Los riesgos de conocer
Lavaudant presenta en el Grec su montaje sobre Edipo
La lucidez te puede dejar ciego y seguir la m¨¢xima d¨¦lfica del "con¨®cete a ti mismo" conducirte al desastre. Es lo que le pas¨® a Edipo, sin ir m¨¢s lejos: empe?ado en escudri?ar sus or¨ªgenes, averigu¨® (para regocijo de Freud) que hab¨ªa matado a su padre y desposado a su madre; consecuentemente, se arranc¨® los ojos. Edipo. "El m¨¢s l¨²cido y el m¨¢s ignorante de los mortales", reflexiona el director franc¨¦s Georges Lavaudant, "el h¨¦roe y el apestado, el rey y el exiliado". Lavaudant ha montado un espect¨¢culo sobre Edipo a partir de las tragedias de S¨®focles Edipo rey, Edipo en Colono y Ant¨ªgona, que unidas componen, considera, una especie de imaginaria trilog¨ªa sobre el personaje y su familia.
El montaje (2 horas y 20 minutos, sin descanso), con un reparto muy sugerente (Eusebio Poncela como Edipo; Rosa Novell como Yocasta, madre y a la vez mujer de Edipo; Laia Marull como Ant¨ªgona, hija y hermana) y el gran atractivo a?adido de la traducci¨®n al castellano de Eduardo Mendoza, se presenta desde esta noche y hasta el domingo en el Teatre Grec. Lavaudant se?ala que el enigma de Edipo es "por qu¨¦ la inteligencia se empe?a en conocer, por qu¨¦ la raz¨®n no se detiene, aunque est¨¦ claro que te puede llevar a la ruina".
Entre las cosas hermosas que dice el director est¨¢ el comparar su trabajo ?bucear en el material de hace 2.400 a?os tratando muchas veces dolorosamente de descifrarlo? con el de los arque¨®logos.
Le interesaba, recalca, abordar los tres textos de S¨®focles que hacen referencia a la familia de Edipo. "No es una verdadera trilog¨ªa, por supuesto, como es la Orest¨ªada, y de hecho no est¨¢ claro el orden de escritura, pero hay personajes ?Creonte, Tiresias, Ant¨ªgona? que las atraviesan todas, y es apasionante ver su desarrollo". Para el director, en Edipo rey el tema es el problema del origen, en Edipo en Colono (con el protagonista convertido en un clochard apestado) es el rechazo, y en Ant¨ªgona, la resistencia al poder. "Tenemos una mezcla de preguntas filos¨®ficas, pero no presentadas te¨®ricamente, sino encarnadas en los personajes". La primera pieza se representa con un estilo de thriller; la segunda, con un tono sombr¨ªo, y la tercera, con un aire premeditadamente kitsch.
Lavaudant, que ha tardado en llegar a los autores griegos pero les ha cogido gusto, ha querido esencializar la tragedia y despojarla de la grandilocuencia con la que se suele representar: "He tratado que los actores huyan del pathos, de la exageraci¨®n, del falso lirismo". Tambi¨¦n ha eliminado el coro. La escenograf¨ªa es asimismo muy l¨ªmpida, dominada por una pantalla de cine en la que se proyectan im¨¢genes y que sirve al director para dar la otra dimensi¨®n de la tragedia, "mostrar lo que hay detr¨¢s, ll¨¢mesele dioses o destino". Para Eusebio Poncela encarnar a Edipo, como a Hamlet, imprime car¨¢cter. Y es condenadamente dif¨ªcil: "Tienes que meterte en unos vericuetos... A ratos es una pura maldici¨®n. Tienes que pasar lo que pas¨® ese hombre; hemos tenido ensayos muy lacrim¨®genos".
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