M¨¢s que cifras
La exministra Isabel Cela¨¢ contesta con este art¨ªculo a quienes critican las matem¨¢ticas con perspectiva de g¨¦nero en su ley
Este 18 de julio se cumplen 123 a?os del descubrimiento del polonio realizado por Marie y Pierre Curie. Pocos meses despu¨¦s, anunciar¨ªan el descubrimiento del radio. El personaje de Maria Sklodowska, m¨¢s conocida por Marie Curie, resulta como se?ala mi querido amigo y catedr¨¢tico de Matem¨¢tica Aplicada Francisco Michavilla, ¡°el s¨ªmbolo excelso del emigrante cient¨ªfico¡±. Pero tambi¨¦n es, para la mayor¨ªa de nosotras y nosotros, un acicate en nuestra lucha por una sociedad m¨¢s igualitaria. Maria, la primera mujer profesora de la Sorbona, la primera persona que recibi¨® dos premios Nobel, pero que en su propio pa¨ªs y en su ¨¦poca, no pudo acceder como alumna a la universidad, y a la que a?os m¨¢s tarde, tambi¨¦n le fue negado su acceso como docente. Y es que Maria, siempre cuestionada por su g¨¦nero, su origen, su etnia, hasta por sus relaciones personales, nunca lo tuvo f¨¢cil.
Maria Sklodowska obtuvo su primer premio Nobel en 1903, y desde entonces, solo 23 mujeres han ganado este galard¨®n en las disciplinas de F¨ªsica, Qu¨ªmica o Medicina frente a m¨¢s de 500 hombres que lo han conseguido. Con raz¨®n, Virginia Woolf, ya hace un siglo, reclamaba la voz y el protagonismo p¨²blico de las mujeres, denunciando que An¨®nimo hab¨ªa sido nombre de mujer durante la mayor parte de la Historia.
Enfrentamos un problema universal, fruto de nuestra historia. Aun hoy, solo el 28% de todos los investigadores del mundo son mujeres. Y siguen siendo minor¨ªa las j¨®venes que estudian grados y ciclos cient¨ªfico-t¨¦cnicos. Pese a que m¨¢s del 50% del alumnado universitario en nuestro pa¨ªs son mujeres, solo el 25% de quienes estudian Ingenier¨ªa o Arquitectura lo son, seg¨²n datos del Instituto de la Mujer. En carreras como Inform¨¢tica, ese porcentaje se reduce a un 12%. La brecha de g¨¦nero est¨¢ presente en todas las disciplinas cient¨ªfico-tecnol¨®gicas y en todas las etapas, y aparece como antesala de una posterior brecha salarial y de pobreza que se extiende a lo largo de la vida. De ah¨ª, la necesidad de reforzar el liderazgo de las mujeres, de visibilizarlas, de convertirlas en referentes.
Emily Dickinson dec¨ªa que las mujeres ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que no somos llamadas a ponernos en pie. Por eso es preciso incorporar la perspectiva de g¨¦nero a nuestro sistema, y que nuestra sociedad recupere el talento femenino que estamos perdiendo, como denunciaron en este mismo diario la directora del CNIO Mar¨ªa Blasco y la galardonada matem¨¢tica Marta Macho. Quienes hoy desprecian esta mirada y dicen, ¡°al mismo tiempo¡±, defender las STEM, las ense?anzas cient¨ªfico-t¨¦cnicas, ponen de manifiesto que o bien no entienden o, lo que es peor, que una vez m¨¢s pretenden utilizar la educaci¨®n con particulares y oscuras intenciones.
Nuestra civilizaci¨®n se asienta sobre el conocimiento, una s¨ªntesis de competencias, contenidos y valores. Por eso, nuestro sistema educativo debe tener en cuenta esa perspectiva. La escuela no busca una mera instrucci¨®n mec¨¢nica, vac¨ªa y fr¨¢gil. Pretendemos que proporcione a todos y a todas las estudiantes competencias suficientes sobre valores s¨®lida y universalmente aceptados. Fingir un disenso sobre esos valores para obtener r¨¦dito pol¨ªtico del descontento o la preocupaci¨®n es, sencillamente, inaceptable. Aparecen formulados en la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, un abc que, por acuerdo de los m¨¢s importantes organismos internacionales, hemos ensanchado y profundizado. Y recordemos a quienes apuestan por la vuelta a la barbarie, que una sociedad que excluya estos, que se sustente en el desprecio a los mismos, est¨¢ condenada al conflicto y al fracaso.
El ensayista y analista geopol¨ªtico Pankay Mishra explica que la democracia es la b¨²squeda institucionalizada de la igualdad. Hoy y aqu¨ª nos hemos propuesto que nuestros hijos e hijas, independientemente del g¨¦nero, origen o condici¨®n social, tengan pleno acceso al conocimiento que proporciona el sistema educativo. No desgajemos a las Mar¨ªas de nuestro propio pa¨ªs, no hagamos m¨¢s dif¨ªcil su acceso al conocimiento en la ¨¦poca que les ha tocado vivir, ni las dejemos atrapadas bajo inhumanos techos de cristal. Hagamos la educaci¨®n contempor¨¢nea y abordemos la formaci¨®n de nuestros hijos e hijas con la cabeza, las manos y el coraz¨®n abiertos para promover su desarrollo integral y pleno.
Isabel Cela¨¢ es ¨¦xministra de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional (2018-2021).
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