La otra Gran V¨ªa, vigilada

El entorno degradado de la Gran V¨ªa, unas calles en las que, lejos de los neones de los cines y los teatros, se trapichea con droga y se negocia con la prostituci¨®n, es desde hoy vigilado por 31 c¨¢maras, 30 m¨®viles y una fija. Estos ojos graban ya todo lo que ocurre en la calle de la Montera, la plaza de Soledad Torres Acosta, la Red de San Luis y la plaza de Callao. El colectivo de defensa de las prostitutas Hetaira ha manifestado su preocupaci¨®n por el uso que se puede hacer de estas im¨¢genes.

El delegado de Seguridad, Pedro Calvo, record¨® la semana pasada, cuando el Ayuntamiento anunci¨® su puesta en marcha hoy, que el sistema "preservar¨¢ siempre la intimidad de los viandantes", y va a permitir un mayor control de la zona, as¨ª como erradicar aquellas actividades y comportamientos ilegales que se dan en ella. En definitiva,"se trata de recuperar un espacio para los ciudadanos" y de "dar respuesta a una reiterada reivindicaci¨®n vecinal", apunt¨®. La capacidad de almacenamiento de im¨¢genes ser¨¢ de un m¨¢ximo de siete d¨ªas, al cabo de los cuales el v¨ªdeo se borrar¨¢. La gesti¨®n de la videovigilancia la realizar¨¢ la Unidad de Polic¨ªa Municipal de la calle de la Montera, que contar¨¢ con el respaldo del centro de integraci¨®n de CCTV policial, donde se reciben todas las im¨¢genes actualmente disponibles.

Calvo explic¨® que con esta medida el Ayuntamiento "da continuidad al proyecto puesto en marcha en diciembre de 2005 en la Plaza Mayor, uno de los puntos m¨¢s emblem¨¢ticos de la ciudad, y de visita obligada para los turistas" y anunci¨® que el Gobierno de la ciudad va a ampliar el campo de visi¨®n de dos de las c¨¢maras ubicadas en la Plaza Mayor. En concreto, la situada en el Arco de Felipe III, que la desplazar¨¢n hacia el exterior para que recoja lo que sucede en la calle Mayor en la confluencia de dicho arco y, la c¨¢mara que actualmente da cobertura a la calle de la Sal, que ampliar¨¢ su campo con la calle de Postas, donde habitualmente se concentran muchos grupos de personas.

"La prostituci¨®n no es un delito"

Seg¨²n el responsable municipal, se trata de una nueva medida del Ayuntamiento "en su esfuerzo por impedir que se den las circunstancias para la comisi¨®n de delitos y faltas en las calles, convencidos de que es posible crear espacios urbanos m¨¢s humanos, y de que la seguridad debe ser uno de las caracter¨ªsticas se?eras de la ciudad". Seg¨²n recuerda el Consistorio, debido a los numerosos sucesos violentos que han hecho esta zona "una de los m¨¢s conflictivas y degradados de la ciudad", el Gobierno de Ruiz-Gallard¨®n implant¨® un dispositivo de vigilancia especial intensiva en marzo de 2004, que a¨²n hoy sigue en funcionamiento, y "que ha obtenido buenos resultados". Desde entonces se han realizado 188.949 actuaciones, entre las que destacan 1.724 detenciones por distintos conceptos y 217 denuncias por tenencias de armas.

A pesar de las medidas policiales, Calvo se?al¨® que el n¨²mero de infracciones penales en este per¨ªmetro sigue siendo m¨¢s elevado que en el resto de la ciudad, por lo que la implantaci¨®n del sistema de videovigilancia, "que tienen un efecto disuasorio", complementar¨¢ la presencia policial. Por su parte, Cristina Garaiz¨¢bal, portavoz del colectivo de prostitutas Hetaira, ha declarado que "el Ayuntamiento sigue sin querer abordar de frente los problemas que plantea la clientela en la calle por parte de las prostitutas". Garaiz¨¢bal ha denunciado que el Consistorio "nunca se ha sentado a negociar" con el fin de "que se pueda ejercer la prostituci¨®n libremente en zonas donde no se moleste y que tengan mejores condiciones que las que se dan en el centro de Madrid".

"Lo que nos preocupa", ha declarado, "es la utilizaci¨®n que se pueda hacer luego de las im¨¢genes que queden grabadas en estas c¨¢maras", un problema que afecta "al conjunto de ciudadanos, pero especialmente a las personas que ejercen la prostituci¨®n" y a los clientes. Garaiz¨¢bal ha subrayado que "el Ayuntamiento ya dijo en su d¨ªa que estas c¨¢maras las pon¨ªa porque era una zona con altos ¨ªndices de delincuencia y creemos que, como (la prostituci¨®n) no es delito, no tiene por qu¨¦ ser objeto de ninguna vigilancia en particular". Por ello, ha apuntado a que lo m¨¢s probable es que la prostituci¨®n se vuelva clandestina en la zona o que se traslade a otros lugares.