"Esta huelga es una exageraci¨®n brutal"
A finales de mayo, en un momento crucial para el desenlace de la negociaci¨®n de la reforma laboral, Jos¨¦ Luis Feito, presidente de la Comisi¨®n Econ¨®mica de CEOE, hablaba as¨ª de las amenazas de huelga general de los sindicatos: "Es absurdo. Eso es como el ni?o que para hacer da?o a su madre, no come. Son reacciones infantiles, inmaduras". A pocas horas de que esa amenaza se materialice, Feito se?ala que se trata de "una exageraci¨®n brutal" ante una reforma "muy t¨ªmida".
Pregunta. Los sindicatos aseguran que hay muchas razones para secundar la huelga, pero ?cree que lograr¨¢n cambiar algo?
Respuesta. No hay razones. Si por razones se entiende que si se hace la huelga se consiguen los resultados que quieren conseguir quienes la defienden. Es obvio. El presidente del Gobierno ha dicho que no va a cambiar una coma de la reforma laboral y que no va a cambiar ni mucho menos su Presupuesto, por tanto desde ese punto de vista, no. Si por razones se entiende que se puede crear o contribuir a crear un clima que favorezca el crecimiento econ¨®mico, el cambio de modelo y la reducci¨®n del paro, todo lo contrario. El paro ser¨¢ mayor por haberse hecho esta huelga, mayor de lo que ser¨ªa si no se hubiera hecho huelga. Por lo tanto, no hay razones; las consecuencias ser¨¢n o nulas u opuestas a las que persiguen quienes la propugnan.
P. La reforma laboral no ha dejado m¨ªnimamente contento a nadie; la patronal la considera tremendamente insuficiente y los trabajadores, una agresi¨®n.
R. As¨ª es. Los sindicatos consideran que se coartan derechos de los trabajadores, y los empresarios creemos que es una reforma muy t¨ªmida, claramente insuficiente para salir del masivo desempleo que sufre nuestro pa¨ªs a una velocidad r¨¢pida.
P.?En su opini¨®n en qu¨¦ deber¨ªa haber profundizado esta reforma laboral?
R. En la propia reforma se fija como objetivo una reducci¨®n del coste laboral mediante la reestructuraci¨®n de los costes de despido. Es verdad que se reduce los despidos improcedentes t¨¢citamente al permitir que un mayor grupo de trabajadores de los que hab¨ªa antes pudieran acogerse al despido de menos de 45 d¨ªas, pero a cambio, sin embargo, aumentan los costes de despidos de los trabajadores temporales, de forma que la reducci¨®n del coste despido-coste de contrataci¨®n, por decirlo en la jerga de la reforma, pues es pr¨¢cticamente nula. En t¨¦rminos netos incluso aumentan un poco los costes. La modificaci¨®n es muy peque?a y, por tanto, por esa v¨ªa no va a haber una incidencia muy significativa en la creaci¨®n de empleo.
Otra vara que toca la reforma, pero no con la suficiente decisi¨®n, ser¨ªa intentar fijar las causas del despido objetivo de una forma mucho m¨¢s clara. En ning¨²n pa¨ªs del mundo existe la pr¨¢ctica del despido improcedente como despido habitual. En ning¨²n pa¨ªs del mundo existe un 90% de los despidos, un 70% el a?o que menos hay, que sean improcedentes; eso es una anomal¨ªa. Es un abuso aberrante. En Espa?a desgraciadamente los despidos improcedentes son la puerta de salida del trabajador, cuando deber¨ªa ser el despido objetivo procedente. Una de las razones por las cuales los costes de despido y de contrataci¨®n en Espa?a son tan brutalmente elevados en relaci¨®n con cualquier pa¨ªs de nuestro entorno es porque se aplica el despido improcedente. En la reforma se hacen, es verdad, una serie de modificaciones encaminadas a intentar definir mejor las causas del despido objetivo, pero no es un paso suficiente. Otros objetivos de la reforma como la flexibilidad de jornada y de lugares de trabajo, pues desgraciadamente, se han quedado en una mera enumeraci¨®n sin ninguna consecuencia pr¨¢ctica y sin ninguna posibilidad de modificar las circunstancias actuales. Estas ser¨ªan nuestras quejas. Habr¨ªa otras. Por ejemplo, en el absentismo no se avanza nada.
P. Lo pinta como si la huelga fiera una medida escandalosamente desproporcionada.
R. Es evidente. Es una exageraci¨®n brutal. Los sindicatos hicieron un casus belli de la modificaci¨®n de los 45 d¨ªas, y de la creaci¨®n de un nuevo contrato, aunque ¨¦ste siga teniendo unos costes de despido muy superiores a la media europea. Para ellos eso supone una merma de los derechos de los trabajadores, lo cual es absurdo porque pr¨¢cticamente no hay ning¨²n trabajador que tenga contratos indefinidos con esta estructura. El noventa y tantos por ciento de los contratos son temporales, y mientras sigan existiendo esos contratos no solamente no se protege al trabajador, sino que se le desprotege, porque se le manda al paro, no se impiden despidos masivos y no encuentra empleo, porque esos costes son una barrera a la contrataci¨®n.
P. ?Cree que se secundar¨¢ masivamente la convocatoria de huelga?
R. Los datos que yo he visto casi todos los sondeos de prensa y en los nuestros apuntan a que cuando se le pregunta a la gente si va a secundar la huelga y si cree que la huelga es acertada, ambas respuestas est¨¢n en torno al 20%. Otra cosa es la gente que involuntariamente haga huelga, porque los servicios m¨ªnimos al aliento sindical se interpretan como servicios m¨¢ximos o servicios ¨²nicos. Con ello se conculcan los derechos de los trabajadores que quieren trabajar, porque una vez que est¨¢n cubiertos esos servicios m¨ªnimos ya no puede acudir a trabajar nadie m¨¢s.
Lee el Editorial sobre la huelga. Consulta los servicios m¨ªnimos previstos y los argumentos de unos y otros. La ¨²ltima hora del 29-S, en Eskup.
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