Cazador de ped¨®filos
Espa?a es el pa¨ªs de Europa con m¨¢s visitas a una p¨¢gina cebo con este tipo de contenidos
Carlos (nombre ficticio) es un delincuente. Pero un delincuente de los buenos. De los que, con sus delitos, persiguen criminales de verdad. Todas las noches, despu¨¦s de una jornada laboral de ocho horas, se camufla en foros y chats con un solo objetivo: buscar, y cazar, ped¨®filos en Internet. "Soy una especie de centinela, de agente encubierto", dice con su voz met¨¢lica. "El problema es que cometo un delito al tener pornograf¨ªa infantil y otro al mandarla a esos foros para poder infiltrarme".
Su trabajo nocturno, que hace de forma voluntaria -"por amor al arte"-, consiste en educar a la gente para que denuncie a quienes producen y distribuyen pornograf¨ªa infantil, destruir las p¨¢ginas que la promueven y denunciar a los pederastas (conocidos internacionalmente como boy lovers, amantes de ni?os en ingl¨¦s).
El primer paso es entrar en foros de adolescentes para recordarles que no es seguro revelar sus contrase?as ni enviar im¨¢genes a desconocidos. El segundo, tratar de colarse por los agujeros de seguridad para averiguar los nombres y las contrase?as de los administradores. Y el ¨²ltimo, si no puede eliminar directamente la p¨¢gina, pasar la informaci¨®n a Prot¨¦geles, una asociaci¨®n que desde hace siete a?os se dedica a entregar informaci¨®n a la Polic¨ªa para eliminar la pornograf¨ªa infantil de Internet y localizar a sus autores. Una agrupaci¨®n que en 2008 recibi¨® alrededor de 3.000 denuncias de pornograf¨ªa infantil que circulaban por la Red. Ellos sirven a Carlos de "escudo legal" para no tener problemas con la polic¨ªa. Porque no act¨²a bajo paraguas policial y se arriesga a ser detenido.
El comienzo
Carlos, que no quiere revelar dato alguno sobre su identidad -ni edad, ni profesi¨®n, ni lugar de residencia- es centinela del ciberespacio desde 2001. Su hijo a¨²n no cumpl¨ªa el primer a?o cuando lleg¨® a su correo electr¨®nico una fotograf¨ªa de un adulto abusando de un ni?o. "Me escandaliz¨®", recuerda con rabia. "Como me dedico al desarrollo de Internet empec¨¦ a buscar a los que reparten ese tipo de material... Y todav¨ªa no he terminado".
La historia de Carlos no es ¨²nica. Si le cambiamos algunos matices, puede ser la historia de cualquiera de los 300 vigilantes que hacen su mismo trabajo en Espa?a. Son 300 "amiguetes" de Carlos que refuerzan desde la sombra la labor de la Brigada de Investigaci¨®n Tecnol¨®gica (BIT), una rama del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa que en lo que va de 2008 ha detenido a m¨¢s de 400 ped¨®filos y que, en una operaci¨®n conjunta con la polic¨ªa brasile?a, localiz¨® a 18.000 consumidores de pornograf¨ªa infantil en 75 pa¨ªses. De ellos, 1.600 en Espa?a.
Penas m¨ªnimas
Muy pocos de estos criminales son castigados. De los m¨¢s de 1.000 detenidos entre 2003 y 2007 en Espa?a (todos hombres y de diferentes perfiles), s¨®lo 30 han sido sentenciados a penas de prisi¨®n. Seg¨²n Prot¨¦geles, las condenas por este tipo de delitos no superan los cuatro a?os de c¨¢rcel. Para Carlos, la BIT, que recibi¨® este a?o el premio Los ni?os primero del Unicef, funciona muy bien, pero no tiene el n¨²mero de agentes suficiente para vigilar toda la web y le hace falta la figura del agente encubierto. ?sa que reemplazan ¨¦l y su equipo de patrulleros para reportar entre 200 y 500 denuncias cada mes a Prot¨¦geles.
Denuncias que se han traducido en intimidaciones e insultos. "En los foros de adolescentes, los mayores que se hacen pasar por menores te dicen que eres un pesado", asegura. "Afortunadamente en este tema nadie me conoce y las amenazas son tan virtuales como yo". La que m¨¢s le ha cabreado: la de un hombre que no quer¨ªa retirar un chat de pederastas de su p¨¢gina web porque algunos de sus visitantes habituales eran tambi¨¦n los principales anunciantes.
Son momentos como ¨¦ste cuando se siente impotente, desesperanzado. Pero despu¨¦s, cuando atrapa a un ped¨®filo, piensa en su hijo y vuelve a saberse ¨²til. "Te sientes vivo, lleno de alegr¨ªa. Es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo".
"No hay que ocultar los 'peke?os' deslices"
"Se?ores ya no hay que ocultar los peke?os deslices con las se?oritas menores de 15, s¨®lo cuidarse de no cagarla y dejarse coger porque se va derechito pa la c¨¢rcel". ?sta es la frase de presentaci¨®n de Yo tambi¨¦n tengo un amigo de 20 a?os con una novia de 13, un grupo de Facebook, la red social m¨¢s grande de Internet. "Para m¨ª, es una apolog¨ªa a la pederastia", opina Carlos, que asegura haber informado ya a la compa?¨ªa sobre la existencia de este tipo de pe?as de pederastas no castigadas. "Si ellos quieren, lo pueden quitar".
Otras p¨¢ginas de Internet, como www.castilloazul.org o www.boylover.net, no son castigadas por las autoridades, aunque en ellas sus usuarios se dedican abiertamente a expresar su "amor" por los menores de edad. La fotograf¨ªa de un peque?o de unos 12 a?os corriendo por una playa en calzoncillos, adem¨¢s de comentarios de adultos que preguntan cu¨¢ndo los boy lovers van a ser vistos como personas normales son algunos de los contenidos ped¨®filos m¨¢s expl¨ªcitos.
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