?Edificio par¨¢sito?
FOTOS: Jes¨²s Granada
Como un par¨¢sito, la nueva cafeter¨ªa del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla ha invadido el antiguo patio del edificio, donde se almacenaban camillas, pero al contrario que un par¨¢sito esta intervenci¨®n vitalista, y parad¨®jicamente ordenada, inyecta nueva vida al centro.
Uno va a los hospitales a cambiar. Y, de esa misma manera, la arquitectura admite el cambio: los injertos, las fracturas y los vendajes para solucionar sus problemas y mejorar con los cambios. En Sevilla el problema de la antigua cantina del hospital era el habitual en muchos centros: los m¨¦dicos, los camilleros, los visitantes y los estudiantes la hab¨ªan dejado peque?a. Quedaba sobresaturada, escondida y resultaba inc¨®moda adem¨¢s de insuficiente. Mar¨ªa Gonz¨¢lez y Juanjo L¨®pez de la Cruz del estudio Sol89, que firman este proyecto con Silvia Escamilla y Francisco Gonz¨¢lez Vilaplana, decidieron injertar una intervenci¨®n visible y luminosa. Roja por fuera y blanca por dentro, la nueva cafeter¨ªa es un elemento forrado con un panel de aluminio lacado en rojo con extra de brillo que subraya la condici¨®n de elemento extra?o y ajeno. Espacialmente es continuo, plegado y quebrado y en ese enzarzarse para hallar espacio y ser, va definiendo zonas de uso. Los m¨¦dicos y el personal sanitario tienen su cafeter¨ªa recogida, pero es tambi¨¦n una sala compartida con la de los visitantes gracias a las miradas que se cruzan por los nuevos patios que resultan de fraccionar el existente.
Adem¨¢s de asumirla, la intervenci¨®n celebra la extra?eza del nuevo cuerpo insertado. Como un par¨¢sito rojo y brillante es elemento ocupado y al mismo tiempo elemento ocupante del vac¨ªo del antiguo patio. Los arquitectos le atribuyen una doble lectura de reverso y env¨¦s en funci¨®n del lugar en el que se encuentra el usuario. Y es cierto que la elecci¨®n de materiales blancos y limpios uniformiza lo que los quiebros singularizan, haciendo posible la aparici¨®n de rincones recogidos que velan por la ac¨²stica y por la intimidad de quien hace una pausa para tomar un caf¨¦.
El cuerpo insertado, o injertado, proporciona nuevos accesos a la cafeter¨ªa, y as¨ª al hospital, desde el Campus Universitario, convirtiendo la cantina en una especie de calle interna. Pero lo m¨¢s sorprendente de este proyecto es que, en lugar de robar espacio, parece generarlo. As¨ª, no se contenta con proporcionar un acceso y dar asiento a los comensales, el nuevo edificio expande sus usos en el antiguo patio que invade, produciendo zonas de recreo y talleres para los pacientes de la unidad psiqui¨¢trica ¨Cgracias a las patas met¨¢licas sobre las que se apoya la nueva intervenci¨®n-. Los arquitectos hablan de ¡°diversas velocidades de estar¡±. Y es cierto que el vibrante edificio tiene lecturas y atm¨®sferas. As¨ª, a pesar de la invasi¨®n, resulta m¨¢s parasitario el inmueble existente que el a?adido. El nuevo cuerpo rompe los l¨ªmites para aclarar las circulaciones, generar nuevas relaciones y revitalizar zonas descuidadas con una intervenci¨®n que inyecta vida en lugar de chuparla.
Precio final: 1016€ m2 incluida arquitectura e interiorismo
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