Los pediatras proponen quitar las mascarillas de las aulas de los colegios
La Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa plantea una retirada progresiva de la prenda que empiece a final de este mes en la escuela y siga en abril en los institutos. Los docentes constatan que el cubrebocas ha dificultado la ense?anza
La Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa es partidaria de quitar las mascarillas de las aulas de los colegios. La entidad ha elaborado una propuesta consistente en retirarla de forma progresiva, empezando a final de este mes por primero y segundo de primaria, y monitorizando el impacto de la medida en el n¨²mero de contagios durante un par de semanas antes de continuar con tercero y cuarto curso y, m¨¢s tarde, si la cosa ha ido razonablemente bien, con quinto y sexto. Los pediatras han comparado las infecciones registradas en el ¨²ltimo curso de infantil (cuando los ni?os tienen cinco a?os y el uso de la mascarilla no es obligatorio) y en primero de primaria (seis a?os, cuando s¨ª tienen que llevarla) y han concluido que en ambos niveles han sido similares. Si todo fuera bien en las escuelas, la medida se podr¨ªa ampliar en el tercer trimestre del curso a los alumnos de educaci¨®n secundaria.
Desde el punto de vista educativo, los estudios apuntan a que el uso de las mascarillas complica la ense?anza, un obst¨¢culo que seg¨²n los profesores se agrava en los chavales con dificultades de aprendizaje. Los sindicatos docentes reclaman cautela a la hora de introducir cambios en los protocolos sanitarios.
El epidemi¨®logo y miembro de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa Quique Bassat afirma que, adem¨¢s de servir para que la actividad escolar vaya recuperando la normalidad, la medida ser¨ªa una buena forma de ensayar la retirada general de mascarillas en interiores. Los ni?os son un grupo poco vulnerable a la covid, y si dejar de usar la mascarilla provocara un aumento de infecciones en los colegios, ello no se traducir¨ªa de forma autom¨¢tica en un aumento de los casos graves. Ser¨ªa, sigue Bassat, una forma de dar el paso hacia el fin de las mascarillas en interiores menos arriesgada que hacerlo de golpe con todo el pa¨ªs, al estilo de lo que han hecho Dinamarca o Reino Unido.
?Qu¨¦ ha cambiado respecto a hace unos meses para que los pediatras planteen esta iniciativa? ¡°Tenemos una variante del virus diferente, que es muy contagiosa y va a causar much¨ªsimos casos y, por tanto, tenemos que convivir con ella. Y esto se enmarca en un cambio de paradigma m¨¢s amplio, en el que hemos pasado de una situaci¨®n en la que intent¨¢bamos contabilizar e impedir cada infecci¨®n, a otra en la que nos dan un poco igual las infecciones que pueda haber, siempre y cuando no tengan trascendencia cl¨ªnica¡±, responde Bassat. Por lo que se ha comprobado con la enorme oleada de contagios de la ¨®micron (mayor todav¨ªa en el caso de los ni?os), la enfermedad en la poblaci¨®n de edad escolar es en la gran mayor¨ªa de los casos leve y causa ¡°poca trascendencia cl¨ªnica¡±. A ello hay que a?adir la alta tasa de vacunaci¨®n general alcanzada en el pa¨ªs (81% de la poblaci¨®n total, y en torno al 50% con dosis de refuerzo).
Bassat menciona dos elementos que favorecen la retirada, que los pediatras contemplan empezar a realizar a final de febrero. La incidencia de la enfermedad muestra una tendencia consolidada a la baja, y se acerca la primavera, con temperaturas m¨¢s elevadas. La semana pasada el uso de la mascarilla ya dej¨® de ser obligatorio en los espacios al aire libre de los centros educativos. Y Catalu?a ya ha anunciado su intenci¨®n de quitarlas tambi¨¦n en las aulas este mes.
Familias, docentes y ni?os
La medida ha sido bien recibida por la gran federaci¨®n de familias de Catalu?a, Affac, explica su directora, Lid¨®n Gasull: ¡°La mascarilla tiene consecuencias para el aprendizaje del alumnado, la comunicaci¨®n y la socializaci¨®n dentro del aula. Si la situaci¨®n sanitaria lo exige y es imprescindible, muy bien, podemos privar a los ni?os de ello, pero en cuanto los expertos dicen que es posible quitarla, hacerlo debe ser una medida prioritaria¡±. Mari Carmen Morillas, portavoz de la federaci¨®n estatal de familias mayoritaria en la escuela p¨²blica, Ceapa, afirma, por su parte, que si los especialistas sanitarios avalan la medida, su entidad lo apoyar¨¢. ¡°Lo que s¨ª pedir¨ªamos es que haya unidad, que no haya unas comunidades donde se quiten y otras que no¡±. Morillas agrega que, desde el principio de la pandemia, los colegios han tenido normas sanitarias m¨¢s estrictas que otros ¨¢mbitos sociales, como la hosteler¨ªa, de forma que iniciar la desescalada por ellos ser¨ªa en cierta forma de justicia. Un peque?o sondeo realizado por este peri¨®dico entre alumnos de primaria muestra que, despu¨¦s de la sorpresa inicial que les suscita la posibilidad de dejar de llevarla, la mayor¨ªa de los ni?os estar¨ªan encantados de hacerlo.
Los ni?os interiorizaron el uso de la mascarilla muy r¨¢pidamente y lo han mantenido con una disciplina que al principio result¨® sorprendente, afirma el presidente de la federaci¨®n de directores de colegios p¨²blicos, Fedeip, Vicent Ma?es. Su uso no ha generado pr¨¢cticamente ning¨²n conflicto en la escuela, prosigue, pero durante estos dos a?os ha generado ¡°muchos inconvenientes¡± desde el punto de vista pedag¨®gico. ¡°En primaria es muy importante la comunicaci¨®n verbal, porque no se le da un libro a un alumno y se le dice: ¡®Est¨²diatelo y ma?ana haremos un examen¡¯. La comunicaci¨®n ha sido muy dificultosa, con algunos maestros usando un altavoz port¨¢til y con los ni?os sin poder hacer lectura labial. Para los alumnos con necesidades especiales, el problema ha sido todav¨ªa mayor¡±. El docente cree que, en todo caso, parte de los profesores preferir¨¢n seguir llevando mascarilla, aunque sus alumnos no tengan que hacerlo.
Olga Catas¨²s, presidenta de los directores de primaria de Murcia, ha constatado en clase problemas similares a los que menciona Ma?es. ¡°Si se dijera de quitarlas justo ahora, cuando todav¨ªa hay una incidencia alta, yo dir¨ªa que precipitarse no es un buen consejo. Pero por otro lado, los profesores somos conscientes de que tenemos que tender a recobrar la normalidad. Y que con el buen estado de ¨¢nimo que percibimos en el patio con la retirada del uso obligatorio de la mascarilla, tambi¨¦n es necesario hacerlo en el aula¡±, a?ade.
Investigaciones
En Espa?a no hay muchos estudios sobre el efecto de la mascarilla en la ense?anza. Uno de los publicados, realizado en la Universidad de Alicante y titulado La influencia de la mascarilla COVID-19 en la inteligibilidad de palabra en el aula, constat¨® en octubre que la prenda hace m¨¢s dif¨ªcil entender a un orador en el aula. Y tambi¨¦n que la mayor¨ªa de los alumnos (64%) que participaron en la investigaci¨®n consideraron que su uso resultaba ¡°molesto, agobiante y daba calor¡±, un porcentaje que descend¨ªa en el caso del profesorado (46%). Los resultados est¨¢n en l¨ªnea con la que han encontrado otras investigaciones internacionales, en el sentido de que las mascarillas hacen m¨¢s dif¨ªciles las clases, aunque sin llegar a conclusiones dram¨¢ticas en t¨¦rminos de aprendizaje, al menos para el alumnado medio.
Los sindicatos de profesorado, por su parte, ya pidieron cautela cuando hace unos d¨ªas se decidi¨® alzar la obligatoriedad de llevar la mascarilla en el recreo, y recordaron que la vacunaci¨®n de los ni?os de 5 a 11 a?os no se ha completado. Un 56% de la poblaci¨®n de esa edad ha recibido al menos una dosis. Pero buena parte de ellos tardar¨¢n todav¨ªa alg¨²n tiempo, hasta entrado en marzo, en recibir la segunda, ya que el calendario de inmunizaci¨®n contempla en su caso una espera de ocho semanas entre la primera y la segunda dosis.
Puedes seguir EL PA?S EDUCACI?N en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.