Condenan al alcalde de Naut Aran por conducir borracho y amenazar a los Mossos

"Se os ha acabado el trabajo y juro por mi madre y por mi hijo de cuatro a?os que ir¨¦ a por vosotros. Hablar¨¦ con Artur Mas y con Felip Puig para que no trabaj¨¦is m¨¢s". Con estas palabras intimidatorias se dirigi¨® el actual alcalde de Naut Aran, C¨¦sar Ruiz-Canela Nieto, de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica Aranesa (CDA), a los agentes de los Mossos d'Esquadra que le pararon en un control preventivo de alcoholemia en el que dio positivo con una tasa que cuadriplicaba lo permitido.

El titular del Juzgado de Instrucci¨®n de Vielha ha condenado en dos sentencias a Ruiz-Canela a sendas multas, una de 1.200 euros de multa y privaci¨®n del carn¨¦ de conducir durante 10 meses por un delito de conducci¨®n bajo la influencia de bebidas alcoh¨®licas y otra de 150 euros por una falta de desconsideraci¨®n a los agentes de la autoridad. En el juicio celebrado el pasado 27 de abril por el delito, el acusado mostr¨® su conformidad con los hechos y las penas solicitadas. En el de la falta, el fiscal solicit¨® una multa de 75 euros.

Las sentencias declaran probado que, a las 7,45 horas del pasado d¨ªa 9 de abril, el acusado conduc¨ªa su veh¨ªculo por la carretera C-28 bajo la influencia de bebidas alcoh¨®licas que afectaban a sus aptitudes para conducir, presentando los siguientes s¨ªntomas: "halitosis alcoh¨®lica, comportamiento agresivo, excitaci¨®n, euf¨®rico, irrespetuoso, muy locuaz, habla pastosa, ininteligible, incoherente y repetitiva, con imprecisi¨®n de coordinaci¨®n de movimientos y disminuci¨®n de reflejos y movimientos oscilantes de la verticalidad". La primera prueba arroj¨® un resultado positivo de 1,06 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y la segunda de 1,03 mg/l.

A?ade la sentencia que, tras detener su veh¨ªculo y ser informado de que deb¨ªa someterse a una prueba de alcoholemia, el denunciado manifest¨® repetidamente a los agentes que no pod¨ªan hacerle eso "ya que era alcalde de Naut Aran".

Minutos despu¨¦s y una vez dentro del veh¨ªculo policial equipado para la pr¨¢ctica de la prueba, Ruiz-Canela continu¨® espetando a los agentes que lo que estaban haciendo era "demencial" y que "a un cargo p¨²blico no se le pod¨ªa hacer esto", a lo que a?adi¨® amenazas como "esto es la guerra" y "os hundir¨¦".

El magistrado estima igualmente acreditado que, tras someterse a la primera prueba de alcoholemia, el acusado arroj¨® violentamente un tel¨¦fono m¨®vil contra el suelo del veh¨ªculo, adem¨¢s de propinar varios golpes en el techo y en la mesa del veh¨ªculo de atestados. A?ade, asimismo, que en el transcurso de la actuaci¨®n policial, trato repetidamente de intimidar a los agentes dici¨¦ndoles que iba a hablar con el presidente de la Generalitat, Artur M¨¢s, y con el m¨¢ximo responsable de los Mossos, el consejero de Interior Felip Puig, para que se quedaran sin trabajo.

La sentencia se?ala que el denunciado, siendo consciente de la condici¨®n de agentes de la autoridad de quienes participaban en un control preventivo de alcoholemia, se dirigi¨® a ellos "en tono manifiestamente vejatorio, amenazante e irrespetuoso con evidente prevaleciimiento de su condici¨®n de alcalde y con grave desprecio de la funci¨®n p¨²blica que dichos agentes personificaban".

El juez destaca que en este caso no se trata del comportamiento irrespetuoso de un particular, sino de "la utilizaci¨®n torcida" de un cargo p¨²blico que abusa de su condici¨®n de alcalde para intentar doblegar la voluntad de los agentes y situarse por encima de la ley frente a quienes est¨¢n llamados a vigilar su cumplimiento. Y a?ade: "No es ¨¦ste el comportamiento esperado de un representante p¨²blico, quien, precisamente por el hecho de serlo, debe ofrecer ejemplo en su conducta p¨²blica, sin faltar en un solo instante al deber de sometimiento al imperio de la ley que la Constituci¨®n impone a todos los ciudadanos y sin aprovecharse de su cargo para obtener un trato privilegiado".

Al mismo tiempo, el juez elogia el comportamiento de los agentes quienes, sometidos a las "contundentes intimidaciones" del alcalde, situaron su criterio profesional por encima de cualquier conminaci¨®n, cumplieron sus obligaciones y, lejos de dejarse amedrentar, actuaron como lo har¨ªan ante cualquier otro ciudadano.

La sentencia agrega que el estado de embriaguez del denunciado modera el reproche penal inherente a su conducta pero no lo extingue ya que era consciente de lo que hac¨ªa. El acusado reconoci¨® haber ingerido solamente una cantidad moderada de vino horas antes de ser parado en la carretera. El juez no cree que deba beneficiarse por la apreciaci¨®n de una eximente incompleta de embriaguez.