?Todos contentos?

Catalu?a tiene desde hoy un Estatuto de Autonom¨ªa m¨¢s delgado pero m¨¢s fuerte pues ha sido avalado en su inmensa mayor¨ªa por el Tribunal Constitucional, que ha retocado o eliminado 14 de sus 218 art¨ªculos y ha dictado una interpretaci¨®n determinada de otros 27 preceptos para su adecuaci¨®n a la norma. El PP, que recurri¨® hace tres a?os el texto por entender que hab¨ªa m¨¢s de 100 art¨ªculos inconstitucionales, tan s¨®lo ha visto admitidas un 10% de sus reclamaciones.

El fallo destaca la irrelevancia jur¨ªdica del Pre¨¢mbulo, que sosten¨ªa que el Parlamento catal¨¢n consideraba mayoritariamente a Catalu?a como una naci¨®n. De paso, el Constitucional interpreta que los s¨ªmbolos nacionales a que se refiere el art¨ªculo 8 se refieren a Catalu?a como nacionalidad y en ning¨²n caso como naci¨®n. La sentencia pone el ¨¦nfasis en recordar la unidad indisoluble de la naci¨®n espa?ola que proclama la Constituci¨®n.

Respecto a la lengua, los magistrados eliminan que el catal¨¢n sea de "uso preferente" en las administraciones p¨²blicas, aunque respaldan que sea "la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la ense?anza". Por lo dem¨¢s, la sentencia se extiende en eliminar por inconstitucionales algunos art¨ªculos referidos al desarrollo del Consejo de Justicia de Catalu?a. Art¨ªculos que tambi¨¦n se incluyen en otros estatutos de autonom¨ªa de otras comunidades.

Cinco progresistas y un conservador

Con esta decisi¨®n, alcanzada por una mayor¨ªa de seis magistrados (cinco progresistas y un conservador) frente a cuatro, casi todos est¨¢n contentos aunque los partidos catalanes sean los que menos lo demuestren en sus manifestaciones p¨²blicas. Hasta el PP, inc¨®modo con un recurso de inconstitucionalidad que le cerraba puertas para posibles pactos con partidos catalanes a los que puede necesitar en un futuro, no har¨¢ sangre con la decisi¨®n y la acatar¨¢ sin problemas y con escasas cr¨ªticas.

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha celebrado con los suyos la sentencia como una victoria. "Hemos ganado, el Estatuto se salva", ha proclamado a media tarde uno de sus ministros. "De 38.000 palabras, apenas eliminan 100 de las cuales no hay ninguna especialmente trascendente".

El Constitucional pone as¨ª fin a un calvario que ha durado tres a?os cargados de las peores presiones pol¨ªticas que han soportado nunca los magistrados de este Tribunal. En el camino se ha quedado un magistrado, recusado por el PP, una reforma express de la Ley del Constitucional para mantener al frente del Tribunal a Maria Emilia Casas; las primeras recusaciones del Gobierno contra dos magistrados del Constitucional (que prosperaron); tres recusaciones del PP contra otros tantos magistrados del Tribunal basadas en noticias falsas (que fueron rechazadas); todo tipo de recursos de la Generalitat de Catalu?a para impedir el fallo (que no prosperaron) y declaraciones de unos y otros poniendo en cuesti¨®n desde la independencia del Constitucional hasta la legitimidad del Tribunal para dictar una sentencia. Contra viento y marea, con un tercio del Tribunal con el mandato m¨¢s que cumplido; con una vacante por fallecimiento sin cubrir; tras tres a?os de dimes y diretes, el Constitucional hizo ayer su trabajo. El Estatuto de Catalu?a es, desde hoy, mucho m¨¢s fuerte.