjeros (el 32% en la ESO), tambi¨¦n funciona una biblioteca tutorizada. Al acabar las clases, los alumnos pueden quedarse a estudiar, hacer los deberes y repasar en sesiones organizadas por asignaturas y atendidas por un profesor de la materia. El servicio es voluntario, pero asisten unos 200 chavales. ¡°Es como una academia, pero p¨²blica. En casa muchos no tienen las condiciones apropiadas para estudiar, un escritorio o una mesa, sino que tienen que estar en la cocina o en el comedor, a veces con un mont¨®n de gente, incluidos ni?os muy peque?os¡±, afirma Sierra ante la puerta del centro, construido hace 40 a?os y cuya fachada est¨¢ a la espera de una reforma.
Tiempo perdido
Son las dos y media y dentro del instituto est¨¢n en marcha dos grupos, de ingl¨¦s y ciencias, de la biblioteca. ¡°Yo todav¨ªa tengo lagunas del a?o pasado. En matem¨¢ticas por ejemplo. Durante el confinamiento estabas muy limitado por los dispositivos y la conectividad que tuvieras, y la m¨ªa era p¨¦sima¡±, comenta antes de irse Adri¨¢n Gim¨¦nez, 17 a?os, camisa roja, pantal¨®n de ch¨¢ndal negro y pelo muy corto. ¡°En lo personal¡±, a?ade Natalia G¨®mez, de 16, ¡°yo creo que tenemos estr¨¦s por el tiempo que hemos perdido en nuestras vidas¡±.
Los recursos adicionales est¨¢n ayudando a que los centros salgan adelante, afirma Jos¨¦ Manuel Franco. ¡°Si hubi¨¦ramos seguido en las mismas condiciones en que est¨¢bamos, habr¨ªa sido un desastre. Pero no va a servir de nada si no se mantienen, porque ya hac¨ªan falta antes y lo que hemos perdido con la pandemia no se arregla en un a?o¡±, advierte. ¡°Entre el confinamiento y los parones por dar positivo o ser contactos estrechos¡±, a?ade Mar Sierra, ¡°muchos alumnos han estado sin venir medio curso. En septiembre no deber¨ªa quitarse ning¨²n refuerzo. Si los quitan estos chavales se van a quedar atr¨¢s¡±.
Profesores que se quedan por vocaci¨®n
Silvia Carrasco, profesora de Antropolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, que ha estudiado el impacto de la covid en los alumnos de secundaria de la capital catalana y de Madrid, se?ala que el coronavirus golpe¨® a unos centros muy debilitados tras a?os de ¡°pol¨ªticas de austeridad¡±. Los recortes desmantelaron programas de compensaci¨®n educativa y de formaci¨®n de competencias digitales del profesorado y del alumnado implantados por el Gobierno del socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, dice, lo que ha complicado el salto a la docencia online.
De la respuesta ofrecida en los ¨²ltimos 12 meses, Carrasco lamenta especialmente que ni el Gobierno ni las comunidades hayan puesto marcha ning¨²n plan dirigido espec¨ªficamente a ¡°mantener la escolarizaci¨®n a distancia del alumnado llegado desde otros pa¨ªses en los ¨²ltimos a?os, cuando muchos depend¨ªan de los programas de iniciaci¨®n y adquisici¨®n de la lengua¡± para poder continuar su aprendizaje.
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