Luzi Bomb¨®n: c¨®mo imprimir sabor, sin empalagar, a un espacio

Fotos: Olga Planas

Con nombre de personaje m¨¢s que de mujer y connotaciones de pel¨ªcula, el segundo restaurante madrile?o del Grupo Tragaluz apuesta por dar de comer sin sorpresas. ?C¨®mo traduce ese mensaje el interiorismo?

Para empezar, desubicando. La madera por las paredes y el hormig¨®n por el suelo. No se ve a primera vista, pero se siente. La idea es abrigar sin acalorar, arropar sin cargar, y este espacio de la interiorista Sandra Tarruella lo consigue. No es f¨¢cil hacer que la calidez y la pulcritud vayan de la mano en espacios j¨®venes que buscan mantener cierta frescura, pero la idea de desubicar materiales, as¨ª como la generosidad al espaciar las mesas lo logran aqu¨ª. Tarruella debi¨® de pensar que la mejor manera de comunicar calidad en un restaurante de hoy era haciendo sentir bien a sus comensales. Ni pompa ni desenfado, ni distancia ni exceso de confianza. Las telas, claves en la ac¨²stica, definen las tapicer¨ªas, el colorido y los acabados del restaurante en el Paseo de la Castellana. La otra clave es la holgura espacial. 400 metros dan para no tropezar con el codo ni la mirada del vecino. El local est¨¢ pensado para comer. Pero tambi¨¦n para sentarse a hablar.

Una gran barra, de varios materiales, organiza los ambientes y niveles del local. Niveles, s¨ª. Sin ocupar dos plantas, el restaurante est¨¢ organizado en dos alturas para forzar distintos ambientes y tambi¨¦n para no perder nunca las vistas hacia el jard¨ªn robado a la Castellana. M¨¢s all¨¢ de una diferencia de un metro, entre la zona interior y la perimetral cambia el pavimento de hormig¨®n pulido por, de nuevo, las telas, moqueta. Los pavimentos son importantes porque el cemento asciende del suelo ¨Cseg¨²n receta Souto de Moura- para formar los sof¨¢s que las telas abrigan con tapicer¨ªas de lino y algod¨®n. El color de los cojines y -otra clave en el estilo de esta empresa ya empleada en el Bar Tomate de L¨®pez y Tarruella- la variedad de asientos frente a la silla ¨²nica imprimen dinamismo al local. Se trata s¨®lo de dinamismo, no de alboroto. Este no es, como el Tomate, un restaurante informal. Por eso la s¨®lida silla Morph (producida por Zeitraum) ¨Cun dise?o de 2009 con aires de los cincuenta-, en todas sus versiones con o sin brazos, tapizada o desnuda, es siempre la misma y siempre diferente. Esto, que puede parecer anecd¨®tico, transmite frescura al espacio sin desordenar el local. Por ¨²ltimo, y cerrando el comedor, la propia cocina funciona como una caja de luz.

Con todo, m¨¢s all¨¢ de acabados que desubican los materiales o de cuidar colorido y ac¨²stica con la sola baza de las telas, la clave t¨¦cnica del proyecto es la doble altura que protege las vistas y genera intimidad. ?C¨®mo ha conseguido la interiorista sacar dos alturas de una? La clave est¨¢ en un material tensado reflectante que consigue potenciar la sensaci¨®n de altura. Donde el techo baja (o donde el suelo sube), este material sustituye al fieltro que abriga el techo del resto del local velando, a la vez, por el confort ac¨²stico. Los materiales adecuados y la sobriedad sin cors¨¦s se leen en este interiorismo como sin¨®nimos de actualidad (que no moda), de calidad y tambi¨¦n de ideas.