Una soluci¨®n para los 300.000 universitarios que necesitan becas para poder estudiar y las reciben tarde

Las becas del Ministerio de Educaci¨®n para el alumnado universitario han subido mucho en los ¨²ltimos a?os y superan los 1.000 millones de euros. Las reciben m¨¢s de 300.000 j¨®venes, en torno a una cuarta parte de los matriculados. Espa?a ser¨ªa en este terreno un pa¨ªs homologable con su entorno europeo si no fuera por un detalle clave y an¨®malo. En vez de recibir la beca que necesitan para estudiar a principio de curso, en septiembre, lo han venido haciendo tradicionalmente cuando ya enfilan la recta final, de media hacia febrero ¨Daunque el ministerio ha ido adelantando los pagos y este a?o espera haber abonado buena parte de las ayudas antes de que acabe el a?o¨D. Un informe elaborado por los investigadores Jos¨¦ Montalb¨¢n Castilla y Rosa Sanchis-Guarner para EsadeEcPol propone cuatro cambios estructurales para que los estudiantes dispongan de los fondos desde el principio: adelantar el calendario universitario; involucrar m¨¢s al Ministerio de Hacienda; tomar como referencia la renta de los solicitantes de dos a?os atr¨¢s, y destinar, en un ejercicio, una partida extraordinaria de fondos para ponerse al d¨ªa con los pagos.

El ministerio ve elementos ¡°interesantes¡± en la propuesta, considera dif¨ªcil ejecutar otros, y apunta que el verdadero cuello de botella se halla en las unidades de becas de una parte de las universidades.

¡°Las becas¡±, se?alan Montalb¨¢n, que trabaja en el Instituto Sueco de Investigaci¨®n Social de la Universidad de Estocolmo, y Sanchis-Guarner, que lo hace en el Instituto de Econom¨ªa de Barcelona, de la Universidad de Barcelona, ¡°son los asideros principales en la escalera entre educaci¨®n secundaria y superior por la que se nos caen muchos de los j¨®venes que est¨¢n en riesgo de abandonar el sistema antes de alcanzar un t¨ªtulo superior, terminando en el mercado laboral sin las herramientas suficientes¡± para defenderse en ¨¦l adecuadamente. El nivel sociecon¨®mico influye mucho en las posibilidades de un estudiante de realizar estudios universitarios por diversos motivos, como el menor rendimiento acad¨¦mico a lo largo de su escolarizaci¨®n anterior y el coste, en tiempo y dinero, necesario para completarlos. Incluso despu¨¦s de haberse matriculado, los estudiantes de clases sociales bajas abandonan m¨¢s. Las becas ¨Dcuyo importe medio en 2021 fue de 750 euros para quienes solo la recibieron para sufragar la matr¨ªcula y de, adem¨¢s, otros 2.240 para los que recibieron tambi¨¦n ayuda econ¨®mica¨D se conceden teniendo en cuenta elementos como la renta familiar; el hecho de residir mientras se estudia en un lugar distinto al del hogar familiar, y el desempe?o acad¨¦mico.

Antonio Amante ha experimentado el retraso de las ayudas. ¡°La finalidad de la beca es cubrir los gastos que tenemos durante el curso. Hay alumnos que tenemos la suerte de que nuestras familias pueden ayudarnos a mantenernos hasta que nos llega el ingreso de la beca, pero otras no. Muchos tienen que ponerse a trabajar por este motivo, con la desventaja que supone respecto a los que pueden dedicar solo a estudiar¡±, lamenta Amante, presidente de la asociaci¨®n de alumnos Canae.

Los cambios planteados por Montalb¨¢n y Sanchis-Guarner consisten, en primer lugar, en adelantar y unificar los calendarios de las universidades, de forma que tanto la finalizaci¨®n del curso como la matriculaci¨®n para el siguiente est¨¦n resueltas antes del verano. Cada vez hay menos universidades con convocatorias extraordinarias en septiembre, pero las que las mantienen retrasan el procedimiento para todas, se?alan los autores. Por ello proponen ¨Den l¨ªnea con lo defendido por Juan Jos¨¦ ?vila, de la Universidad de Granada¨D adelantar y uniformizar los calendarios. Que los campus que no lo cumplan sean penalizados, o, al menos, que se permita a los becarios de los centros que s¨ª lo hagan poder comenzar los tr¨¢mites. El Ministerio de Educaci¨®n ve ¡°conveniente¡± la medida, y cree que permitir¨ªa una ¡°ligera agilizaci¨®n del proceso¡±.

La segunda medida planteada en el informe de Esade pasa por utilizar como referencia para conceder las becas los ingresos fiscales de los solicitantes de dos a?os antes. Ahora se hacen con los del a?o anterior, y como la campa?a de la declaraci¨®n de la renta acaba a final de junio (sin contar el plazo de reclamaciones), ello retrasa los tiempos. Los autores apuntan que Francia y Pa¨ªses Bajos ya utilizan los datos fiscales de dos a?os antes para las becas universitarias, y tambi¨¦n algunas comunidades aut¨®nomas las usan para las de comedor. Educaci¨®n afirma, sin embargo, que en su d¨ªa se analiz¨® dicha medida y ¡°se comprob¨® que existen grandes variaciones, de un a?o a otro, en un porcentaje muy elevado de los solicitantes¡±. Tanto en el sentido de estudiantes que hab¨ªan dejado de reunir las condiciones como de otros que hab¨ªan pasado a cumplirlas. Lo cual ¡°puede causar importantes distorsiones en las concesiones y no asegura la asignaci¨®n de las ayudas a quienes m¨¢s lo necesitan en cada momento¡±.

La tercera propuesta formulada pasa por dar al Ministerio de Hacienda m¨¢s funciones a la hora de revisar las peticiones. Los autores mencionan todo lo vinculado con el cumplimiento de los requisitos m¨ªnimos (un 30% de las solicitudes se rechazan cada a?o por este motivo). Y piensan que la ¡°potencia inform¨¢tica¡± de Hacienda permitir¨ªa reducir la presi¨®n sobre las unidades de becas de cada universidad. Educaci¨®n asegura, por su parte, que ya utiliza un ¡°servicio web¡± de Hacienda para tal fin, y que las universidades ¡°no realizan el cruce de datos econ¨®micos para la concesi¨®n¡±, por lo que no cree que esta propuesta pudiera reducir el retraso.

Cuello de botella

La cuarta y ¨²ltima idea planteada en el informe de Esade consiste en presupuestar un a?o, de forma extraordinaria, una gran partida para becas, para poner los pagos al d¨ªa. Ahora, las ayudas se abonan con los Presupuestos Generales del Estado de dos ejercicios, ya que estos est¨¢n vinculados al a?o natural -de enero a diciembre-, que no coincide con el a?o acad¨¦mico -de septiembre a junio-. Y cuando los fondos del primer presupuesto se agotan, el ministerio tiene que esperar al a?o siguiente para retomar los pagos. Montalb¨¢n y Rosa Sanchis-Guarner plantean que un a?o se presupuesten suficientes fondos como para abonar un curso y medio de ayudas. Y a partir del siguiente, con el reloj en hora, se vuelva a presupuestar cada a?o las ayudas de un solo curso.

Educaci¨®n considera la medida ¡°interesante¡±. Pero cree que para que tuviera verdadero impacto deber¨ªa resolverse el cuello de botella que, afirma, se produce en las unidades de becas de las universidades al gestionar la tramitaci¨®n de los datos acad¨¦micos de las becas: ¡°Algunas las unidades graban los datos de forma manual. Y tienen que estudiar las alegaciones contra las denegaciones, los cambios solicitados por aquellos que acaban matricul¨¢ndose en un centro distinto al que indicaron en su solicitud¡­ Y esto, unido al elevado n¨²mero de solicitudes, hace que no todas realicen los tr¨¢mites en los plazos deseables¡±.

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