CiU busca aliados

Es dif¨ªcil predecir el recorrido de la propuesta de pacto fiscal que CiU ha ideado para superar lo que denuncia como insuficiencia financiera de Catalu?a y reducir una balanza fiscal que considera injusta. De momento ha cosechado un ¨¦xito: colocar este asunto en el centro del debate pol¨ªtico catal¨¢n. En julio se votar¨¢ en el Parlamento catal¨¢n la propuesta de que Catalu?a pueda recaudar y gestionar todos los impuestos y pagar despu¨¦s al Estado los servicios que este presta, m¨¢s una cuota de solidaridad a negociar. Para ello, el presidente Mas convoc¨® ayer en la Generalitat a todas las fuerzas parlamentarias. Contaba ya con el apoyo de los independentistas y de Iniciativa. Y ayer logr¨® la disposici¨®n a negociar este pacto fiscal, a cambio de un pacto social, por parte de un PSC dubitativo, que lleva demasiado tiempo sumido en un penoso silencio por falta de proyecto y liderazgo, y que ahora corre el peligro de verse de nuevo arrastrado a posiciones maximalistas.

Tambi¨¦n el PP ha atemperado su radical oposici¨®n a establecer en Catalu?a una f¨®rmula similar al cupo vasco para admitir que hay que negociar una financiaci¨®n m¨¢s equilibrada y justa. Esto es algo mayoritariamente compartido, pero la cuesti¨®n es con qu¨¦ f¨®rmula, si se ha de cambiar el modelo y hasta d¨®nde est¨¢ CiU dispuesta a llegar. Porque una cosa es mejorar la financiaci¨®n, algo que se puede negociar, y otra, plantear el pacto fiscal como un paso intermedio y unilateral hacia la independencia. Mas cometi¨® el error, imperdonable en un gobernante, de amenazar con una pol¨ªtica de hechos consumados y con crear una Agencia Tributaria propia si no hay acuerdo. Si es esta la v¨ªa de CiU, la traves¨ªa ser¨¢ dura y por eso despierta recelos incluso en sus propias filas. Es arriesgado emprender un camino que conduce, como ha reconocido el propio Mas, a un "escenario desconocido" y m¨¢s en una coyuntura general tan inestable y peligrosa como la presente.