La renovada estaci¨®n de ?pera se estrena tras casi dos a?os de obras
Echeverr¨ªa y Gallard¨®n inauguran esta obra y la remodelada plaza de Isabel II, que gana 2.446 metros cuadrados para los peatones.- Las reformas costaron 22 millones y sufrieron tres retrasos
La renovada estaci¨®n de Metro de Madrid en ?pera, que ha dejado atr¨¢s su laberinto de pasillos para dar paso a ascensores y escaleras mec¨¢nicas, se reestrena una vez concluidos los m¨¢s de 30 meses de obras, que empezaron en verano de 2008 y que sufrieron tres retrasos -deb¨ªa haber estado lista en diciembre de 2009-. El m¨¢s importante se produjo a causa del hallazgo de restos arqueol¨®gicos, unas construcciones del siglo XVII de gran valor y muy bien conservadas. El consejero del Transportes, Jos¨¦ Ignacio Echeverr¨ªa, ha acudido al mediod¨ªa a su inauguraci¨®n junto con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Adem¨¢s de la estaci¨®n, se abre tambi¨¦n la remozada de la plaza de Isabel II, m¨¢s conocida como plaza de ?pera, que se ha convertido en un espacio di¨¢fano, sin coches, con m¨¢s ¨¢rboles, fuentes y bancos. Unas 54.700 personas utilizan a diario esta c¨¦ntrica estaci¨®n.
Con las obras, la plaza gana un 49% de espacio peatonal, unos 2.446 metros cuadrados -hasta un total de 6.756-, que permitir¨¢n dar continuidad al corredor sin coches que discurre desde la Puerta del Sol por la calle Arenal y hasta la plaza de Oriente. El tr¨¢fico rodado, que ocupaba anteriormente un total de 4.215 metros cuadrados, ocupar¨¢ ahora menos de la mitad, 2.049. Adem¨¢s, se han sustituido los siete bancos de chapa met¨¢lica por 28 de madera, con respaldo y apoyabrazos. El alumbrado se mantiene, y a las 15 farolas Fernando VI se a?aden otros siete del modelo grande, Bail¨¦n. Los dos quioscos de prensa contin¨²an, aunque reubicados. Y c¨®mo no, la estatua que da nombre a la plaza de Isabel II permanece, pero se le ha dado un giro de 180 grados, por segunda vez en su historia. A finales del XIX y principios del XX estaba de espaldas al Teatro Real, de tal forma que recib¨ªa a quien se acercara a ¨¦l. Despu¨¦s se cambi¨® de frente al teatro y ahora vuelve a su estado original.
M¨¢s granito
De nuevo, como en Callao, Alonso Mart¨ªnez o en la calle de Fuencarral, el material elegido para la renovaci¨®n de la plaza ha sido el granito, decisi¨®n no exenta de cr¨ªticas. En este caso, se combina el granito en sus diferentes texturas, tama?os, colores y acabados. Tambi¨¦n hay m¨¢s ¨¢rboles. Antes hab¨ªa 16 -prunos, ginkos, melias, casta?os de indias, cerezos, perales y liquid¨¢mbar- y pasan a 56, que ocupan m¨¢s o menos un tercio de la plaza. A estos se a?aden otros 12 a lo largo de la calle de Vergara y 26 hacia Arenal.
En cuanto a la estaci¨®n, el vest¨ªbulo anterior, de 114 metros cuadrados, ha dejado paso a otro de 821 donde se podr¨¢n hacer todas las correspondencias. Es decir, multiplica por ocho el espacio. Junto con las zonas t¨¦cnicas, la nueva estaci¨®n ocupa m¨¢s de 2.300 metros cuadrados. Se han colocado tres ascensores y ocho escaleras mec¨¢nicas. Uno de los ascensores llega de la calle al vest¨ªbulo y, los otros dos, del vest¨ªbulo a los andenes de las diferentes l¨ªneas. Cuenta con dos bocas de Metro, las dos situadas en la plaza, pero una mirando hacia la calle Arenal, y la otra hacia la zona de parada de autobuses, que recuperan la rotonda que antes de las obras ten¨ªan para hacer el cambio de sentido.
Tambi¨¦n se han creado nuevos cuartos t¨¦cnicos y se ha renovando la ventilaci¨®n a trav¨¦s de un nuevo sistema de ventilaci¨®n basado en la evaporizaci¨®n, que baja la percepci¨®n de la temperatura entre 2 y 3 grados. Ambas obras que han supuesto una inversi¨®n de 22 millones de euros financiados al 50% entre el suburbano y el Consistorio.
Los vecinos, contentos
?Y qu¨¦ ha pasado con los restos que hab¨ªa debajo? Durante las obras se encontraron algunas piezas de cierto valor, como la Fuente de los Ca?os de Peral (que inicialmente le dio el nombre a la plaza), un acueducto de ladrillo, una v¨ªa de agua y alg¨²n resto paleontol¨®gico, que se expondr¨¢n en un museo en el subterr¨¢neo. Se ha intentado localizar sin ¨¦xito la muralla cristiana de la que, seg¨²n la cartograf¨ªa de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, se supone deber¨ªan quedar restos. Pero hubo otra muralla, isl¨¢mica, que pasaba por la Cuesta de la Vega, que se ha reconstruido en bronce y forma parte de los fondos del museo. El suelo de la plaza tambi¨¦n refleja algunas huellas de tiempos pasados: un dibujo en bronce en donde se supone que iba la fuente de trazado noble y de la que se recrea uno de sus siete ca?os.
Los vecinos coinciden en que, despu¨¦s de los perjuicios producidos por el retraso de las obras, vendr¨¢n las ventajas. "Han tardado un mont¨®n y para el negocio ha sido fatal, no entraba nadie", se quejaba en enero a este peri¨®dico Antonio Morillo, desde su administraci¨®n de loter¨ªa en un lateral de la plaza. "Eso s¨ª, va a quedar bien". Estrella lleva en el puesto de casta?as que hered¨® de su suegra, en el cruce con la calle del Arenal, unos seis a?os. "Han sido muchas las molestias, pero va a quedar de maravilla".
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