Un refugio para leer y estudiar
La biblioteca escolar debe facilitar la ampliaci¨®n de los contenidos, el acceso a nuevos recursos, y fomentar la lectura y la participaci¨®n
Dec¨ªa Jorge Luis Borges que siempre hab¨ªa imaginado que el Para¨ªso ser¨ªa alg¨²n tipo de biblioteca. No sabemos si sus sospechas se habr¨¢n confirmado, pero lo que es seguro es que las bibliotecas son lugares que merece la pena disfrutar mientras estamos vivos, y la infancia es el mejor momento para empezar a descubrirlas. Lo sabe M¨°nica Bar¨®, profesora de Facultad de Biblioteconom¨ªa y Documentaci¨®n de la Universidad de Barcelona, especializada en bibliotecas escolares, para quien, en esta etapa, se dibujan como espacios de aprendizajes m¨²ltiples, no solo en cuanto a la pr¨¢ctica lectora, sino tambi¨¦n, por ejemplo, en el acceso a la informaci¨®n y a la cultura. ¡°La biblioteca escolar es un recurso imprescindible para los aprendizajes de los ni?os y ni?as, y les permite una participaci¨®n activa en la construcci¨®n del conocimiento¡±, se?ala. Desde finales del siglo XX, diversos estudios han encontrado un impacto positivo de una buena biblioteca escolar ¡ªcon personal formado y un buen cat¨¢logo¡ª en los sistemas educativos y en el rendimiento acad¨¦mico.
Una biblioteca escolar ideal deber¨ªa facilitar, seg¨²n Bar¨®, la ampliaci¨®n de los contenidos trabajados en el aula; la participaci¨®n activa de los alumnos y alumnas en sus propios aprendizajes; el acceso a recursos adecuados al nivel y al ritmo de los aprendizajes de cada ni?o o ni?a; la adquisici¨®n del h¨¢bito de la lectura; o la estimulaci¨®n del esp¨ªritu cr¨ªtico de los alumnos, entre otros. Para ello es fundamental que la biblioteca no sea un espacio ajeno a la escuela sino que forme parte transversal de su plan educativo.
Lugar de encuentro
Bel¨¦n L¨®pez Villar es profesora de Primaria y la encargada de contagiar su amor por la lectura en la biblioteca escolar de un Centro Rural Agrupado situado en una zona despoblada de Cuenca. El proyecto surgi¨® de la necesidad de ampliar el uso de la biblioteca como mero almac¨¦n de libros a un lugar de encuentro e intercambio. Entre las actividades que desarrollan destaca la celebraci¨®n de fechas clave, como el 24 de octubre, d¨ªa de la Bibliotecas, con una jornada festiva en torno a los libros, la lectura y la escritura que incluye talleres y encuentros con conocidos autores; el D¨ªa de la Poes¨ªa, con degustaci¨®n y lectura de poemas, talleres de escritura y construcci¨®n de susurradores, y desde el 2010 celebran el D¨ªa del Libro con un marat¨®n de cuentos al que toda la comunidad educativa est¨¢ invitada a participar. Adem¨¢s de ese ambiente festivo y actividades como los clubs de lectura de aula para fomentar una lectura compartida, se han preocupado de dotar la biblioteca con una cuidada selecci¨®n de obras que despierten el deseo y el amor por los libros. ¡°Es un espacio vivo y din¨¢mico que crece y madura. Nos hemos formado a lo largo de estos a?os para poder ofrecer una selecci¨®n de calidad con un criterio independiente de las modas e imposiciones del mercado y que respondan a las necesidades y al desarrollo lector del alumnado¡±, cuenta Bel¨¦n L¨®pez.
La biblioteca escolar Pinfereto, del colegio p¨²blico Pintor F¨¦lix Revello de Toro, en M¨¢laga, tambi¨¦n es el eje vertebrador de recursos para todas las actividades y proyectos que se hacen en el centro. ¡°La biblioteca es un espacio mimado. Es espaciosa, luminosa, acogedora, pero sobre todo est¨¢ muy viva. Organizamos cuentacuentos, teatros, marionetas, celebramos efem¨¦rides literarias, encuentros con autores, tenemos clubs de lectura. Aqu¨ª no solo se lee porque, adem¨¢s del papel de una biblioteca cl¨¢sica de fomento de la lectura a trav¨¦s de los pr¨¦stamos, tambi¨¦n se escucha, se ve, se r¨ªe, se comenta, se celebra, se dibuja, se deduce, se piensa, se investiga¡±, explica Pilar Ortega Garc¨ªa, jefa de estudios y responsable de la biblioteca. Desde el centro consideran fundamentales actividades como el itinerario lector, que consiste en la elecci¨®n de una lectura compartida, que ser¨¢ comentada entre los ni?os y ni?as de clase, o las mochilas viajeras de libros, que fomentan la lectura en familia. En la etapa de Infantil han cambiado la tradicional bolsa de caramelos en los cumplea?os por un regalo mucho m¨¢s saludable: un cuento para toda la clase. ¡°La animaci¨®n lectora se hace, sobre todo, leyendo¡±, sostiene Ortega.
En Madrid, los alumnos y alumnas del colegio Gaudem encuentran en su biblioteca, adem¨¢s de libros, literas, alfombras mullidas y un tipi gigante. ¡°Se trataba de crear espacios sugerentes, atractivos y confortables, bien diferenciados de las aulas. Espacios en los que apeteciera tumbarse a leer y que se parecieran tambi¨¦n a la casa de los alumnos¡±, cuenta Mara Barrenechea, la responsable de esta biblioteca que ocupa 150 metros cuadrados y en la que la actividad principal para todos los cursos es la lectura libre, precedida siempre por una lectura en voz alta o la exposici¨®n de un tema de inter¨¦s por parte de la bibliotecaria, acompa?ada de unos minutos de reflexi¨®n en com¨²n, cambio de impresiones, peque?o debate... ¡°La biblioteca es un espacio de convivencia inclusivo, tranquilo, nada competitivo, donde llegan los alumnos con expectativas de disfrutar de la actividad. Se respetan los distintos niveles lectores dentro de la misma clase como una evidencia tranquila de normalidad¡±.
Reinventarse en la pandemia
Mònica Baró, que ha publicado numerosos artículos y ha formado parte del equipo que ha llevado a cabo los estudios sobre la situación de las bibliotecas escolares en España en 2005, 2010 y 2013, recuerda que no todos los colegios tienen una biblioteca aunque la ley obligue a ello desde el año 2006, y pese a las evidencias de que estas son una poderosa herramienta para el cambio educativo que busca la nueva ley educativa. “Debería establecerse un presupuesto para su impulso, como ya se hizo entre 2005 y 2011, lo que permitió una mejora sustancial de las bibliotecas que, en algunas comunidades como Galicia, se ha venido manteniendo hasta hoy y han podido demostrar su eficacia transformadora. En otras regiones, desgraciadamente, lo invertido entonces no tuvo continuidad y muchas de las que se crearon han desaparecido”. Además, en los últimos dos años, la pandemia ha afectado a muchas bibliotecas escolares. Algunas han visto detenidas muchas de sus actividades; otras, por falta de espacio, han sido destinadas a aulas. Baró señala que aunque no se tienen datos, en base a análisis locales estiman que un 50% de las bibliotecas escolares existentes dedicaron espacio y recursos humanos a otros menesteres.
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