La universidad en la calle
Doce a?os despu¨¦s volvemos a clamar por la universidad p¨²blica, por la necesidad de una financiaci¨®n que nos permita ejercer nuestra labor docente, investigadora y de cohesi¨®n social
La universidad p¨²blica madrile?a se encuentra hoy m¨¢s que nunca en un grave peligro, un peligro que desde hace 15 a?os amenaza con estrangularla econ¨®micamente y terminar con nuestro sistema de educaci¨®n superior. Ese peligro lo vimos ya de forma clara cuando en el curso 2012-2013 contribuimos a crear La Uni en la calle. Eran los tiempos en los que los costes de la crisis financiera de los mercados globales se estaban trasladando a las clases profesionales y trabajadoras por medio, entre otros m¨¦todos, del recorte en los servicios p¨²blicos; tambi¨¦n los tiempos en los que el movimiento del 15M se hab¨ªa transformado en aquellas mareas ¨Dde secundaria, sanitarias, etc¨¦tera¨D que defend¨ªan los servicios p¨²blicos de los que depend¨ªa la ciudan¨ªa.
Las personas abajo firmantes, en aquel momento docentes y estudiantes, decidimos salir entonces a las calles y plazas madrile?as para defender la universidad p¨²blica con nuestra propia ¡°marea¡±. La Uni en la calle se organiz¨® en oto?o de 2012 en los despachos del edificio D de la Facultad de Filolog¨ªa de la UCM, sin recursos, pero con ganas; sin apenas medios, pero con eficacia. Y esto es importante, porque precisamente muestra hasta qu¨¦ punto se puede movilizar profesorado y estudiantado con muy poco. La bautizamos como La Uni en la calle porque adopt¨® el m¨¦todo de dar clases en espacios p¨²blicos abiertos a toda la ciudadan¨ªa. Quer¨ªamos mostrar su vocaci¨®n p¨²blica, contar lo que se ense?aba, lo que se investigaba. Se dieron clases en toda la Comunidad de Madrid, de Aranjuez a Orcasitas, pasando por Vallecas y Sol. Versaron sobre las ¨²ltimas investigaciones en biomedicina y sobre la actualidad de la filosof¨ªa griega; sobre derecho constitucional y sobre historia moderna; sobre f¨ªsica cu¨¢ntica y sobre ingenier¨ªa civil.
Comenzaron el 17 de octubre de 2012 cuando el profesor Juan Varela-Portas imparti¨® una clase p¨²blica ante 200 personas sobre la Canci¨®n de la avaricia, de Dante Alighieri. El ¨¦xito medi¨¢tico y de asistencia, y el ¨¢nimo de seguir combatiendo llevaron a que poco despu¨¦s, el 28 de noviembre, se organizaran alrededor de un centenar de clases de profesores y profesoras de la Universidad Complutense de Madrid. La vocaci¨®n abierta, la facilidad para replicar el formato, la sencillez y quiz¨¢s la ingenuidad de la iniciativa, alejada de toda forma de corporativismo, con aquel viejo logo verde y circular, atrajo sin duda a profesorado de todo tipo de facultades y departamentos, m¨¢s all¨¢ de cualquier ideolog¨ªa y m¨¢s all¨¢ de lo votado. All¨ª todas y todos nos unimos tras un manifiesto en defensa de la ciencia y de la universidad p¨²blica. El 9 de marzo de 2013, todas las universidades p¨²blicas de Madrid salieron a la calle para impartir m¨¢s de seiscientas clases. En 2018, en pleno esc¨¢ndalo del m¨¢ster de Cristina Cifuentes, La Uni en la calle organiz¨® clases de m¨¢ster en la calle para reivindicar la dignidad acad¨¦mica de esas titulaciones.
La Uni en la calle fue un ejercicio ejemplar de colaboraci¨®n interuniversitaria. Fue adem¨¢s un modo excepcional de entrar en contacto directo con la ciudadan¨ªa: recordamos emocionados a las personas que se nos acercaban para agradecer que por primera vez hab¨ªan podido asistir a una clase universitaria, o a las muchas que se sumaban a los debates. Fue tambi¨¦n, y quiz¨¢s sobre todo, fuente de entusiasmo y validaci¨®n del sentido universitario, para todas las personas participantes, profesores y profesoras, estudiantes y quienes por las clases pasaban y se sumaban espont¨¢neamente.
Pero ?sirvieron de algo esas protestas?
En 2025, con el pa¨ªs creciendo por encima del 3%, en la comunidad m¨¢s rica de Espa?a, el presupuesto para universidades de Madrid ser¨¢ a¨²n menor que en 2009, lo que, teniendo en cuenta la inflaci¨®n, implica un retroceso real de un 35%. Las consecuencias inmediatas de este estrangulamiento econ¨®mico ser¨¢n autom¨¢ticas: escalada de tasas, reducci¨®n de t¨ªtulos, recortes en plantilla docente e investigadora y, en fin, descr¨¦dito progresivo de uno de los principales y m¨¢s productivos sistemas universitarios de nuestro pa¨ªs.
Quienes participamos, entonces y ahora, en La Uni en la calle pensamos que se trata de una agresi¨®n voluntaria y planificada del poder ejecutivo contra la universidad p¨²blica, movida por el fanatismo ideol¨®gico contra la ciencia y el pensamiento cr¨ªtico, por el deseo de favorecer la proliferaci¨®n de universidades privadas y de privatizar la generaci¨®n de conocimiento poni¨¦ndolo en manos de lobbies financieros y grandes corporaciones privadas.
Doce a?os despu¨¦s volvemos a clamar por la universidad p¨²blica, por la necesidad de una financiaci¨®n que nos permita ejercer nuestra labor docente, investigadora y de cohesi¨®n social en condiciones dignas para todas y cada una de las personas que integran la comunidad universitaria. Este trabajo no se har¨¢ en los mercados burs¨¢tiles ni en las bancadas de las sedes legislativas, sino en las aulas y en los paraninfos y, si es necesario, en las calles y plazas de Madrid.
Por todo ello, queremos animar a toda la comunidad universitaria a salir de nuevo masivamente a las calles y plazas de la Comunidad de Madrid para defender la dignidad y el fortalecimiento de una instituci¨®n fundamental para el desarrollo cultural, social y econ¨®mico como es la universidad p¨²blica, sin la cual Madrid se convertir¨¢ en una regi¨®n atrasada en ciencia e innovaci¨®n, en pensamiento y arte, en integraci¨®n y equilibrio social.
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