Garz¨®n recurre el auto de las escuchas porque anticipa la "decisi¨®n final" de su condena por prevaricaci¨®n
El abogado del juez se queja de que el auto "agota sin desmayo" todos los aspectos de una sentencia condenatoria
El abogado y catedr¨¢tico Francisco Baena Bocanegra , defensor del juez Baltasar Garz¨®n en el proceso por las escuchas a implicados de la trama G¨¹rtel en prisi¨®n, ha recurrido el del instructor del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, por entender que ¨¦ste abri¨® procedimiento abreviado a Garz¨®n con una resoluci¨®n que anticipa ya una "decisi¨®n final" condenatoria por un delito de prevaricaci¨®n.
El abogado de Garz¨®n se queja de que el auto no se limita s¨®lo a determinar los hechos punibles e identificar al imputado, sino que "agota sin desmayo" todos los aspectos de una sentencia condenatoria, desde el elemento subjetivo del tipo penal hasta los factores que aminoran la responsabilidad del querellado, los posibles concursos de delitos y hasta los posibles argumentos de la defensa, "desde luego extramuros de toda posibilidad plenamente absolutoria".
A la vista de las "fatales conclusiones" de tan "acabada declaraci¨®n de culpabilidad en toda regla", Baena se pregunta si se est¨¢ abriendo la fase intermedia del proceso o si por el contrario, se est¨¢ proponiendo la "decisi¨®n final" desde la "muy personal valoraci¨®n de los hechos" por parte del instructor.
El defensor de Garz¨®n agrega que el instructor Jorge Barreiro ni quiera ha dado traslado a las partes de las diligencias practicadas, cuando a¨²n hay partes del procedimiento que siguen siendo secretas, por lo que formula su "extrema protesta" ante la grave lesi¨®n al derecho de defensa del juez Baltasar Garz¨®n. A continuaci¨®n, pide que se deje sin efecto el auto de transformaci¨®n del procedimiento para dar traslado a las partes para que ¨¦stas puedan proponer la pr¨¢ctica de las diligencias que les interesen.
El recurso critica al juez Barreiro por prescindir del planteamiento de las querellas y crear "un nuevo espacio jur¨ªdico donde residenciar el reproche prevaricador", es decir, por "mejorar las querellas sin que nadie se lo pida" y construir un "nuevo" delito de prevaricaci¨®n. Seg¨²n Baena, la consecuencia ser¨¢ que a corto plazo quien se vea afectado por unas escuchas se querellar¨¢ contra el juez sencillamente por discrepar de la relevancia de los indicios que motiven la observaci¨®n telef¨®nica.
El abogado explica que, seg¨²n el auto del juez Barreiro, si no existen "indicios s¨®lidos" de que un letrado est¨¦ en connivencia con el imputado, las escuchas se convierten, sin m¨¢s, en prevaricadoras. Adem¨¢s, critica que Barreiro se prodigue en las m¨¢s "rotundas aseveraciones condenatorias" del estilo de que Garz¨®n "vaci¨®", "lamin¨®" y "lesion¨®" el derecho de defensa y los pilares del Estado de Derecho.
La defensa mantiene que las intervenciones telef¨®nicas no se acordaron respecto de los letrados, que no eran el objetivo de la medida, sino contra los supuestos autores de graves delitos cometidos en el seno de una organizaci¨®n criminal, que intentaban ocultar a la acci¨®n de la Justicia los beneficios obtenidos con sus actuaciones criminales. Es decir, se trataba de descubrir e impedir una nueva actividad delictiva en la que participaban, de un lado los presos, y de otro, personas no determinadas cuya identificaci¨®n pod¨ªa obtenerse y sobre las que resultaba indiferente que fueran abogados o que estuvieran o no incriminados.
El recurso asegura que el proceso de prevaricaci¨®n contra Garz¨®n se desarrolla en un "marco artificialmente provocado" para revisar su acierto o desacierto sobre las escuchas, cuando tambi¨¦n existe el derecho fundamental de los ciudadanos a que el Estado investigue, persiga y sancione a los delincuentes y en esa tesitura no se puede exigir al juez otra actitud que la de perseguir el delito.
El abogado recuerda que Garz¨®n excluy¨® de la causa las transcripciones de las conversaciones de los imputados y sus letrados pero esas prevenciones, "en las que radica la m¨¢xima garant¨ªa", el juez Barreiro "las relega incomprensiblemente a la simple condici¨®n de cl¨¢usulas de estilo". Sin embargo, ese acuerdo se adopt¨® porque no hab¨ªa ninguna intenci¨®n de inteferir, limitar o afectar al derecho de defensa.
A?ade que el juez del Tribunal Superior que sucedi¨® a Garz¨®n en el procedimiento, Antonio Pedreira, acogiendo ¨ªntegramente el informe de la Fiscal¨ªa, mantuvo las observaciones "con id¨¦ntica y expresa prevenci¨®n de salvaguarda del derecho de defensa.
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