Las faltas de ortograf¨ªa bajar¨¢n un 10% la nota en los ex¨¢menes de Selectividad a partir de 2025 en toda Espa?a

Las faltas de ortograf¨ªa y gramaticales bajar¨¢n un 10% la nota en los ex¨¢menes de la nueva Selectividad, que empezar¨¢ a funcionar a partir de 2025. Los ejercicios podr¨¢n dar la posibilidad de elegir entre varias preguntas, pero siempre que dicha estructura no permita al alumnado dejar de estudiar una parte del temario, como viene ocurriendo desde la pandemia. Y las pruebas tendr¨¢n un enfoque competencial, es decir, menos memor¨ªstico y m¨¢s aplicado, que exigir¨¢n al alumnado m¨¢s ¡°creatividad¡±, ¡°reflexi¨®n y madurez¡± a la hora de responder. As¨ª figura en el borrador de decreto que regular¨¢ las pruebas de acceso a la universidad que el Ministerio de Educaci¨®n envi¨® el viernes a las comunidades aut¨®nomas y al que ha tenido acceso EL PA?S. La norma persigue homogeneizar la prueba en toda Espa?a, respetando al mismo tiempo las competencias auton¨®micas. El Gobierno prev¨¦ aprobarlo antes de que comience el pr¨®ximo curso. Los primeros en examinarse con el nuevo formato ser¨¢n los estudiantes que ahora est¨¢n en primero de bachillerato. Cada a?o, cerca de 300.000 alumnos se presentan a la Selectividad.

Ortograf¨ªa. Cada examen ir¨¢ acompa?ado, por primera vez, de los criterios que deber¨¢n utilizarse para corregirlos. No ser¨¢n absolutamente exhaustivos, pero s¨ª establecer¨¢n unas l¨ªneas maestras para intentar limitar la disparidad que puede haber entre distintos tribunales a la hora de corregir una mismo modelo de ejercicio. El borrador de decreto detalla uno de dichos criterios, la ¡°coherencia, correcci¨®n gramatical, l¨¦xica y ortogr¨¢fica de los textos¡±. Unos aspectos cuya valoraci¨®n contar¨¢ al menos un 10% en aquellas preguntas, de cualquier asignatura, que requieran redactar textos. Ahora no existe una regla com¨²n al respecto, ni siquiera de m¨ªnimos, para el conjunto de comunidades aut¨®nomas.

Casos reales. Los enunciados de las tareas se plantear¨¢n en contextos reales de car¨¢cter ¡°art¨ªstico, cient¨ªfico, human¨ªstico y tecnol¨®gico¡±, y se utilizar¨¢n ¡°preferentemente¡± ejemplos ¡°pr¨®ximos a la vida del alumnado¡±.

Estudiar todo el temario. En cada autonom¨ªa, de cada materia se entregar¨¢ un ¨²nico modelo de examen (hasta ahora pod¨ªan proporcionarse dos, bien de forma aleatoria, bien para que el alumno eligiera). Y, al mismo tiempo, en algunos apartados ¡°se podr¨¢ incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas¡±. El borrador de decreto se?ala que dicha ¡°elecci¨®n no podr¨¢ implicar en ning¨²n caso la disminuci¨®n del n¨²mero de competencias espec¨ªficas objeto de evaluaci¨®n¡±, lo que traducido significa que dicha opcionalidad no podr¨¢ llegar al punto de permitir al alumnado estudiar solo una parte del temario, como ha venido sucediendo desde que, con motivo de la pandemia, se flexibilizaron las normas de la Evaluaci¨®n de Acceso a la Universidad (EVAU).

Respuestas de desarrollo. Los ejercicios podr¨¢n incluir preguntas que requieran tres tipos de respuestas. Respuestas cerradas (por ejemplo, tipo test o con una ¨²nica palabra correcta, como ¡°Goya¡±). Semiconstruidas (de contestaci¨®n breve, por ejemplo: ante una imagen de una escultura de Zeus, se pregunta al alumnado que responda si hay belleza en ella y que justifique por qu¨¦; una posible respuesta ser¨ªa: ¡°S¨ª, porque mantiene la proporci¨®n ¨¢urea¡±). O abiertas (en las que, por ejemplo, al hilo de un texto de Friedrich Engels de 1854 sobre la realidad de las f¨¢bricas inglesas se pregunte: ?Qu¨¦ diferencias entre la vida de los trabajadores y las trabajadoras permite apreciar el documento? ?Dir¨ªas que esas diferencias se mantienen tambi¨¦n hoy?). En todo caso, las respuestas semiconstruidas y abiertas deber¨¢n representar como m¨ªnimo un 70% de la puntuaci¨®n total del examen.

Cambio en la revisi¨®n. Si un estudiante no est¨¢ de acuerdo con la nota de un examen, podr¨¢ pedir, como ahora, una revisi¨®n. Un primer docente comprobar¨¢ que no haya habido ¡°errores materiales o aritm¨¦ticos en el proceso del c¨¢lculo¡±, y, en caso de haberlos, rectificar¨¢ la calificaci¨®n inicial solo si beneficia al alumno. A continuaci¨®n, se realizar¨¢ la segunda correcci¨®n completa propiamente dicha, para ver si se han aplicado bien ¡°los criterios generales de evaluaci¨®n y espec¨ªficos de calificaci¨®n y correcci¨®n¡±. La nota final para el estudiante ser¨¢ la media de ambas correcciones, salvo si la diferencia entre ellas es de dos o m¨¢s puntos. En ese caso, un tribunal formado, al menos, por dos correctores distintos a los anteriores, realizar¨¢ de oficio una tercera correcci¨®n, cuya calificaci¨®n ser¨¢ la que prevalecer¨¢. Hasta ahora, en cambio, la nota final en caso de que hubiera que ir a una triple correcci¨®n se obten¨ªa haciendo media de las tres, lo que provocaba que, si la primera hab¨ªa sido muy baja de forma injusta, resultara imposible que finalmente remontara.

Llevar calculadora, diccionario y f¨®rmulas matem¨¢ticas. Los estudiantes podr¨¢n utilizar durante los ex¨¢menes ¡°documentos o herramientas auxiliares, tales como diccionarios, calculadoras, formularios o tablas¡±, se?ala el decreto. Hasta ahora, existe disparidad en lo que sucede en cada territorio e incluso en cada tribunal. La norma matiza al mismo tiempo, sin embargo, que ser¨¢n en todo caso las comisiones organizadoras de las pruebas en cada comunidad ¨Dintegradas por profesorado universitario y de bachillerato de centros p¨²blicos, as¨ª como de la Administraci¨®n auton¨®mica¨D las que establezcan, en funci¨®n de ¡°las caracter¨ªsticas de cada materia y los criterios de evaluaci¨®n aplicables¡±, cu¨¢les de dichos materiales pueden usarse en cada caso. Antonio Amante, presidente de la Confederaci¨®n Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae), afirma que su organizaci¨®n est¨¢ en contra, en general, del mantenimiento de la Selectividad. ¡°Pero mientras exista, estamos totalmente a favor de que se permitan este tipo de herramientas y recursos. No tiene sentido a?adir m¨¢s obst¨¢culos al alumnado a la hora de realizar este tipo de ex¨¢menes, y no es en absoluto incompatible con el hecho de que el estudiante demuestre sus conocimientos¡±.

Duraci¨®n de los ex¨¢menes. Los ejercicios seguir¨¢n durando 90 minutos, pese a que Educaci¨®n preve¨ªa hace un a?o ampliarlos a 105 argumentando que con el dise?o competencial los chavales necesitar¨ªan m¨¢s tiempo. Dejarlo en 90 minutos fue una de las peticiones que hizo al Gobierno la conferencia de rectores (CRUE), en lo que pareci¨® m¨¢s un inter¨¦s de car¨¢cter log¨ªstico que educativo. Como para compensar el hecho de que la cosa se deje como estaba, el borrador de decreto se?ala que ¡°el n¨²mero y el tipo de preguntas o tareas se adecuar¨¢n a la duraci¨®n del ejercicio¡±, y, ¡°a tal fin, se tendr¨¢ en cuenta que el alumnado necesitar¨¢ dedicar un tiempo significativo tanto a la lectura y al an¨¢lisis de la posible documentaci¨®n aportada, como al dise?o de la estrategia para su resoluci¨®n¡±.

Posibilidad de elegir la lengua. El decreto establece que los ejecutivos auton¨®micos ¡°asegurar¨¢n al alumnado la posibilidad de elecci¨®n entre las lenguas oficiales de sus territorios¡±, como prev¨¦ ahora la normativa.

M¨¢s flexibilidad en el n¨²mero de ex¨¢menes optativos. En la fase de admisi¨®n, que es la segunda y sirve para subir nota con ex¨¢menes adicionales, los chavales podr¨¢n presentarse a un m¨¢ximo de tres ex¨¢menes (o cuatro, si uno de ellos consiste en un ejercicio de lengua extranjera distinto al que ya haya realizado en la fase de acceso; por ejemplo, ingl¨¦s en la primera y franc¨¦s en la segunda fase). Esto es, que podr¨¢n presentarse a un solo examen, cuando en estos momentos, si deciden participar en la fase de admisi¨®n, est¨¢n obligados a presentarse al menos a dos.

Las asignaturas examinadas. Las materias de las que se examinar¨¢n en la llamada fase de acceso (que es la principal para poder solicitar plaza en una carrera, a la que los estudiantes pueden sumar despu¨¦s otros ejercicios para subir nota en la llamada fase de admisi¨®n) ser¨¢n los mismos que este a?o: Lengua Castellana y literatura y, si la hubiera, la correspondiente lengua cooficial y literatura; Historia de Espa?a o Historia de la filosof¨ªa, a elecci¨®n del alumnado; Lengua extranjera, y la materia espec¨ªfica obligatoria de segundo curso de bachillerato cursada. Entre estas ¨²ltimas, como hasta ahora, las matem¨¢ticas tienen un peso especial.

C¨¢lculo de la nota. La calificaci¨®n de la fase de acceso se calcular¨¢ como ahora. Combinando el promedio de notas de los ejercicios (que deber¨¢ alcanzar al menos un 4 sobre 10), que pesar¨¢ un 40%, con la media de bachillerato (calculada sin tener en cuenta la asignatura de Religi¨®n), que pesar¨¢ un 60%. A la nota que d¨¦ lugar dicho c¨¢lculo se le sumar¨¢, en su caso, las calificaciones de los ex¨¢menes voluntarios de la fase de admisi¨®n. Las universidades publicar¨¢n al principio de cada curso c¨®mo ponderar¨¢n en la EVAU que tendr¨¢ lugar en junio del a?o siguiente las materias de las que se examine el alumnado (por ejemplo, las facultades de Medicina suelen valorar m¨¢s la nota de Biolog¨ªa, Qu¨ªmicas, F¨ªsicas o Matem¨¢ticas).

Reforma m¨¢s moderada. El conjunto de la reforma de la Selectividad que traza el decreto es bastante m¨¢s moderada que la que Educaci¨®n present¨® en julio de 2022. Entonces, se contemplaba que, tras un periodo transitorio, varias de las asignaturas que componen la EVAU se fusionar¨ªan en un ¨²nico examen competencial llamado ¡°de madurez¡±. Una posibilidad m¨¢s ambiciosa ¨Dy que gener¨® recelos entre una parte del profesorado de secundaria y el mundo acad¨¦mico¨D que de momento se ha descartado, y la reforma mantendr¨¢ la misma estructura de separaci¨®n por asignaturas que funciona desde hace medio siglo.

El principal cambio. La gran transformaci¨®n que implica la nueva prueba es el enfoque competencial, que persigue crear una prueba menos basada en reproducir contenidos memorizados, y m¨¢s en aplicar y relacionar lo aprendido. La plasmaci¨®n pr¨¢ctica de dicho cambio pudo verse en los ex¨¢menes piloto que el ministerio realiz¨® hace un a?o, y en los que participaron 2.000 estudiantes. Este nuevo decreto deb¨ªa haberse aprobado en 2023 para aplicarse ya en la pr¨®xima convocatoria de la EVAU, en junio. Pero fue pospuesto por el adelanto electoral.

Armonizar. Dado que la Selectividad es la estaci¨®n de destino del bachillerato ¨Dy en buena medida, de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria¨D, refundarla con un planteamiento competencial es clave para que la nueva cultura contenida en la reforma educativa, que se inici¨® en 2020 con la aprobaci¨®n de la Lomloe, arraigue en el sistema educativo. ¡°Tener en el horizonte una prueba de acceso a la universidad m¨¢s competencial, nos va a dar a los centros una visi¨®n m¨¢s clara de c¨®mo tenemos que ir evolucionando, aunque es un proceso que llevar¨¢ tiempo¡±, afirma Toni Gonz¨¢lez Picornell, presidente de la federaci¨®n de directores de institutos p¨²blicos Fedadi.

El nuevo decreto armonizar¨¢ la forma en que la normativa dice que el alumnado debe aprender en bachillerato, y la forma en que ser¨¢ examinado al acabar la etapa con un a?o de retraso, porque quienes terminan este junio el bachillerato ya han estudiado con los curr¨ªculos de la Lomloe, pero van a examinarse con el modelo anterior de EVAU. Por ello, una parte de los responsables educativos auton¨®micos ¨Dque son los que gestionan en la pr¨¢ctica tanto el bachillerato como la Selectividad¨D consideran urgente restablecer la coherencia.

¡°Es absolutamente necesaria. Los objetivos de la nueva ley de educaci¨®n para trabajar las competencias tienen dificultades para canalizarse y encarrilarse si la prueba definitiva, de referencia universitaria, no tiene ese mismo car¨¢cter competencial. Y la tramitaci¨®n de este real decreto puede mejorar la adaptaci¨®n de las pruebas a los curr¨ªculos de la Lomloe¡±, afirman fuentes de la direcci¨®n general del Gobierno de Navarra. Hace un a?o, el ministerio ya avanz¨® las l¨ªneas generales de esta nueva norma, recuerdan las mismas fuentes, que consideran que ahora se le a?aden ¡°mejoras puntuales y modificaciones planteadas para concretar y darle un car¨¢cter m¨¢s operativo¡±.

¡°Competencia compartida¡±. Las comunidades gobernadas por el PP (que suman 11 de las 17), algunas de las cuales hab¨ªan participado activamente en la definici¨®n de la nueva Selectividad competencial, mantienen ahora, por su parte, una oposici¨®n en bloque a la reforma, y defienden, en l¨ªnea con la direcci¨®n nacional del partido, la conveniencia de realizar una EVAU ¨²nica en toda Espa?a, pese a las grandes dificultades que implicar¨ªa (los temarios del bachillerato no son los mismos en los diferentes territorios, y, adem¨¢s, el Tribunal Constitucional ya advirti¨® hace 12 a?os que los ejecutivos auton¨®micos disponen de ¡°competencias compartidas¡± a la hora de fijar los contenidos de las pruebas).

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