As¨ª es el Sud¨¢n que est¨¢ a punto de partirse
Durante esta semana -y las siguientes- vamos a o¨ªr y leer mucho acerca de Sud¨¢n en los medios de comunicaci¨®n. Ayer domingo, 9 de enero de 2011, empez¨® un hecho hist¨®rico en el pa¨ªs m¨¢s grande de ?frica: el primer refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n del continente negro. Algo impensable hace pocos a?os y que puede romper (romper¨¢) por primera vez las fronteras heredadas del proceso de descolonizaci¨®n.Estuve en Sud¨¢n hace muchos, muchos a?os. Suficientes como para no poder hablar ahora con conocimiento de causa de la realidad pol¨ªtica y social del pa¨ªs. Pero para eso est¨¢n las magn¨ªficas cr¨®nicas que mi compa?ero ?lvaro de C¨®zar est¨¢ mandando desde Juba, la capital del sur sudan¨¦s (de todas formas, por lo que leo y me cuentan otros colegas, tampoco ha cambiado tanto el pa¨ªs desde aquel lejano 1990 cuando lo cruc¨¦ a bordo de camiones de carga)Lo que si que no ha cambiado es la realidad geogr¨¢fica del Sud¨¢n, los paisajes y el escenario que envuelve a un pa¨ªs fascinante, desconocido, complicado para el viajero y que soporta la guerra civil m¨¢s larga de ?frica. Cuando yo viaj¨¦ por Sud¨¢n, la guerra entre el norte ¨¢rabe y el sur cristiano y animista estaba en su apogeo. Hab¨ªa combates y muertes a diario. Viv¨ªa John Garang, el carism¨¢tico l¨ªder sure?o; en el poder estaba ya Omar al-Bashir, el mismo presidente vitalicio que hay ahora; los derechos humanos se pisoteaban cada d¨ªa, de hecho hubo un intento de golpe de estado estando yo en Jartum que cerr¨® el pa¨ªs durante tres d¨ªas y acab¨® con el fusilamiento inmediato de los encausados. Y los extranjeros ten¨ªamos vetado el libre movimiento por el pa¨ªs. Hab¨ªa que pedir permisos para todo (incluso para tomar fotograf¨ªas) y a mi me denegaron el de viajar al problem¨¢tico y separatista sur.As¨ª que tras una tediosa espera de m¨¢s de una semana, las autoridades militares me entregaron el permiso para viajar por el norte, por la zona ¨¢rabe e islamista del pa¨ªs, en la que de triunfar el actual refer¨¦ndum separatista del sur, se impondr¨¢ por fin la sharia, la ley isl¨¢mica como Constituci¨®n del nuevo pa¨ªs, un anhelo largamente acariciado por sus l¨ªderes.Con mi permiso en el bolsillo y la mochila repleta de ilusi¨®n me dispuse a internarme en el desierto de Nubia y la Gran Curva del Nilo. Una de las regiones m¨¢s inh¨®spitas y bellas del planeta Tierra. El mayor desierto del mundo cruzado por el mayor r¨ªo de ?frica. La vida y la muerte jugando una interminable partida. La vida en las orillas del padre Nilo, con sus oasis, sus vegas, sus pozos y sus aldeas de adobe y arena. La nada m¨¢s insondable justo detr¨¢s de las ¨²ltimas huertas, una planicie muerta de arena y piedra. Bella pero est¨¦ril.Y en medio, un mushungo viajando en la caja de los camiones de carga.(continuar¨¢...)PD: Este viaje dio origen a mi primer libro de narrativa, "El cuerno del elefante", publicado por National Geographic / RBA.
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