Jazz y preguntas sobre la alfombra roja
El PSOE decide innovar su formato de m¨ªtines el d¨ªa en el que Zapatero anunciaba su apuesta estrella para la legislatura
El PSOE decidi¨® innovar el envoltorio de sus actos en d¨ªa en el que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunciaba que la Ley de Econom¨ªa Sostenible se aprobar¨¢ el pr¨®ximo viernes . La idea de que no hubiera gradas ni sitios preeminentes tuvo ¨¦xito ya que militantes y simpatizantes se situaban al mismo nivel que miembros de la ejecutiva federal, presidentes auton¨®micos, ministros, ex ministros. La contrataci¨®n de tres presentadores, no se facilit¨® su identidad, ajenos al mundo de la pol¨ªtica, caus¨® dudas entre los dirigentes consultados. Todos fueron disciplinados y se prestaron, unos, al juego de responder a las preguntas que, micr¨®fono en mano, les hac¨ªan estos presentadores revestidos por una hora de reporteros. Otros, caminaban solos o en grupo cuando su nombre era invocado. Los entrevistados, naturalmente, sab¨ªan perfectamente qu¨¦ pregunta les hab¨ªa tocado. La entrevista se produc¨ªa mientras el pol¨ªtico o la pol¨ªtica atravesaba un camino, delimitado por una alfombra roja, que les conduc¨ªa a su asiento.
Estos reporteros mostraban en todo momento gran entusiasmo, tanto al presentar a los personajes que iban llegando, con el mismo tono que se anuncia a los participantes de un concurso cuando hacen su entrada en el plat¨®, como cuando agradec¨ªan las respuestas de los presidentes auton¨®micos, los dos m¨¢ximos dirigentes del partido ( Jos¨¦ Blanco y Leire Paj¨ªn) y a los tres vicepresidentes del Gobierno. "Impresionante", repet¨ªan despu¨¦s de escuchar la respuesta que les daba el pol¨ªtico. Muy celebrada fue la soltura de la vicepresidenta econ¨®mica, Elena Salgado, de natural sobrio, pero que en esta ocasi¨®n se lanz¨® a decir al mundo que el presidente de Espa?a con quien se codea ahora es con Obama. Tambi¨¦n muy brioso, el portavoz del Grupo Socialista, Jos¨¦ Antonio Alonso, proclam¨® que ganan todas las votaciones al PP. Jos¨¦ Blanco, record¨® que los populares auguraron que se romp¨ªa Espa?a. "Pues ni se rompe ni se hunde; lo que se va a romper y hundir es el PP", apostill¨® y sigui¨® su camino. A algunos presidentes auton¨®micos se les escapaba la sonrisa, con cierto apuro, pero participaron en el juego y pusieron toda la fuerza de que eran capaces para hablar bien de la gesti¨®n de Zapatero y de la suya propia. Todo amenizado con la m¨²sica de la Wall Big Band, que hizo una versi¨®n de jazz de la sinton¨ªa habitual del PSOE que tuvo bastante ¨¦xito. Los presidentes Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n ( Andaluc¨ªa ); Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, ( Castilla - La Mancha); ) Guillermo Fern¨¢ndez - Vara, ( Extremadura ), Vicente ?lvarez Areces, ( Asturias ) y , Francesc Antich, (Baleares ) actuaron con gran profesionalidad y respondieron como si de verdad les estuvieran haciendo una entrevista.
El gui¨®n excluy¨® de las preguntas al propio Zapatero, que lleg¨® con su esposa Sonsoles Espinosa, pero la gracia estaba en que los cuatro mil militantes y simpatizantes socialistas pudieron ver el recorrido que hizo por varios pasillos antes de llegar a la estancia en la que le esperaban los suyos. Conscientes de que estaban siendo observados por una multitud, la pareja luci¨® en todo momento sonrisa de circunstancias. La misma que se observ¨® en el ex presidente extreme?o Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra y Felipe Gonz¨¢lez que llegaron juntos. Fueron anunciados con el mismo trompeteo que los dem¨¢s, pero no se les hizo preguntas. La innovaci¨®n continu¨® con la colocaci¨®n en los asientos. Los chicos y las chicas de Juventudes Socialistas fueron situados, codo con codo, con los dirigentes de su partido. S¨®lo hubo un orador, Zapatero, aunque el l¨ªder del PSM,. Tom¨¢s G¨®mez, por celebrarse el acto en Madrid, tuvo el privilegio de dirigir unas palabras a los congregados: Con ¨¦l, volvi¨® lo cl¨¢sico: tono mitinero a rabiar y le?a al PP.
El ambiente festivo termin¨® con Zapatero en la tribuna. Ni el tono ni el contenido, sobrio y con un punto trascendente, sin sonrisas ni la menor broma. Eso s¨ª, de entrada y de salida pudo notar que los suyos est¨¢n con ¨¦l. "Zapatero no est¨¢s s¨®lo", le corearon. Y lo agradeci¨® con un discreto "gracias gracias".
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