Horizontes europeos

El Consejo Europeo celebrado en Bruselas no solo ha despejado algunas dudas sobre lo inmediato, sino que ha apuntado nuevos horizontes de integraci¨®n. Los Veintisiete han encargado a su presidente, Van Rompuy, junto a otras instituciones y los Gobiernos, que presente de cara a octubre, para finalizarlo antes de fin de a?o, un nuevo informe para llegar a una ¡°genuina Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria¡±, con una hoja de ruta y un calendario. Estar¨¢ basada en cuatro pilares: integraci¨®n financiera, presupuestaria, econ¨®mica y una reforzada legitimidad democr¨¢tica. Tras una primera y demasiado breve discusi¨®n no cabe adelantar que vaya a ser f¨¢cil, sino todo lo contrario, llegar a un acuerdo que supondr¨ªa un cambio radical hacia una uni¨®n pol¨ªtica.

Lo ocurrido estos d¨ªas indica que algunos factores esenciales en la integraci¨®n europea han cambiado. Para empezar, los pr¨®ximos avances ponen a la Eurozona en el centro. Lo que, inevitablemente, reforzar¨¢ la divisi¨®n de la Uni¨®n en dos velocidades: los que no quieren avanzar con los dem¨¢s, como brit¨¢nicos y checos, junto a los que no pueden, y los del euro, aunque se mantengan instituciones comunes.

Tambi¨¦n han surgido nuevas relaciones de fuerza. El presidente franc¨¦s lo dej¨® claro al se?alar que ha mantenido una ¡°cooperaci¨®n ¨²til¡± con Merkel, pero ¡°de forma diferente del pasado¡±. Y as¨ª, con la presi¨®n de Espa?a e Italia, ha conseguido que la canciller alemana cediera en lo referente a la financiaci¨®n del sistema bancario espa?ol (y otros), y a la aprobaci¨®n de un Pacto de Crecimiento y Empleo que, como pidi¨® Hollande, acompa?e al fiscal. Aunque tiene m¨¢s de buenas intenciones que de efectividad, incluye la movilizaci¨®n de 120.000 millones de euros desde la UE (pero solo 10.000 millones de dinero nuevo). Y quiebra el monopolio conceptual del principio de la austeridad para salir de la crisis, aunque los planes nacionales, incluido el que tendr¨¢ que presentar Espa?a, se mantengan en esa l¨ªnea.

Merkel, que ha tenido que defenderse de inmediato en su Parlamento, no ha cedido tanto. Ha logrado asentar el principio de que no habr¨¢ ayudas sin control y condicionalidad. Como primer paso, a concretar, el BCE adoptar¨¢ un papel europeo de supervisi¨®n bancaria europea. ?Sobre todos los bancos? Est¨¢ por ver. Y ha recordado que a¨²n se requiere la unanimidad para transformar algunas de las medidas aprobadas en realidades.

La visi¨®n a largo plazo hubiera resultado vana sin un encarrilamiento de los problemas inmediatos, b¨¢sicamente la separaci¨®n del riesgo soberano del bancario, para salvar el euro. Sin duda, como se?al¨® Rajoy, ¡°el euro es el gran triunfador del Consejo Europeo¡±. Pero este se ve reforzado tambi¨¦n por los nuevos horizontes que se abren y le a?aden credibilidad. La viabilidad del euro ha estado en el candelero durante demasiado tiempo. Sin ella, de nada servir¨ªa una huida hacia adelante, en la que no hay que dejar a los ciudadanos al margen del proceso. Pues ser¨¢n ellos los que, al cabo, habr¨¢n de pronunciarse.