El 'borrador Casas': ?otro intento fallido o la sentencia definitiva?
En los cuatro a?os que lleva el Estatuto catal¨¢n en el Tribunal Constitucional los magistrados no han logrado acercar posturas.- El alto tribunal aborda el s¨¦ptimo intento de consensuar un texto
Los magistrados del Tribunal Constitucional llevan cuatro a?os intentando ponerse de acuerdo para dictar una sentencia sobre el Estatuto catal¨¢n. Estos d¨ªas se re¨²nen en torno a una mesa en la que se han encontrado el s¨¦ptimo borrador, esta vez redactado por la presidenta del alto tribunal, Mar¨ªa Emilia Casas, que decidi¨® tomar las riendas el pasado 19 de mayo ante la imposibilidad de progresistas y consevadores de lograr un m¨ªnimo consenso.
El ¨²ltimo intento fallido fue el del conservador Guillermo Jim¨¦nez, vicepresidente del Constitucional, cuyo texto no lleg¨® siquiera a someterse a votaci¨®n. En la papelera acabaron tambi¨¦n las cinco propuestas de la progresista Elisa P¨¦rez Vera, que no lograron reunir el suficiente consenso. El texto estatutario ha puesto en evidencia las debilidades del alto tribunal y le ha sumergido en una crisis sin precedentes. Las elecciones catalanas, previstas para el pr¨®ximo oto?o, y la absoluta disonancia en el alto tribunal, han hecho dif¨ªcil otear en el horizonte una salida a corto plazo, aunque el compromiso de Casas es aprobar cuanto antes una sentencia.
No era la primera vez que se promet¨ªa celeridad. Despu¨¦s de resolver varios recursos presentados por el PP y varias recusaciones, en mayo de 2008, el Constitucional se mostr¨® decidido a dar la m¨¢xima prioridad a la tramitaci¨®n del texto catal¨¢n, y anunci¨® la celebraci¨®n de sesiones plenarias los martes, mi¨¦rcoles y jueves de todas las semanas y la ralentizaci¨®n de la resoluci¨®n de todos los recursos de amparo menos urgentes. Ese a?o no hubo m¨¢s que un pu?ado de anuncios de una inminente decisi¨®n, que finalmente no lleg¨®.
No fue hasta el a?o siguiente cuando comenzaron a sucederse las propuestas de resoluci¨®n del recurso del PP al texto que en su d¨ªa aprob¨® el Parlamento catal¨¢n, despu¨¦s las Cortes y, por ¨²ltimo, los catalanes, en refer¨¦ndum. Las dos primeras lecturas de la magistrada Elisa P¨¦rez Vera, de un millar de folios, concluyeron en el mes de julio de 2009 sin acuerdo y con decenas de correcciones. Las deliberaciones encallaron especialmente en dos puntos medulares del texto: el t¨¦rmino "naci¨®n" y el deber de conocer la lengua catalana. Dos aspectos en los que las posiciones eran irreconciliables. Aunque el enfrentamiento entre los dos sectores de magistrados se extend¨ªa tambi¨¦n a los "derechos hist¨®ricos" y a los "s¨ªmbolos nacionales".
Despliegue fren¨¦tico
A finales de julio de 2009, la ponente de la sentencia principal present¨® la tercera redacci¨®n de sentencia, que tampoco prosper¨®, al no ceder ni un mil¨ªmetro los magistrados del alto tribunal en sus posiciones. Por entonces, el Gobierno y la Generalitat se prepararon para una posible sentencia adversa. El Ejecutivo catal¨¢n, presidido por el socialista Jos¨¦ Montilla,defendi¨® un despliegue "fren¨¦tico" del Estatuto para protegerlo.
En esa tercera lectura, la ponente no s¨®lo se encontr¨® con la oposici¨®n frontal del n¨²cleo conservador (Guillermo Jim¨¦nez, Javier Delgado, Vicente Conde, Ram¨®n Rodr¨ªguez Arribas y Jorge Rodr¨ªguez Zapata), sino que tambi¨¦n alg¨²n progresista, especialmente Manuel Arag¨®n, pusieron pegas a la redacci¨®n. A finales de septiembre, la presidenta del Constitucional sugiri¨® que podr¨ªa haber sentencia en octubre.
El 12 de noviembre de 2009, se reuni¨® el pleno del alto tribunal en el que se pronunci¨® contra la ponencia de la progresista P¨¦rez Vera, que ya supon¨ªa el cuarto borrador, que avalaba aspectos clave del Estatuto. Fue rechazado por seis de los 10 magistrados que integraban el pleno votaron en contra (los conservadores m¨¢s el progresista Manuel Arag¨®n frente a cuatro progresistas). La ponente rechaz¨® el t¨¦rmino "naci¨®n" del Pre¨¢mbulo, pero se mostr¨® favorable a la constitucionalidad de los derechos hist¨®ricos de Catalu?a y aval¨® el art¨ªculo que impone la obligatoriedad de conocer le catal¨¢n.
Despu¨¦s de este nuevo fracaso, los magistrados continuaron sus deliberaciones y decidieron excluir el t¨¦rmino "naci¨®n" del Pre¨¢mbulo y cuestionaron 40 art¨ªculos. Los debates se centraban en "los derechos hist¨®ricos" y en la lengua. Una vez eliminado ese escollo,le lleg¨® el turno al T¨ªtulo Preliminar, sobre todo en lo referente a los s¨ªmbolos nacionales y los "derechos hist¨®ricos" de Catalu?a. La presi¨®n de la clase pol¨ªtica y de la sociedad ha ido en aumento,m¨¢s si cabecuando los diarios catalanes publicaron un editorial conjunto en defensa del Estatuto.
Mientras, las posturas en el Constitucional siguieron siendo irreconciliables. A finales de noviembre, las ¨²ltimas deliberaciones dieron a entender que ser¨ªan anulados varios art¨ªculos y que se matizar¨ªan al menos 40. Fuentes del Ejecutivo central aseguraron que el principal escollo se encontraba en el art¨ªculo 8, el referido a los "s¨ªmbolos nacionales".
Quinto intento
El Constitucional se mostr¨® de nuevo en abril incapaz de resolver el recurso que el PP present¨® hace cuatro a?os contra el Estatuto catal¨¢n. Por cuatro votos a favor y seis en contra, fue desestimada la ponencia de P¨¦rez Vera, que declaraba inconstitucionales 14 art¨ªculos: desde el uso "preferente" del catal¨¢n a las competencias del Consejo de Justicia de Catalu?a. El t¨¦rmino "naci¨®n", que rechaza el magistrado Manuel Arag¨®n, fue clave. Montilla exigi¨® la renovaci¨®n del tribunal.
Se nombr¨® entonces un nuevo ponente, el vicepresidente del organismo y magistrado conservador Guillermo Jim¨¦nez, que el 19 de mayo retir¨® un texto que era mucho m¨¢s restrictivo. Fue entonces cuando Casas inici¨® una nueva etapa cuyo final es impredecible.
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