El vendedor de pisos y aloe vera

En agosto de 2008 un desconocido Josep Xicola tom¨® las riendas de Fincas Corral, una de las mayores redes inmobiliarias de Espa?a. Pocos d¨ªas despu¨¦s de formalizar la compra de la empresa que hasta entonces presid¨ªa Calixto Corral, Xicola empez¨® a despachar en su oficina de la Rambla de Catalunya de Barcelona. Descamisado, sonriente y enigm¨¢tico, esbozaba sus planes para la empresa a todo aqu¨¦l que iba a su nuevo cuartel general. Todav¨ªa no sab¨ªa con certeza cu¨¢ntas oficinas ten¨ªa, estimaba que unas 200. Y, a pesar de que la recesi¨®n inmobiliaria hab¨ªa dejado completamente paralizado al sector, le parec¨ªan pocas.

Xicola dec¨ªa que necesitaba una red amplia para comercializar un presunto desarrollo inmobiliario que se realizar¨ªa en Almer¨ªa, donde un fondo norteamericano iba a construir un gran casino. Detr¨¢s tambi¨¦n ten¨ªa, seg¨²n dec¨ªa, inversores ¨¢rabes que quer¨ªan adquirir empresas catalanas. Pero ni el proyecto almeriense sali¨® nunca a la luz ni los ¨¢rabes se asomaron por la Rambla de Catalunya.

El primer problema que hall¨® Xicola fue una plantilla de trabajadores descontenta y movilizada, que inundaba los blogs inmobiliarios con proclamas contra la empresa. Y es que casi 300 empleados llevaban entre dos y tres meses de retraso en el cobro de sus n¨®minas. La forma de afrontarlo del actual propietario de Fincas Corral fue, cuanto menos, peculiar. Los reuni¨® a todos en su despacho para convencer a sus empleados y a los sindicatos de su solvencia. Les puso como reto vender un piso durante el mes de agosto y les prometi¨® que ir¨ªa abonando las n¨®minas progresivamente. Quer¨ªa motivarlos. Y para ello les lanz¨® otra propuesta: entrar en el que a su juicio era un pujante negocio: la venta de aloe vera, que iba a permitir que sus trabajadores no se deprimieran por no vender en plena crisis. "Algunos est¨¢n desmotivados. Les he dicho que vendan aloe vera en la oficina o que conviertan su franquicia en una oficina de Doctor Aloe", dijo entonces ante una docena de periodistas que no daban cr¨¦dito a lo que o¨ªan.

El conflicto laboral, no obstante, estall¨® cuando hasta el centro de Barcelona lleg¨® un grupo de trabajadores de Nature Pack, un fabricante onubense de envases que Xicola tambi¨¦n hab¨ªa comprado. La sociedad ten¨ªa un plan de viabilidad para salir de la crisis a la que la hab¨ªa abocado un descenso de ventas, pero los empleados fueron contemplando con preocupaci¨®n c¨®mo el empresario iba desmantelando la empresa a la vez que no cobraban su sueldo. Xicola afront¨® de nuevo el problema con una idea que desconcert¨® a todos los empleados: les dijo que se constituyeran en cooperativa y alquilaran la empresa.

Los problemas laborales no impidieron que Xicola se paseara por la ciudad presumiendo de su "solvencia" y lanzando propuestas como la de poner todo el patrimonio de la firma, unos 8.000 pisos, en alquiler. Sin pedir garant¨ªas. Al frente de la empresa puso a un joven de 28 a?os, Joan Batalla Juanola, que afirm¨® que Xicola lo compraba todo con fondos propios. "El se?or Xicola no necesita cr¨¦ditos", afirm¨®. Batalla, que se anuncia en numerosos blogs como un empresario de ¨¦xito, acab¨® denunciando a Xicola, seg¨²n explic¨® el a?o pasado a este diario. Ahora, Batalla, se pasea por los medios anunciando su inter¨¦s por comprar empresas en crisis. Todav¨ªa no ha adquirido nada.

Sin embargo, entonces Xicola ya estaba siendo investigado por los Mossos d'Esquadra. Jueces de toda Espa?a lo iban declarando insolvente y en rebeld¨ªa al acumular numerosas denuncias de sus trabajadores, que segu¨ªan sin cobrar. Pero hab¨ªa m¨¢s. La polic¨ªa catalana lo investig¨® por comprar empresas y dejarlas morir, malvendiendo activos, e incluso tuvo que afrontar denuncias de propietarios que lo acusaron de quedarse con el dinero de sus inquilinos.

No le import¨®. Xicola se pase¨® por los despachos de la Diagonal barcelonesa buscando empresas en crisis para comprar. Incluso acudi¨® a Bruno Figueras, presidente de Habitat, para adquirir la sexta inmobiliaria espa?ola, entonces en concurso de acreedores. ?Por cu¨¢nto? Fuentes del sector explican que Xicola siempre soltaba: "Yo no pongo dinero, pongo ilusi¨®n". Luego lanz¨® una oferta por El Caser¨ªo a Kraft, lo cual tambi¨¦n result¨® sorprendente porque la Seguridad Social le acababa de embargar la sede de la Rambla de Catalunya. Seg¨²n dijo recientemente, hab¨ªa comprado ya unas 380 empresas para, seg¨²n ¨¦l, reflotarlas. Pero nunca puso ning¨²n ejemplo.