?Qu¨¦ pasa en¡ Azawad?
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El pasado viernes, 6 de abril, el Movimiento Nacional para la Liberaci¨®n de Azawad (MNLA) emit¨ªa un comunicado proclamando ¡°el Estado independiente de Azawad¡± (norte de Mal¨ª). El escrito, fechado en la ciudad de Gao y firmado por Billal Ag Acherif, Secretario General del MNLA, tambi¨¦n reconoce las fronteras en vigor y su inviolabilidad, se adhiere a la Carta de las Naciones Unidas y se compromete a crear la condiciones para una paz duradera y a establecer los fundamentos de las instituciones de un Estado basado sobre una Constituci¨®n democr¨¢tica. Dos d¨ªas antes, este mismo grupo hab¨ªa declarado el fin de las operaciones militares tras considerar que Azawad hab¨ªa sido liberado.
La Uni¨®n Africana (UA) ha rechazado esta declaraci¨®n de independencia y su presidente, Jean Ping, ha pedido a la comunidad internacional que haga lo mismo. La Uni¨®n Europea y Francia, antigua potencia colonial y con fuertes intereses econ¨®micos en la regi¨®n, tampoco la han reconocido. La pregunta ahora es si habr¨¢ una intervenci¨®n militar para obligar a los tuaregs a permanecer dentro de las fronteras impuestas por las metr¨®polis coloniales all¨¢ por el siglo XIX, si se negociar¨¢, o si la fuerza de los hechos consumados seguir¨¢ su curso y Azawad se convertir¨¢ en el 56? estado africano. Las materias primas y la seguridad del Magreb ser¨¢n los elementos claves que determinar¨¢n el destino de esta naci¨®n.
Milicianos del MNLA celebrando la independencia. Foto MNLA.
El 17 de enero, las fuerzas del MNLA lanzaron un ataque contra la ciudad de M¨¦naka, en el norte de Mal¨ª y, a partir de ah¨ª, se inici¨® la ¡°liberaci¨®n¡± de Azawad. Ha sido una operaci¨®n r¨¢pida facilitada por el golpe de estado que un grupo de militares, liderados por el capit¨¢n Amadou Sanogo, dio en Mal¨ª el 21 de marzo. Estos soldados dec¨ªan estar movidos por la debilidad que mostraba el gobierno del presidente Amadou Toumani Tour¨¦ frente a la rebeli¨®n de los tuaregs.
Otro factor que tambi¨¦n ha influido en esta situaci¨®n es el flujo de armas procedentes de Libia que, tras la ca¨ªda del r¨¦gimen del Coronel Gadafi, ha inundado la regi¨®n. Al mismo tiempo no hay que descartar el apoyo que grupos cercanos a Al Qaeda, como Ansar el Din o Al Qaeda en el Magreb isl¨¢mico (AQMI), habr¨ªan otorgado al MNLA.
El conflicto de Azawad, como muchos de los que existen en ?frica, tiene ra¨ªces coloniales. Mal¨ª fue un pa¨ªs dise?ado por los franceses que dejaron a la minor¨ªa tuareg del norte bajo el control de un sur m¨¢s bien hostil hacia ellos.
Tuaregs. Foto Getty Images.
Los tuaregs son una etnia con una poblaci¨®n estimada en 1.5 millones de personas. Se encuentran repartidos entre Mal¨ª, N¨ªger, Argelia, Libia, Burkina Faso y Mauritania. Su lengua es el targu¨ª. Presumen de ser el ¨²nico pueblo africano, junto con el et¨ªope, que tienen su propia escritura, el tifinagh. Son, en su mayor¨ªa, n¨®madas y se mueven en su ¨¢rea de acci¨®n sin prestar mucha atenci¨®n a las fronteras nacionales, lo cual se ve facilitado por residir, predominantemente, en el desierto. Viven de la cr¨ªa de ganado (cabras y camellos) y del comercio.
Este pueblo siempre se ha considerado marginado tanto por los poderes coloniales, como por los nuevos estados surgidos tras la independencia de las colonias. En muchos casos se les ha considerado extranjeros en sus propios pa¨ªses, neg¨¢ndoles, por ejemplo, su inscripci¨®n en los registros civiles o en los de votaci¨®n cuando se celebran elecciones.
Se ven muy amenazados por la desertificaci¨®n que se vive en el Sahel, lo cual ha llevado a que cada vez se intensifiquen m¨¢s los conflictos con los pueblos agricultores (principalemente del sur) por los pastos con los que alimentar a sus ganados.
Estos d¨ªas rele¨ªa Cr¨®nica del pa¨ªs de los negros (*) y Viajes a las regiones interiores de ?frica, de Mungo Park (**), para reafirmarme en la idea de que esta zona siempre ha sido conflictiva y propensa a la revuelta.
Tuareg. Foto Malcolmallison.
En los tiempos modernos, los tuaregs, hartos de su discriminaci¨®n y del colonialismo, se han rebelado en diversas ocasiones. El primer intento de liberarse del dominio extranjero dio lugar al levantamiento de Ag Mohammed Wau Teguidda Kaocen, entre 1916 y 1917, en las monta?as de Air, en el norte de lo que ahora es N¨ªger. Kaocen form¨® una coalici¨®n tuareg para oponerse a los franceses, pero la traici¨®n de sult¨¢n de Agadez, que permaneci¨® leal a los europeos, inclin¨® la lucha a favor de estos ¨²ltimos.
Con la independencia de Mal¨ª, en 1960, los tuaregs no fueron integrados en el nuevo gobierno. Este impuls¨® una ley de reforma de la tierra que atentaba contra las tierras tradicionales del pueblo del desierto, por lo que este se rebel¨® en 1961. El ej¨¦rcito de Mal¨ª llev¨® a cabo una fuerte represi¨®n que supuso la masacre de pueblos y aldeas enteras. Como consecuencia, muchos tuaregs se vieron obligados a refugiarse en los pa¨ªses vecinos. La falta de suministros y la tierra devastada llev¨® a los rebeldes a firmar un alto el fuego vergonzoso en 1964 por el que no consegu¨ªan ninguna concesi¨®n.
Las sequ¨ªas, y consecuentes hambrunas, de 1973-1974 y de 1984-1985 vieron desaparecer gran parte del ganado tuareg, lo que oblig¨® a muchos j¨®venes a emigrar a las ciudades, principalmente de Argelia y Libia. En este ¨²ltimo pa¨ªs, Gadafi incorpor¨® varios miles de ellos en su ej¨¦rcito.
Un nuevo levantamiento tuvo lugar entre 1990 y 1996 en N¨ªger y Mal¨ª, apoyado por Gadafi. Concluy¨® con los acuerdos de paz de Uagadug¨² de 1995 en los que se reconoc¨ªa cierta autonom¨ªa a los tuaregs y se daba soluci¨®n a las quejas de los militares de esta etnia concernientes a que no se les permit¨ªa ascender en los ej¨¦rcitos de Mal¨ª o N¨ªger.
Debido al lento proceso de desmovilizaci¨®n e integraci¨®n de los antiguos rebeldes en la vida civil o en las fuerzas armadas y a que algunos pol¨ªticos tuaregs perdieron sus puestos en el gobierno de Bamako, una nueva rebeli¨®n surgi¨® en febrero de 2007. Este nuevo conflicto produjo gran n¨²mero de refugiados y se termin¨® gracias a que Argelia ayud¨® a negociar un alto el fuego con Mal¨ª, mientras que Libia hac¨ªa lo mismo con N¨ªger, en 2009.
Al menos por el momento, la rebeli¨®n de 2012 ha conseguido su objetivo y ha declarado la independencia del territorio, gracias a una operaci¨®n militar que ha durado pr¨¢cticamente tres d¨ªas. Azawad es el nombre con el que los tuaregs conocen la regi¨®n norte de Mal¨ª, la cual comprende tres ¨¢reas, con capitales en Gao, Kidal y Tombuct¨², respectivamente. Se trata de un territorio, pr¨¢cticamente desierto, que tiene una extensi¨®n similar a la de Francia y B¨¦lgica juntas. Posiblemente, Tombuct¨² ser¨¢ la capital del nuevo estado.
Seg¨²n todas las noticias, el ¨¦xito de la operaci¨®n hay que otorg¨¢rselo, mayoritariamente, al MNLA. Este se form¨® con exiliados tuaregs residentes, principalmente, en Argelia y Libia y lanz¨® su primera acci¨®n en 1990. Posteriormente, se uni¨® a la Uni¨®n de Movimientos y Frentes de Azawad (UMFA) una coalici¨®n de diversos grupos tuaregs. Otros opinan que este movimiento no exist¨ªa previamente y que es el resultado de la uni¨®n de distintos grupos tuaregs llevada a cabo a finales de 2011. Lo cierto es que tras el desmoronamiento del r¨¦gimen de Gadafi, muchos tuaregs que eran parte de su ej¨¦rcito huyeron y se unieron a las filas de MNLA.
Hay informes que dicen que otros grupos, como hemos se?alado m¨¢s arriba, tambi¨¦n han participado en esta ofensiva y que incluso, en el momento actual, hay divisiones entre ellos, por lo que se desconoce la capacidad del MNLA para controlar todo el territorio.
El grupo Ansar Dine, que en ¨¢rabe significa ¡°defensores de la fe¡±, fue formado por el comandante tuareg Iyad Ag Ghaly, l¨ªder de la rebeli¨®n de 1990-199 y personaje clave en las negociaciones de paz que pusieron fin a la revuelta de 2007. En febrero, este grupo lanz¨® un v¨ªdeo en el que dec¨ªa que su objetivo era imponer la ley isl¨¢mica, la sharia. Los informes dicen que Ag Gahly est¨¢ en control de Tombuct¨² y que est¨¢ obligando a las mujeres a usar el velo y les ha prohibido llevar pantalones, entre otras cosas.
En esta ciudad apareci¨®, el mi¨¦rcoles 4, junto a Mokhtar Belmokhatar, l¨ªder de Al Qaeda en el Magreb isl¨¢mico (AQMI), grupo que estar¨ªa en poder, junto con el Movimiento por la Unidad y la Yihad en ?frica Occidental (MUYAO) -que tambi¨¦n dice haber tomado parte en los combates- de 13 rehenes, entre ellos dos espa?oles. Este es uno de los negocios, unido al del contrabando de drogas y personas, con los que se financian estas organizaciones. Parece posible que Belmokhatar sea el principal responsable de la compara de gran parte del arsenal libio y su posterior distribuci¨®n por el Magreb.
Es la presencia de estos grupos ligados a Al Qaeda lo que posiblemente presente un obst¨¢culo a la hora de que la comunidad internacional reconozca la independencia de Azawad. Los pa¨ªses occidentales no consentir¨¢n que una zona tan estrat¨¦gica pueda estar en manos de extremistas que ellos mismos no dirigen.
Tampoco permitir¨¢n que sean estos grupos, y sus aliados, los que controlen las materias primas de la zona. La Cuenca de Taoudeni (que Azawad comparte con Mauritania y Argelia) es rica en petr¨®leo. A pesar de lo aislado y peligroso del lugar, distintas compa?¨ªas han estado haciendo prospecciones, entre ellas Baraka Petroleum (australiana), Sonatrach (argelina), Eni (italinana), Total (francesa), Woodsida (australiana) y la Compa?¨ªa Nacional de Petr¨®leo de China.
En octubre de 2008, Total empez¨® a perforar en la parte mauritana y para mediados de este a?o, la compa?¨ªa argelina Sonatrach ten¨ªa pensado hacer lo mismo en el norte de Mal¨ª (Azawad).
Hay que tener en cuenta que permitir la independencia de Azawad estar¨ªa lanzando un mensaje a los tuaregs que se encuentran en los pa¨ªses vecinos, los cuales tambi¨¦n podr¨ªan reivindicar tal cosa. Nada indica que, a pesar de lo declarado en el comunicado de independencia, se respeten las fronteras establecidas. Al mismo tiempo, los grupos cercanos a Al Qaeda se podr¨ªan sentir animados por los primeros ¨¦xitos y lanzar nuevos ataques en otros pa¨ªses de la zona. De hecho, noticias de ¨²ltima hora hablan de grupos de tuaregs fuertemente armados en Burkina Faso, cerca de la frontera con Costa de Marfil.
Este podr¨ªa ser el caso de N¨ªger donde en el pasado prendieron varias de las revueltas del norte de Mal¨ª, especialmente en torno al Macizo de Air. Es en esta regi¨®n donde Francia consigue alrededor del 30% del uranio que utiliza en sus centrales nucleares. En 2009, la compa?¨ªa francesa Areva invirti¨® m¨¢s de 1.500 millones de d¨®lares en la zona para la construcci¨®n de la segunda mina m¨¢s grande del mundo de este mineral.
Evidentemente, Francia, antiguo poder colonial y principal actor extranjero en toda esa regi¨®n, tiene muchos intereses en juego y su posici¨®n ser¨¢ de gran peso a la hora de determinar el futuro de Azawad.
Se est¨¢ barajando una intervenci¨®n militar. La Comunidad de Estados del ?frica Occidental (CEDEAO), que ha jugado un gran papel en la condena del golpe de estado en Mal¨ª y en buscar una salida al mismo, tras proclamar nula y sin efecto la declaraci¨®n de independencia, parece optar por esta soluci¨®n y dice estar dispuesta a enviar tropas. Por su parte, Argelia, cuyo c¨®nsul en Gao y otros seis miembros de la delegaci¨®n fueron secuestrados (acci¨®n reinvindicada por MUYAO) y, posteriormente, liberados el domingo 8, estar¨ªa desplegando tropas en la frontera con Mal¨ª. Este pa¨ªs tambi¨¦n ha rechazado la independencia de Azawad pero, por el momento, descarta la intervenci¨®n extranjera.
Esta es la misma resoluci¨®n acordada en la reuni¨®n celebrada en Nuakchot, el domingo 8, entre Algeria, Mauritania y N¨ªger, vecinos del nuevo estado.
La opci¨®n militar no terminar¨ªa con el problema tuareg. Nunca la violencia pone fin a la violencia. Volver¨ªa a crear m¨¢s resentimiento y frustraci¨®n, como ha sucedido con las revueltas anteriores. Se necesitan soluciones pol¨ªticas, no militares. Esto requiere que todos los poderes interesados en el conflicto empiecen un di¨¢logo contructivo, sin posicionamientos cerrados ni presunciones. Al mismo tiempo, el MNLA tendr¨ªa que ser fiel a lo proclamado en su declaraci¨®n de independencia, optando por m¨¦todos democr¨¢ticos, adhiri¨¦ndose a los principios de la Carta de Naciones Unidas y distanci¨¢ndose de todos los elementos terroristas y criminales que puedan existir en su entorno.
Por el momento, sobemos que la regi¨®n est¨¢ inmersa en una fuerte crisis desatada por la sequ¨ªa y la hambruna del Sahel. Adem¨¢s, el conflicto ha generado miles de refugiados, y todo tipo de violaciones de derechos humanos, como siempre sucede en estas ocasiones, por muy noble y leg¨ªtima que pueda ser la causa.
(*) Cr¨®nica del pa¨ªs de los negros, Tarij as-Sudan. Espa?a, Editorial Almuzara, 2011.
(**) Viajes a las regiones interiores de ?frica, Mungo Park. A Coru?a, Ediciones del Viento, 2008.
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