Viajes de pel¨ªcula: 50 a?os del rodaje de Lawrence de Arabia
Hay mitos que se reproducen como hongos. Si fuera verdad que Hemingway bebi¨® en tantos bares del mundo como los que se atribuyen la asidua presencia del autor de El Viejo y el Mar, el pobre Ernest hubiera muerto de cirrosis a temprana edad, sin necesidad de esperar a los 62 a?os para poner tierra por medio volviendo hacia s¨ª los ca?ones de una escopeta.
Igualmente, si la pel¨ªcula Lawrence de Arabia se hubiera rodado en tantos desiertos como los que se atribuyen la propiedad de los paisajes que salen en la m¨ªtica cinta de David Lean, una sopor¨ªfera ¨®pera de Wagner habr¨ªa durado lo que un corto en comparaci¨®n con el metraje final que habr¨ªa tenido la pel¨ªcula.
Se cumplen estos d¨ªas 50 a?os del rodaje de Lawrence de Arabia (el equipo estuvo rodando en Espa?a desde mediados de diciembre de 1961 hasta el 7 de julio de 1962) y se me ha ocurrido que era una buena excusa para recuperar la secci¨®n de "Viajes de pel¨ªcula".
Se podr¨ªa hacer un viaje fabuloso siguiendo los lugares donde se rodaron los exteriores de este mis¨®gino filme de aventuras en el que no sale una sola mujer. Algunos adem¨¢s no est¨¢n muy lejos: el grueso de las escenas se filmaron en Almer¨ªa y en Sevilla. Si mis datos no fallan, este ser¨ªa el tour cinematogr¨¢fico perfecto por los paisajes de Lawrence de Arabia:
Sevilla.
Buena parte de los edificios que aparecen en la pel¨ªcula pertenecen al complejo construido en la capital andaluza en 1929 con motivo de la exposici¨®n Iberoamericana. La plaza de Espa?a era el cuartel general brit¨¢nco en El Cairo. La Casa de Pilatos serv¨ªa para el encuentro entre Lawrence y el general Allenby. El hotel Alfonso XIII, donde se alojaba el equipo, sirvi¨® para recrear el club de oficiales. La plaza de las Am¨¦ricas era Jerusal¨¦n. Y el Casino de la Exposici¨®n, la c¨¢mara del consejo ¨¢rabe. Decididamente, Sevilla tiene algo especial.
A?t Benhaddou (Marruecos).
A 35 kil¨®metros de Ouarzazate, remontando el oued Melha por la P31 aparece el famos¨ªsimo ksar de A?t Benhaddou, una de la fortalezas de barro m¨¢s bonitas y rimbombantes del sur marroqu¨ª. La mayor¨ªa de fotos de los folletos tur¨ªsticos que publicitan el exotismo de Marruecos est¨¢n tomadas aqu¨ª. El lugar estuvo habitado por la tribu de los ben Haddou hasta la d¨¦cada de los cincuenta, cuando comenz¨® el abandono de la ciudad y su progresivo deterioro. Su declaraci¨®n como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987 contribuy¨® a recaudar fondos para restaurar buena parte de esta fortaleza de barro; el resto sigue desmoron¨¢ndose poco a poco cada d¨ªa. Fue utilizado en Lawrence para numerosas escenas de desierto. Desde entonces se han rodado aqu¨ª otras muchas superproducciones, desde La momia a El cielo protector pasando por Gladiator.
Almer¨ªa.
En una playa del Algarrobico, contigua a donde se ha levantado ahora el c¨¦lebre y vergonzante hotel construido fuera de norma y que nadie sabe qu¨¦ hacer con ¨¦l, se construy¨® un poblado que recreaba Aqaba, la ciudad jordana del Mar Rojo que atacaban los beduinos liderados por Lawrence y el Sherif Ali (Omar Sharif en la peli). Trabajaron 200 personas durante 3 meses para levantar 300 edificos, m¨¢s falsos que Judas.
Cabo de Gata, otro set de rodaje usado en docenas de pel¨ªculas, lo fue tambi¨¦n en ¨¦sta: en la gran llanura con dunas que hay entre El Toyo y San Miguel de Salinas, en el extremo oeste del actual parque natural, se rod¨® la escena de la voladura del tren; para ello hubo que construir 2,5 km de v¨ªa y comprar a RENFE dos locomotoras y varios vagones y volarlos de verdad con dinamita (todav¨ªa no se hab¨ªan inventado los efectos especiales por ordenador); ni que decir tiene que fue toma ¨²nica, eso s¨ª filmada con siete c¨¢maras por si las moscas. En la rambla del Cautivo, en el desierto de Tabernas, se plantaron palmeras que a¨²n pueden verse para recrear un oasis.
El parque Nicol¨¢s Salmer¨®n de Almer¨ªa, el mayor jard¨ªn urbano de la ciudad, sirvi¨® para recrear la salida de las tropas ¨¢rabes de Damasco y tambi¨¦n para simular la entrada de Lawrence en El Cairo, un tranv¨ªa construido para la ocasi¨®n cruzaba la escena cargado de extras egipcio-almerienses disfrazados; tiraba de ¨¦l un tractor.
Jordania. Y por fin, los escenarios reales donde el TE Lawrence de verdad cabalg¨® con los beduinos: el desierto jordano de Wadi Rum, uno de los m¨¢s bellos desiertos de piedra del mundo, sirvi¨® como decorado para el campamento del rey Feisal y otras escenas del desierto. La carga de los camellos con Omar Sharif el frente (mentira cochina, porque los planos de Sharif se pegaron luego) se film¨® en el wadi Jarf, uno de los valles secos del desierto central jordano.
La catedral de San Pablo, en Londres; las campi?as de Surrey, en Inglaterra, y el desierto Imperial Sand Dunes, en California, tambi¨¦n fueron usadas para rodar exteriores.
Hasta aqu¨ª el mito creado por Hollywood.
La realidad: en Jordania y en el resto de pa¨ªses ¨¢rabes de la zona Thomas Edward Lawrence est¨¢ considerado un jodido traidor, esp¨ªa de los brit¨¢nicos, que les enga?¨® y prepar¨® el terreno para favorecer la presencia colonial de Gran Breta?a en Oriente Medio.
Y es que esto de los mitos, va seg¨²n el color (o el bando) desde el que lo mires. Que le pregunten si no a los rumanos por Dr¨¢cula.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.