Tres jefes para echar la persiana a 51 a?os de cr¨ªmenes
Iratxe Sorzabal, Izaskun Lesaka y David Pla, el triunvirato que dirige la banda
Llegados a este punto, la pregunta es: ?qui¨¦n en la ETA de hoy en d¨ªa tiene la suficiente autoridad moral, militar y capacidad de arrastre como para cerrar definitivamente la persiana y terminar con 51 a?os de cr¨ªmenes? La tesis es que la direcci¨®n colegiada de la banda est¨¢ formada por dos mujeres y un hombre: Iratxe Sorzabal, Izaskun Lesaka y David Pla (a quien se atribuye inicialmente la lectura de este comunicado). Ninguno de ellos tiene peso espec¨ªfico ni carisma en el mundo radical. Por ello los expertos antiterroristas est¨¢n casi seguros de que la vieja guardia a¨²n en libertad ha vuelto para pilotar, o al menos para asesorar, un final escalonado de la organizaci¨®n terrorista. Y esos s¨ª tienen algo m¨¢s que decir, porque quieren que la violencia acabe, que el haya un cambio de ciclo. Lo que ocurre es que el final definitivo, para ETA, es rendirse sin obtener nada a cambio. Ese paso no se ha dado y los responsables operativos antiterroristas coinciden: decepci¨®n y m¨¢s de lo mismo.
Fuentes antiterroristas consideran que la banda ha recuperado a algunos veteranos para formar una especie de comit¨¦ asesor pol¨ªtico de la actual direcci¨®n etarra para medir, proponer y dar los pasos hacia ese cierre de la persiana, as¨ª como para acompa?ar los pasos de la izquierda radical abertzale hacia su desvinculaci¨®n del terrorismo. El hecho cierto es que durante los meses finales de 2010 ETA estuvo consultando "virtualmente" entre militantes el decretar "un alto el fuego permanente y verificable". Aqu¨ª est¨¢ y ahora queda comprobar si, efectivamente, es el paso a la soluci¨®n definitiva.
Siempre se cita el mismo nombre como el hombre clave de esa asesor¨ªa pol¨ªtica de la jefatura etarra: Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. "Pero informaci¨®n verificable de qui¨¦nes mandan en ETA ahora mismo no hay, s¨®lo especulaciones con base en otros datos", advierten altos cargos antiterroristas: "Es m¨¢s, nos da igual qui¨¦n mande o no, porque vamos a seguir combati¨¦ndolos igual". Esos mismos mandos reflejaban hoy cierta decepci¨®n por el contenido del comunicado: esperaban algo m¨¢s, pese a su natural desconfianza de la banda.
El proceso en el seno de ETA siempre ha sido el mismo en cuanto se ha abierto un debate: los j¨®venes quieren jo-ta-ke, la expresi¨®n que utilizan habitualmente para referirse a la continuaci¨®n de la lucha armada; los de mediana edad se muestran tacticistas y los m¨¢s mayores quieren que la espiral de violencia acabe de una vez.
El equilibrio siempre se decantaba hacia los m¨¢s violentos. Ahora, a ver qu¨¦ pasa en una banda te¨®ricamente dominada por dos mujeres -que arribaron al poder terrorista tras la captura de quien Alfredo P¨¦rez Rubalcaba lleg¨® a calificar como "el ¨²ltimo gran general de ETA": Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata- y un hombre, Pla, que lleg¨® al poder tras lograr escapar de forma incomprensible de una operaci¨®n policial. Pla parece ser el elegido en esta ocasi¨®n para la lectura del comunicado en el que con los cantos de sirena de la paz se combina el viejo lenguaje b¨¦lico de ETA.
Iratxe Sorzabal, de 38 a?os, natural de Ir¨²n (Guip¨²zcoa), milita en la organizaci¨®n terrorista desde los a?os 90. La polic¨ªa le atribuy¨® entonces la participaci¨®n en tres atentados mortales: el de Josefina Corresa, asesinada en diciembre de 1995 al explotar un artefacto en el Corte Ingl¨¦s de Valencia; el del jefe de Informaci¨®n de la Ertzaintza, Ram¨®n Doral, en marzo de 1996; y el del polic¨ªa Eduardo L¨®pez Moreno, a finales de 1994 en Endarlaza (Navarra).
Tras ser detenida en 2001, denunci¨® torturas; posteriormente fue absuelta por los tribunales. En ese momento era portavoz de Gestoras Proamnist¨ªa, la organizaci¨®n que defiende los intereses de los presos etarras. Luego pas¨® a la clandestinidad, hasta que fue detenida en Francia, donde estuvo encarcelada tres a?os. Lleg¨® a ser parlamentaria de HB.
Izaskun Lesaka Arg¨¹elles lleva a?os ocupando puestos importantes en el aparato pol¨ªtico de ETA. Imputada por pertenecer a Haika y Segi, se encuentra huida desde el a?o 2005. Hay constancia policial de que es que la autora de varios comunicados de ETA y de que ha dado ¨®rdenes a comandos operativos de la organizaci¨®n armada.
Pla, por su lado, es el supuesto jefe de la estructura de apoyo a los presos de ETA y un dirigente clave del aparato pol¨ªtico de la banda, lo que quedar¨ªa a¨²n m¨¢s claro si se demostrase que es el lector del ¨²ltimo comunicado. Los investigadores policiales consideran que Pla Mart¨ªn, nacido en Pamplona y de 35 a?os, tendr¨ªa actualmente un papel importante dentro de la estructura pol¨ªtica de los terroristas, en cuanto a sus posibilidades de relacionarse con las organizaciones de su entorno. Pl¨¢, dirigente de Jarrai durante los a?os noventa y candidato a las elecciones municipales de 1995 por Herri Batasuna (en las que no result¨® elegido), fue detenido en 2000 como miembro liberado de ETA junto a Aitor Lorente. Se les acus¨® de tener todo preparado para atentar de forma inminente contra el alcalde de Zaragoza, Jos¨¦ Atar¨¦s (PP), mediante una bomba lapa en su coche. Tambi¨¦n fue detenido en 2010 e, incomprensiblemente, fue puesto en libertad.
El Gobierno est¨¢ convencido de que, de momento, no hay un mando etarra capaz de echar el cierre y que el proceso del final de ETA ser¨¢ gradual, lento, nada que pueda resolverse en pocos meses. Es decir, que ninguno de los tres tiene carisma -"ni valor", insisten- para cerrar ETA. Es m¨¢s, ni siquiera existe el convencimiento de que la decisi¨®n del final-final est¨¦ tomada, sino que el comunicado de hoy sea un movimiento estrat¨¦gico para permitir la vuelta de la izquierda abertzale a las instituciones. Un movimiento al que la banda se ha visto arrastrada por las necesidades pol¨ªticas de sus bases sociales y que ahora podr¨ªa incluso verse como insuficiente.
Los analistas de Interior est¨¢n persuadidos de que la banda est¨¢ sumergida en un proceso de reorganizaci¨®n. El recient¨ªsimo robo de 6.000 tarjetas y un n¨²mero elevado de impresoras especiales en la empresa Impuls en Bourg de P¨¨age (Francia) hace pensar lo peor. Aunque tampoco saben muy bien para qu¨¦ quieren esas tarjetas de cr¨¦dito en blanco. ETA quiso que se supiera que el robo era suyo: un atracador habl¨® en espa?ol, una mujer le tradujo y se identificaron como etarras.
Por ello, los expertos antiterroristas insisten en que el robo indica que la banda estaba cumpliendo su palabra de no atentar, de cesar en "las acciones armadas ofensivas", como dec¨ªa su pen¨²ltimo comunicado. Es decir:"No ataco pero me defiendo y adem¨¢s me preparo", ha resumido gr¨¢ficamente Rubalcaba. Ahora habr¨¢ que comprobar si contin¨²a con su actividad en Francia o se produce un par¨®n, si realmente el alto el fuego es "general" e incluye una temporada real de vacaciones en todas las actividades criminales de la banda, desde los robos de coches hasta el impuesto revolucionario. Y habr¨¢ que ver en qu¨¦ se concreta el que el par¨®n sea "internacionalmente verificable" (con una entrega de armas o de un polvor¨ªn, por ejemplo).
Para los mandos terroristas, la actividad desplegada hasta este mismo mes en Francia demuestra que "es evidente que ETA, que el a?o pasado celebr¨® con alborozo sus 50 a?os de existencia, no tiene voluntad de desaparecer". No quiere, pero todas las fuentes coinciden que la banda se encuentra en un momento de m¨¢xima debilidad y en que, pase lo que pase, insisten en qu¨¦ el combate policial no va a aflojar. De momento no parece tampoco que la banda haya decidido echar el cierre definitivo, aunque todas las fuentes coinciden en que, pase lo que pase, no habr¨¢ atentados al menos hasta las elecciones, una vez que se compruebe si la izquierda radical hasta ahora pegada a ETA puede presentarse o no a los comicios.
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