El Ej¨¦rcito iraqu¨ª dificulta a Pedraz su investigaci¨®n en el puente desde el que se dispar¨® a Couso
Los periodistas que acompa?an al juez como testigos brindan a solas por su compa?ero en la habitaci¨®n 1403
Con el juez Pedraz al frente, los miembros de la comisi¨®n judicial encargada de investigar in situ la muerte de Jos¨¦ Couso ya han terminado su misi¨®n. Est¨¢ ma?ana han inspeccionado el hotel Palestina y el puente Aljumuriya.
Los cuatro periodistas que integran la comisi¨®n han regresado al mismo lugar en el que hace ocho a?os fue herido su compa?ero. El n¨²mero de la habitaci¨®n es el mismo, el 1403, pero su aspecto ha cambiado. Como la de todo el hotel Palestina que ahora se encuentra en proceso de reformas. Ninguna huella de que el 8 de abril de 2003 un disparo de un tanque del Ej¨¦rcito estadounidense impactara un poco m¨¢s arriba del balc¨®n desde el que Couso tomaba im¨¢genes con su c¨¢mara. En su lugar, cables de la luz, ascensores precarios y puertas sin marco.
Pero la habitaci¨®n 1403 conserva el balc¨®n y a ¨¦l ha salido el juez Santiago Pedraz para instalar una c¨¢mara en el lugar aproximado en el que estaba Couso grabando el d¨ªa que muri¨®. Y a ese balc¨®n se han asomado, uno tras otro, Carlos Hern¨¢ndez, Olga Rodr¨ªguez, Jes¨²s Hern¨¢ndez Qui?oneros y Jon Sistiaga, testigos de su muerte, para informar al juez sobre los detalles: la posici¨®n exacta de la c¨¢mara, d¨®nde estaba el periodista de Telecinco... De todo ha tomado nota la secretaria judicial, acompa?ada en todo momento por Fhihad Ahmed Hussein, el juez iraqu¨ª designado para asistir a la inspecci¨®n ocular, con las llamadas a la oraci¨®n de la vecina mezquita de Al Jorafa, de fonfo.
Tras reconstruir los hechos en la habitaci¨®n, la comisi¨®n se ha desplazado al piso superior, el que recibi¨® directamente el impacto del tanque estadounidense.Pero la habitaci¨®n 1403 no se ha quedado vac¨ªa mucho tiempo. Los cuatro periodistas espa?oles, acompa?ados por Safa Majid, el gu¨ªa que trabajabacon Sistiaga y a Couso en la cobertura de la guerra, han regresado all¨ª para quedarse a solas y brindar por su compa?ero.
Los problemas para la comisi¨®n han comenzado al llegar al puente Aljumuriya. El ej¨¦rcito iraqu¨ª encargado de su control, le ha impedido llegar hasta el punto concreto en el que estaba el tanque en el momento de efectuar los disparos. De hecho, un militar ha prohibido al juez Pedraz sacar fotos cuando intentaba adentrarse m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites que los iraqu¨ªes hab¨ªan establecido, 20 metros del lugar exacto. Adem¨¢s han restringido el acceso al puente, dejando solo a ocho miembros de la comisi¨®n estar en ¨¦l, y ¨²nicamente han permitido la presencia de tres c¨¢maras: las fotogr¨¢ficas del juez Pedraz y del abogado de la familia Couso y la de televisi¨®n de TVE. El puente est¨¢ bajo control militar y el permiso del que dispon¨ªa la comisi¨®n hab¨ªa sido emitido por el ministerio del Interior iraqu¨ª, del que no ten¨ªa constancia el de defensa, de ah¨ª los obst¨¢culos.
Solo han podido tomar im¨¢genes en un extremo del puente y a unos 20 metros del lugar en el que estaba el tanque cuando dispar¨® al hotel Palestina. All¨ª, tanto Pedraz -asistido por Jon Sisitiaga, el periodista de Telecinco que acompa?aba a Couso, Olga Rodr¨ªguez, la reportera de la Cadena SER, y Jes¨²s Hern¨¢ndez Qui?oneros, c¨¢mara de Antena 3-, como Enrique Santiago, el abogado de la familia Couso -ayudado por Enrique Maillo, miembro de la Asociaci¨®n Libre de Abogados- han podido comprobar c¨®mo desde esa posici¨®n se divisan perfectamente las cinco plantas superiores del hotel, un edificio de 17. La habitaci¨®n 1403, desde la que Couso grababa el d¨ªa que muri¨®, estaba en la 14 y el proyectil impact¨® en la 15.
Al t¨¦rmino de la inspecci¨®n, el juez iraqu¨ª, Fhihad Ahmed Hussein, se ha despedido amablemente de su hom¨®logo espa?ol. "Estoy muy honrado de colaborar con usted durante la pr¨¢ctica de las diligencias", le ha dicho. Despu¨¦s, el convoy de la comisi¨®n -una caravana de siete veh¨ªculos, cuatro todoterrenos blindados, dos coches policiales con ametralladoras y una furgoneta- ha regresado a su hotel rodeado de las mismas medidas de seguridad que les han acompa?ado desde su llegada.
La inspecci¨®n ocular, un triunfo en la investigaci¨®n
El titular del juzgado central de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, aterriz¨® ayer por la ma?ana en el Aeropuerto Internacional de Bagdad para visitar y realizar la inspecci¨®n ocular del lugar de los hechos.
La acogida del juez y el resto de medios de la comisi¨®n judicial (secretaria judicial, abogados y testigos) se produjo entre importantes medidas de seguridad. En el sal¨®n destinado a la recogida de equipajes lo recibi¨® el encargado de negocios de la Embajada de Espa?a en Bagdad, Antonio Gonz¨¢lez-Zavala. A la salida esperaba un equipo del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa formado por cuatro agentes que dieron escolta a la delegaci¨®n hasta el aparcamiento. Desde all¨ª, una comitiva de varios veh¨ªculos condujo a todos los desplazados hasta un hotel situado en las cercan¨ªas del aeropuerto sin que se produjera ning¨²n incidente.
La llegada de Pedraz y la comisi¨®n judicial encargada de practicar la inspecci¨®n ocular supone un triunfo para su investigaci¨®n, que ha superado numerosos obst¨¢culos. El caso ha sido archivado en dos ocasiones por la Sala de lo Penal de la Audiencia, aunque el Tribunal Supremo anul¨® esas decisiones al considerar que exist¨ªan indicios suficientes de los delitos de homicidio y contra la comunidad internacional que el juez imputa a los tres militares estadounidenses que ordenaron y ejecutaron el disparo que acab¨® con la vida del c¨¢mara. El alto tribunal tambi¨¦n orden¨® expresamente la pr¨¢ctica de la diligencia de la que Pedraz se ocupar¨¢ hoy viernes.
A pesar de ese mandamiento, tanto el Gobierno como el Ministerio Fiscal se opusieron posteriormente al desplazamiento del juez a Bagdad. El Ministerio de Justicia envi¨® el pasado 13 de enero al juez una comunicaci¨®n en la que expresaba su "alt¨ªsima preocupaci¨®n" por el viaje y advert¨ªa de que Irak no hab¨ªa garantizado la protecci¨®n de la comisi¨®n judicial (formada aparte del juez, por la secretaria judicial, los testigos y los abogados de las partes) y que la Embajada de Espa?a carec¨ªa "de medios propios en aquel pa¨ªs para garantizar la seguridad de 17 o 18 personas", contabilizando escoltas y periodistas. De hecho ayer murieron al menos 37 personas y 80 resultaron heridas por la explosi¨®n de un coche bomba al noroeste de Bagdag. Este, adem¨¢s no fue el ¨²nico atentado. Antes de ese ataque, seg¨²n informa Efe, ya se hab¨ªan producido otros cinco que se saldaron con siete muertos y unos 20 heridos.
Los cables de Wikileaks publicados por ElPA?S explicaban como la Embajada de EE UU en Espa?a inform¨® al Departamento de Estado de que la ex vicepresidente Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, el ex ministro de Justicia Juan Fernando L¨®pez Aguilar y el ex responsable de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos trataron de maniobrar sin ¨¦xito a lo largo de la investigaci¨®n judicial para conseguir que el caso se archivara. El fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, asegur¨® al embajador estadounidense que el ministerio p¨²blico se opondr¨ªa a las ¨®rdenes de detenci¨®n decretadas por Pedraz contra los tres militares imputados, seg¨²n esos mismos telegramas.
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