?M¨¢s plazas p¨²blicas o m¨¢s subvenciones? Dos modelos para un objetivo inaplazable: extender la educaci¨®n infantil de 0 a 3 a?os
El ministerio financia 64.000 nuevos puestos estatales para menores de tres a?os, mientras algunas comunidades apuestan por los conciertos y los cheques para acelerar la gratuidad de la etapa. La brecha social para el acceso es profunda y muy desigual entre autonom¨ªas
Clara Manrique tiene 24 a?os y un ni?o de dos y medio. El 80% de su salario lo destina a pagar los 240 euros que le cuesta la guarder¨ªa de su hijo. No puede acceder a ning¨²n tipo de ayuda o bonificaci¨®n porque vino de Bolivia en 2019 y a¨²n no tiene la documentaci¨®n en regla. Para Manrique, que su hijo Roger acuda a una escuela infantil es una absoluta prioridad, no solo para que ella pueda trabajar, sino para que ¨¦l, con problemas de desarrollo, pueda evolucionar y mejorar en sus habilidades sociales y cognitivas. Manrique es un ejemplo de la brecha social que existe en Espa?a en el acceso a la educaci¨®n infantil para menores de tres a?os, donde la oferta p¨²blica todav¨ªa es escasa, los precios elevados, las ayudas no cubren todas las necesidades y los modelos de atenci¨®n no se adaptan por completo a las necesidades de los padres.
La nueva ley de educaci¨®n pretende unificar criterios m¨ªnimos para avanzar en la universalidad y la calidad en esta etapa, y el Gobierno ha destinado 660 millones de euros de fondos europeos para la creaci¨®n de 64.000 nuevas plazas p¨²blicas. La apuesta decidida por una etapa crucial para el desarrollo educativo, el fomento de la igualdad de oportunidades y la conciliaci¨®n de las familias se extiende a casi todas las administraciones. El Congreso de los Diputados aprob¨® el 14 de diciembre iniciar la tramitaci¨®n de la proposici¨®n de ley relativa a la gratuidad del primer ciclo de la educaci¨®n infantil; la Xunta de Galicia garantizar¨¢ el pr¨®ximo curso la gratuidad de la escolarizaci¨®n para menores de tres a?os; La Rioja ha universalizado un bono infantil para todos los alumnos de la etapa; en la Comunidad Valenciana ser¨¢ gratis en el tercer curso (dos a?os)... El consenso es mucho m¨¢s dif¨ªcil, sin embargo, en torno al modo de conseguir la extensi¨®n, es decir, si se hace a trav¨¦s de escuelas p¨²blicas de calidad (incluso aunque las familias que puedan permit¨ªrselo sigan teniendo que pagar) o de subvenciones, conciertos y cheques que garantizan una extensi¨®n m¨¢s r¨¢pida contando con las escuelas privadas.
¡°Hay que estimular la escolarizaci¨®n en el primer ciclo y como Administraci¨®n entendemos que hay que impulsar la progresiva extensi¨®n de la gratuidad de las plazas, priorizando el acceso al alumnado con menos recursos¡±, explica la directora general de Evaluaci¨®n y Cooperaci¨®n Territorial del Ministerio de Educaci¨®n, Mar¨ªa Dolores L¨®pez Sanz. En esa l¨ªnea va el programa para financiar 64.000 nuevas plazas p¨²blicas. Una iniciativa que cont¨® con la oposici¨®n de algunas comunidades, como la andaluza, que han conseguido un amplio grado de escolarizaci¨®n en esta etapa (del 48%) a trav¨¦s de un modelo que prima el concierto con centros privados.
Una etapa esencial para el desarrollo
El ciclo de educaci¨®n infantil en Espa?a se divide en dos etapas: la primera, para menores de tres a?os, que es de la que se ocupa este art¨ªculo, y la segunda, de tres a seis, casi universalizada ya desde que extendi¨® su gratuidad a principios de los a?os 2000. En lo que respecta a la primera, aunque m¨¢s modesta, tambi¨¦n ha experimentado una notable expansi¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas, a pesar de la reciente ca¨ªda por culpa de la pandemia, pasando de una tasa de escolarizaci¨®n del 3,3% en el curso 1990-91 al 36% en el 2020-21, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Educaci¨®n. Se trata de una cifra que supera los umbrales fijados en los Objetivos de Barcelona, en 2002 (33%), aunque hay diferencias notables entre territorios: desde el 17,8% de Murcia hasta el 50,3% del Pa¨ªs Vasco.
¡°La educaci¨®n infantil favorece las habilidades sociales. Las habilidades no cognitivas son fundamentales y no solo influyen en un mejor desarrollo acad¨¦mico en el futuro del ni?o, reduciendo el fracaso escolar, sino en la inserci¨®n laboral¡±, explica ?lvaro Ferrer, especialista de Equidad Educativa de la ONG Save the Children y autor del informe Donde todo empieza, sobre la educaci¨®n infantil de 0 a 3 a?os en Espa?a. Mar¨ªa Jos¨¦ , trabajadora de una guarder¨ªa de Sevilla, tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en la trascendencia de esta etapa: ¡°El primer ciclo tiene un car¨¢cter muy asistencial, pero eso no significa que el ni?o no est¨¦ aprendiendo. Los individuos tenemos una serie de momentos en nuestro crecimiento en los que aprendemos una serie de habilidades, son ventanas que se abren en un momento determinado y que debemos aprovechar para estimularlas porque despu¨¦s se cierran y se pierde la oportunidad de aprender algo concreto¡±.
En Espa?a conviven varios modelos en los que al mayor o menor peso de los centros de titularidad p¨²blica o privada hay que a?adir los detalles de su gesti¨®n ¡ªque en el caso de los p¨²blicos puede ser directa (p¨²blica) o indirecta (privada)¡ª y financiaci¨®n, que para los privados puede correr a cuenta del bolsillo de las familias o estar subvencionada. ¡°Cada modelo tiene sus ventajas e inconvenientes y su eficacia depende de c¨®mo se implemente¡±, opina Ferrer. ¡°La creaci¨®n de plazas p¨²blicas suele estar m¨¢s controlada por la Administraci¨®n y hay mayor planificaci¨®n. Un modelo que impulsa los conciertos con los centros privados, donde la oferta crece en funci¨®n del inter¨¦s econ¨®mico y hace que se desatiendan zonas donde hay mayor pobreza y no se compensan las desigualdades. Por eso es importante la planificaci¨®n, para evitar desigualdades e inequidades en el acceso¡±, explica.
El 53% de los alumnos de educaci¨®n infantil acude a centros de titularidad p¨²blica ¡ªla mayor¨ªa dependientes de Ayuntamientos¨D y el resto va a privados. La proporci¨®n entre los primeros (4.456) y los segundos (4.495) es pr¨¢cticamente id¨¦ntica, aunque su distribuci¨®n var¨ªa, siendo mayor la oferta privada en los grandes n¨²cleos de poblaci¨®n. ¡°Yo no har¨ªa un enfrentamiento entre lo p¨²blico y lo privado. Lo importante es que todos tengan calidad y que si se cede la gesti¨®n que se lleve un control sobre su funcionamiento. Lo esencial es que la educaci¨®n infantil llegue a los m¨¢s necesitados, los menores en situaci¨®n de pobreza son invisibles para el sistema¡±, incide Vicen? Arnaiz, experto en educaci¨®n infantil y uno de los impulsores de la red de Escoletas en Menorca, un sistema de escuelas infantiles que trascienden del recurso escolar e integran la participaci¨®n de los padres para asesorarles en sus dudas y carencias sobre la crianza e incorpora los servicios de atenci¨®n temprana.
Sistema de bonificaci¨®n o gratuidad
Como apunta Arnaiz, el nivel de renta condiciona de manera determinante el acceso de las familias a la educaci¨®n infantil. La tasa de escolarizaci¨®n de las que se encuentran en el umbral m¨¢ximo de pobreza es del 26,3%, frente a quienes tienen el mayor poder adquisitivo, donde alcanza el 65,5%. ¡°Siempre tuve claro que Roger ten¨ªa que ir a la guarder¨ªa para que pudiera relacionarse, pero al principio no ten¨ªamos dinero y el precio de la guarder¨ªa fue lo que nos ech¨® para atr¨¢s, adem¨¢s con el beb¨¦ yo ten¨ªa muy complicado encontrar trabajo porque no ten¨ªa con qui¨¦n dejarlo. Ahora que el padre trabaja y podemos tambi¨¦n tener seguro el alquiler estamos m¨¢s tranquilos¡±, explica Clara Manrique.
Ella paga 240 euros por una guarder¨ªa que est¨¢ adscrita a la red de la Junta de Andaluc¨ªa. Valor¨® llevar a Roger al comedor para poder trabajar m¨¢s horas, pero el coste pasaba de los 300 euros y era inasumible para una econom¨ªa donde los ingresos proceden de su empleo de dos horas al d¨ªa como asistente del hogar y el del padre del ni?o, ayudante de alba?il. Ambos llegaron desde Bolivia hace tres a?os. Al carecer de documentaci¨®n en regla no pueden acceder a la bonificaci¨®n extraordinaria de la Junta ni al sistema de tarificaci¨®n. El gasto familiar en el primer ciclo supone el 41% del total, frente al 23% que supone para el segundo. Los expertos coinciden en que nunca deber¨ªa ser superior al 25%. ¡°Hay una brecha social en el acceso a la educaci¨®n de 0 a 3 en funci¨®n de la posici¨®n socioecon¨®mica que se recorta conforme aumentan los recursos econ¨®micos y el nivel educativo. Un patr¨®n que se repite y aumenta en el caso de los hijos de los migrantes de fuera de la UE, donde la escolarizaci¨®n disminuye hasta en 20 puntos¡±, advierte Ferrer.
Los sistemas de bonificaci¨®n o tarificaci¨®n, que aplican exenciones y descuentos en funci¨®n de las rentas, son una herramienta fundamental para extender la escolarizaci¨®n entre las familias con menos recursos. De nuevo, en Espa?a las pol¨ªticas de compensaci¨®n var¨ªan, al igual que las tasas y precios p¨²blicos m¨¢ximos, que oscilan entre los 83 euros de Murcia y los 241 de Andaluc¨ªa. ¡°Hay comunidades aut¨®nomas como Madrid, La Rioja y Galicia, el a?o que viene, que han establecido la gratuidad. Desde Save the Children, Ferrer alerta contra este concepto: ¡°La Educaci¨®n Infantil no tiene necesariamente que ser gratuita sino asequible. Se est¨¢n equivocando los conceptos, universalidad no es lo mismo que gratuidad. En la Comunidad de Madrid el sistema es gratuito, pero la oferta es superior a la demanda y no llega a todas partes¡±.
Criterios de admisi¨®n que se convierten en barreras
La falta de oferta de plazas suficientes en el primer ciclo de educaci¨®n infantil convierte los criterios de admisi¨®n en otra barrera a la hora de conseguir entrar en los centros de 0 a 3. Cada comunidad establece sus propios baremos, entre ellos la situaci¨®n laboral. ¡°Vincular el acceso al trabajo de los progenitores muchas veces acaba convirti¨¦ndose en una traba y m¨¢s en el caso de las familias con menos recursos, donde los trabajos son precarios y no pueden demostrar actividad laboral¡±, se?ala Arnaiz. ¡°Muchas veces adem¨¢s son sus empleos los que impiden que puedan llevarlos a una guarder¨ªa porque los horarios que ofrecen no se adaptan a los suyos. Por eso es esencial una mayor flexibilidad de los centros¡±, abunda Ferrer. La renta, el horario y la distancia son los tres principales factores asociados a la no asistencia a guarder¨ªas, de acuerdo con el informe del ministerio.
M¨¢s all¨¢ de los modelos de financiaci¨®n, otros aspectos clave de la educaci¨®n infantil tienen que ver con el ordenamiento curricular. La ratio, el perfil de los profesionales o la flexibilizaci¨®n de horarios y la organizaci¨®n de los centros son otros aspectos esenciales para garantizar la calidad en el primer ciclo, cuyos m¨ªnimos regular¨¢ por primera vez la LOMLOE. ¡°En cuanto a las ense?anzas m¨ªnimas, se han trabajado los modelos competenciales y se han incorporado al primer ciclo de educaci¨®n infantil. Hasta ahora no se hab¨ªan definido competencias ¨²nicas y comunes¡±, se?ala L¨®pez, quien indica que se est¨¢ trabajando con las comunidades para consensuar requisitos m¨ªnimos sobre el resto de las cuestiones.
Atenci¨®n a las profesionales
¡°Establecer una regulaci¨®n estatal com¨²n que determine c¨®mo deben ser los espacios, la ratio o la formaci¨®n inicial del profesorado es b¨¢sico para garantizar la calidad¡±, apunta Ferrer, que alerta de las condiciones de las trabajadoras de los centros privados, cuya situaci¨®n laboral es mucho m¨¢s precaria que en los p¨²blicos. ¡°De media cobran un 30% menos. Es importante que se revisen los contratos de gesti¨®n indirecta y la financiaci¨®n a los centros privados para mejorar las condiciones laborales de las profesionales¡±, se?ala.
Moreno trabaja en un centro privado de educaci¨®n infantil en Sevilla y est¨¢ a cargo de 14 ni?os de dos a?os. ¡°Se trabaja bien con esos n¨²meros, aunque mis compa?eras que est¨¢n con edades m¨¢s tempranas no dir¨¢n lo mismo¡±, se?ala. ¡°Las diferencias en las condiciones laborales con respecto a las escuelas p¨²blicas son abismales. No tenemos los mismos contratos, los nuestros suelen ser parciales, ni disfrutamos del mismo calendario de descanso¡±, se?ala. Esto supone que tengan que organizar los cursos echando horas extra. ¡°El tiempo para seguir form¨¢ndonos es ¨ªnfimo¡±, subraya Moreno.
Hacia nuevos modelos de integraci¨®n
La progresiva incorporaci¨®n de aulas de 2 a 3 a?os a los centros de ense?anza primaria ha contribuido a extender la escolarizaci¨®n en esas etapas, aunque como advierte Ferrer, a costa de dejar desatendida la expansi¨®n a edades m¨¢s tempranas. Esto promueve un tipo de educaci¨®n m¨¢s volcada en la adquisici¨®n de conocimientos, excluyendo otros elementos necesarios en el desarrollo del menor y de la propia familia que muchas veces demandan los padres. ¡°En estas edades las necesidades de los ni?os no son meramente acad¨¦micas y se corre el riesgo de que la escuela infantil se primarice, que la cultura de primaria se incorpore a estas etapas¡±, se?ala.
La red de Escoletas impulsada por Arnaiz ha buscado justo lo contrario. ¡°?Si existen centros de atenci¨®n especial a los que los ni?os van cuando salen de la guarder¨ªa, por qu¨¦ no integrarlos? Cuesta lo mismo y facilita la vida a los padres¡±, explica Arnaiz. Manrique lleva a Roger dos veces por semana a un Centro de Atenci¨®n Infantil Temprana (CAIT) que est¨¢ en contacto con las profesoras de la guarder¨ªa. ¡°A m¨ª me ayuda y en el CAIT me ense?an a ser m¨¢s paciente con el ni?o, cosas muy diferentes a lo que ve¨ªa por Internet cuando no ten¨ªa este recurso¡±, indica. En las Escoletas, la crianza y el apoyo a los padres es igual de esencial que el desarrollo. ¡°La crianza no es solo atender al ni?o, sino atender al empoderamiento de las familias. Se trata de una cuesti¨®n de objetivos, de pensar los centros como un espacio com¨²n de aprendizaje¡±, se?ala Arnaiz. Desde Save the Children, Ferrer tambi¨¦n aboga por integrar en el sistema educativo otros servicios sociales y sanitarios.
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