"Mi marido ha visto al hombre con un gorro y una bufanda en el pasillo""

Media hora despu¨¦s de que dos hombres entraran en la habitaci¨®n y dispararan al mafioso colombiano Le¨®nidas Vargas Vargas, el hospital ya estaba tomado por la polic¨ªa. Los ascensores de la planta baja hab¨ªan sido bloqueados y las puertas que dan acceso a las escaleras estaban cerradas.

Los agentes inspeccionaron cuatro plantas del edificio, de la tres a la siete, ante la posibilidad de que los matones no hubieran conseguido salir de ¨¦l. Lo mismo hicieron los empleados de seguridad en compa?¨ªa de algunos m¨¦dicos de la direcci¨®n del hospital frente a las pantallas de circuito cerrado de c¨¢maras de seguridad. Ni rastro de los dos sicarios.

Pero esas im¨¢genes s¨ª pueden servir para identificar a los sospechosos en caso de que su paso por el hospital haya quedado registrado en las c¨¢maras. Pocos consiguieron dar ayer alguna pista sobre el aspecto de los asesinos. La mujer de un paciente ingresado en una habitaci¨®n cercana a la de Le¨®nidas Vargas asegur¨® ayer que su marido hab¨ªa visto a un hombre ataviado con un abrigo y muy tapado con una bufanda de lana y un gorro. "Mi marido le ha visto. Y luego me ha comentado que deb¨ªa hacer mucho fr¨ªo en la calle porque hab¨ªa visto a un hombre con un gorro y una bufanda en el pasillo". Al cabo de unos minutos ambos escucharon unos golpes. "Debieron ser los disparos, pero en su momento no hemos pensado que se trataba de nada malo". La mujer sali¨® despu¨¦s y vio a un hombre con un abrigo oscuro corriendo por el pasillo.

Los rumores empezaron a expandirse por todo el hospital. Los empleados de seguridad no dejaban pasar a nadie que no demostrase ser familiar de alg¨²n paciente. Pero s¨ª pudo salir gente. Muchos de ellos contaron lo que hab¨ªa ocurrido, aunque ninguno de ellos fueron testigos de lo que pas¨®. "Dicen muchas cosas, que un paciente de la misma habitaci¨®n lo ha visto todo y que los asesinos le han amenazado", respondieron dos mujeres a las preguntas de una veintena de periodistas. El ¨²nico que vio lo ocurrido fue el compa?ero de habitaci¨®n de Vargas, que ayer a ¨²ltima hora testific¨® ante la polic¨ªa. La otra persona que vio la escena del crimen fue una enfermera que acudi¨® a la habitaci¨®n tras oir unos golpes. Tras ver el cad¨¢ver tuvo que ser atendida a causa de una crisis de ansiedad. El hospital atiende a una poblaci¨®n de 500.000 habitantes, tiene 1.300 camas y dos grandes edificios, el materno infantil y la residencia general, donde fue asesinado Vargas.